Capítulo 21 *

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10 de enero

Alba:
Los nervios se asientan en mi estómago y las ganas de llorar al tener que afrontar la situación aún más. No sé si estoy preparada, pero no puedo perder más clase. Una vez Liam aparca delante de casa, salgo y le sonrió a ambos, una vez me monto, dejo un corto beso en los labios de mi novio.

–Alex se estaba vistiendo–ruedo los ojos.

–Siempre igual con tu hermano–se queja.

El susodicho aparece en cuestión de minutos y asegura que está vez iba a llevar a tiempo pero que se le ha complicado la mañana y se ha empezado a inventar una historia durante todo el trayecto, sospecho que para entretenerme. Una vez llegamos, la ansiedad me golpea e incluso mis ojos se vuelven llorosos.

–Puedes hacerlo–asegura mi hermano.

–Y si no que alguna me llame y yo hablaré con quién os haya molestado–asegura Liam.

Sonrió nerviosa y antes de bajar dejo un beso en ambos. Miro a mi lado esperando a Leah pero sigue estática en el asiento to del copiloto.

–Eres una Harrison, puedes hacerlo–escucho a Liam.

Leah asiente y sale, entonces se planta a mi lado. Ambos nos miramos y no nos hace falta más para agarrar nuestras manos y comenzar a caminar hasta la entrada, donde mis dos amigas me esperan.

–Has vuelto–sonríe Camila–Hola, Leah–la saluda. Leah asiente algo nerviosa como saludo.

Durante las tres primeras clases, no han habido inconvenientes, incluso he estado hablando con el profesor Anderson y el entrenador sobre el tema y sobre como me sentía. Cuando termino de hablar con el segundo, me despido y me encaminó hasta la cafetería pero un intento de imitar mis gemidos me para. Cuando me giro, veo a una chicas de tercer año riéndose por lo que no me achanto y me acerco a ellas, las cuales una vez estoy delante, dejan de reír y se intentan esconder.

–Puedo asegurar que no tenéis más de catorce años y que no habéis estado con un chico nunca. Quizá os parezca graciosa la situación pero cuando os toque vivirla a vosotras o a alguna de vuestras amigas, dejará de ser tan divertido. Para mí suerte tengo a una familia que me apoya y me ha preparado para gente como vosotras, que se ríe de desgracias ajenas, así que no me ouede importar menos esa estúpida imitación. Espero que nunca os pase a vosotros que un ex quiera joderos la vida porque sin duda, al exponerte de esa forma te la arruina temporalmente.

–Pero si has conseguido cambiar a Liam, como te la va a arruinar–murmura una.

–Sí, tienes al chico que tiene a medio mundo detrás babeando por ti–murmura la otra.

–Mi vida no se basa solo en mi actual relación. No voy a decir mucho de ella, solo afirmar que Liam ha estado para mí en cada momento y que tengo mucha suerte de tenerlo porque es el mejor novio que cualquier chica podría tener y me alegra tener una relación tan bonita con él.

Dicho esto, me alejo y voy hasta la cafetería, donde me encuentro a Liam y Alex, junto con Leah, no hay rastro dis dos amigas. Una vez me siento entre mi novio y mi hermano, suspiro cansada.

–Como vuelva a escuchar un maldito gemido pienso matar a alguien.

–Hola a ti también–sonríe mi hermano.

Suspiro y sonrió para después dejarle un beso en su mejilla y otro en los labios de Liam.

–¿Te han vuelto a decir algo?–pregunta Liam bajo.

–No, creo que se asustan al saber que estás cerca–suspira su hermana.

–Alexa solo ataca cuando sabe que no va a ser atacada–ruedo los ojos.

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