Capitulo 27 *

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Liam:
–No vas a venir–le repito a mi hermana.

–¡Claro que voy a ir!–exclama emocionada.

–¿Qué importa que venga o no?–comenta mi mejor amigo.

–Si llega a aparecer la policía, papá puede esperárselo de mí, pero no de ella–bufo.

–Será divertido–sonríe mi novia.

–Tu tampoco vas a ir–murmura Alex.

–¡Lilo, dile que si voy a ir!–se queja.

–No me meto en vuestras peleas–me alzó de hombros–Lo sabéis perfectamente.

–Como sigáis discutiendo se nos va a hacer tarde–Adrián suelta un resoplido.

–Que cada uno de encargue de si mismo y Dios de todos, fin de la discusión–agrega Mario.

–Tu y yo lo llevamos jodido, los gays ardemos en el infierno–bromea Tyler, haciendo reir a todos excepto a mí y relajando el ambiente.

Suelto un resoplido sabiendo perfectamente que voy a estar más pendientes de ellas que de cualquier cosa y que no me va a importar caer con tal de que ellas no lo hagan. Cuando Mario, Alba, Leah, Alex y yo nos montamos en el coche de Alex, nos mantenemos en silencio.

–Te vas a quedar fuera–aviso.

–Pero quiero entrar dentro–hace un puchero.

–Y yo quiero otro coche y no lo tengo. La vida es dura–murmuro.

Leah me mira y se cruza de brazos en el asiento trasero del coche, después empieza a cuchichear con Alba durante todo el trayecto hasta el instituto.

–Quedaros aquí. Las dos–aviso.

–Vendrán de todas formas, será mejor que se vengan directamente con nosotros–asegura Mario.

–Es mejor que vengan directamente con nosotros a que escapen y activen alguna alarma silenciosa–acepta Alex.

–Claro, porque eso es mucho mejor a qué me hagan caso por una jodida vez–bufo.

–No te enfades, Lilo–Alba me sonríe con inocencia.

–No estoy enfadado–murmuro mala gana.

–Arreglalo–añade mi mejor amigo, para después bajar junto con mi otro amigo y hermana del coche, dejándonos a solas.

–Hemos hecho esto mil veces, podemos hacerlo una última vez–asegura.

–Si viene la policía, es mejor que solo nos llevemos los cargos nosotros–respondo.

–Suficientes cargos legales tienes ya–se queja Alba.

–Por eso es mejor que tú expediente no tenga manchas legales.

–Y es mucho mejor que el tuyo no las tenga o acabarás en la cárcel–insiste ella–Liam, vamos a estar bien.

Asiento y suspiro, Alba se acerca a mi y planta un beso en mis labios, después me asegura que lo haremos bien y que ni siquiera notaré su presencia y bajamos del coche, después nos acercamos a los demás, entonces empezamos a planear las parejas y quienes entrarán.

–Liam tiene que entrar–agrega Adrián–Se conoce perfectamente el código de cada puerta.

–Y Mario se conoce a la perfección la distribución del instituto–añade Alex.

–Bien, Liam y Mario entran obligatoriamente–concluye Ray.

–Quizas necesitamos una cabeza hueca para romper cerraduras–propone Mario.

–Entonces Ray también tiene que entrar.

–¡Yo sé forzar cerraduras!–exclama Leah.

–¿Por qué demonios sabes hacer eso?–pregunto.

–Un mago nunca revela sus secretos–sonríe inocentemente.

Tras una buena discusión, acabamos de idiendo que Tyler, Alba, Alex y Adrián se quedan fuera, mientras que Ray, Mario, Leah y yo entramos a por las copias del examen. Abro la primera cerradura con las llaves que robamos en segundo curso y conseguimos entrar, después paso a la segunda hasta que conseguimos entrar por completo al edificio, donde me acerco a un cuadro, lo quito y se lo paso a Ray entonces veo varios números junto con una pantalla, coloco el código y la pantalla se vuelve verde por lo que los rayos infrarrojos se han desactivado y tenemos vía libre, así que vuelvo a colocar el cuadro en su sitio.

–Tenemos cuarenta minutos, no podemos perder el tiempo–susurro.

Comenzamos a caminar por el pasillo hasta llegar a la habitación que nos interesa, entonces intento abrir la puerta y para nuestra suerte, podemos pasar tranquilamente ya que la puerta no tiene seguro. Nos dividimos y comenzamos a revisar cada cajón y estantes, buscando los exámenes, al cabo de un muy buen rato es Mario quien encuentra los examenes por lo que agarra uno y dejamos todo tal y como lo encontramos.

–Ir yendo, ahora os alcanzamos Ray y yo–ordeno.

Mis amigos me miran extrañados pero ninguno dice nada, sobretodo Ray, que se mantiene a mi lado una vez mi amigo y hermana se van y desaparecen por el pasillo.

–¿Que tramas y por qué creo que una venganza?

–Quiero hacer que Alexa pague por sus actos–simplifico.

–¿Que tienes pensado?

Sonrío y le doy al botón de la impresora para que imprima, al cabo de un rato tenemos las suficientes copias como para empapelar medio instituto, lo suficiente como para hacer sentir mejor a mí hermana y novia.

–Eres un capullo muy listo–sonríe al ver los carteles.

El cartel consta de fotos de Alexa y sus secuaces  editadas con dientes negros, además de cuernos y demás cosas oara hacerle burla, además de un artículo en el que las dejo por los suelo debido a que voy a sacar a la luz toda su mierda que han intentado esconder durante años.

–Vamos, tenemos diez minutos–murmuro.

Rápidamente empezamos a empapelar cada pared y cada taquilla, una vez nos terminamos y nos quedan cinco minutos para salir, me cuelo en el despacho del director y borro las grabaciones de esta noche, entonces salimos del instituto, no sin antes volver a colocar las alarmas, dejando todo tal y como lo encontramos, a excepción de los papeles.

–¿Por qué habéis tardado tanto?–pregunta Alba preocupada.

–Li tardo algo más de lo pensando en borrar las grabaciones–responde Ray.

–Hemos encontrado otra nota en el coche de Tyler–murmura Alba asustada, mientras me pasa la nota.

–No sabemos quién ha sido ni cuando la han puesto–añade Adrián.

Menos de un año
–E
anoniMoUsE

–Tenemos un problema–murmura Alex.

–Está claro que nos están amenazando–murmuro.

–Y no creo que las chicas por muy enfadadas que estén os quieran asesinar–comenta Leah.

–Joder ¿Entonces voy a ser el cuarto en morir?–lloriquea Tyler.

–¡Y nosotros los primeros!–lloriquea Alba.

–¡No quiero morir!–exclama Adrián asustado.

–¡Nadie va a morir!–exclama Mario.

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