Capitulo 28 *

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Alba:
El día siguiente voy bastante confiada al examen debido a que me he aprendido de memoria cada ejercicio, por los que estoy segura de que aprobaré. El sonido del claxon del coche de Liam me saca de mis pensamientos, así que decidida en no hacerlo esperar mas, acomodó mi uniforme y tras pegarle un grito a Alex, salgo de casa para montarme, edta vez Leah esta sentada en los asientos traseros y me ha dejado a mi el de copiloto. Al montarme, salido a Leah y dejo un corto beso en los labios de Liam.

–Buenos días–murmuro contra sus labios.

–Ahora si lo son–me asegura.

–Hola, Leah–sonrío.

Ella asiente como saludo y me devuelve la sonrisa, después devuelve la vista a su teléfono.

–Está nerviosa porque es su primer examen aquí y no quiere decepcionarme.

–A papá–corrige ella.

–Sabes perfectamente que hagas lo que hagas nunca decepcionaras a papá, pero yo soy lo suficientemente sincero como para decirte las verdades que él no por miedo a que llores.

–¿,Alguna vez te he dicho que odio que me analices?–bufa Leah.

–Cada vez que lo hago. Unas tres veces por día más o menos–responde.

–Como se nota que sois hermanos y no dejáis de discutir por tonterías–Alex entra en el coche y en la conversación.

–Esos sois vosotros, os peleáis hasta por quién es más peleón–Li rueda los ojos.

–Porque obviamente lo soy yo–respondemos al unísono–¡No es verdad, soy yo!–exclamamos de nuevo.

–Y ahí está la confirmación.

–¡Dile que lo soy yo!–exclamamos al unísono.

–No se quien será el más peleón, pero si los más gritones–bromea Leah.

–Y yo sé quien es la pareja más empalagosa aquí presente–sonríe Alex.

–Porque somos la única pareja–Liam rueda los ojos.

–Detallitos–lo apoya Leah.

–Y sois la única porque Leah no acepta mis citas.

–¿La has invitado a citas?–Liam frunce su ceño.

–Eh... No.

–La ha invitado por lo menos a tres–comento.

–Ya puedes alejar tus manos de mi hermana, Williams–amenaza Liam, aparcando el coche en el estacionamiento del instituto.

Antes de salir dejo un beso corto en los labios de Liam, los cuales tienen una sonrisa maliciosa una vez salgo, haciéndome saber que tiene algo planeado.

–¿Qué has hecho?–interrogo.

–Nada–responde–Iros ya, vamos a llegar tarde a penal.

Alzó mis cejas y bajo del coche, al igual que Leah, entonces comenzamos a caminar hasta la entrada del instituto, donde nos juntamos con Camila para empezar a caminar hacia la entrada del instituto.

–¿Habéis oído lo que le ha pasado a Alexa?

–¿Que me ha pasado?–pregunta Leah.

–Alguien ha empapelado todo el instituto con carteles en contra de ella–explica–¡Incluso lo han difundido por redes!

Leah y yo intercambiamos una mirada para empezar a correr hacia dentro del edificio, donde nos encontramos varios carteles y estudiantes reunidos mirando y comentando los carteles. Me acerco a una de las paredes y aparto a la gente para leerlo.

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