Capítulo 48

50 2 0
                                    

Mario:
Agarro el champú de Alba, Tyler y Camila y pongo diferentes tintes, después se lo pasó a Rayan para que limpie los excesos y los coloque, una vez están listo los dejamos en su sitio.

Con cuidado salimos de cada baño.

-Voy a la habitación de Liam, tu ve a la de Alex, y juntos a la de Adrián-le mando, él asiente y camina hasta la puerta se Alex.

Hago lo mismo y entro a la de Liam, lo veo tumbado en su cama, con Alba al lado, la pierna de Alba está sobre la suya, y su brazo sobre el abdomen de mi amigo.

Con sumo cuidado camino hasta la mesita de Liam, agarro su bote de pastillas y las cambios por viagras, cuando termino el cambio las dejo en su sitio.

Cuando estoy apunto de salir tropiezo y caigo de cara. Entonces las luces se encienden y soy descubierto.

-Eres imbécil-murmura Liam.

-¡No me habéis visto!-digo y me levanto corriendo, salgo rápidamente de la habitación y en el pasillo me encuentro a Rayan.

-¡Vuelve aquí, gallina!-dice Liam a mis espaldas.

Me encierro en la primera habitación que veo, que para mí mala suerte es la de Adrián, que ahora mismo está acompañado por Camila, espantado salgo de la habitación encontrándome con Liam, con sus brazos cruzados y una ceja alzada.

-Roberts, ya hemos hablado de esto-murmura alzando el bote de antidepresivos.

-No se de qué hablas-murmuro, intentando sonar despreocupado.

-Esto son viagras. Ya sabes la regla no escrita, no se pueden tocar mis antidepresivos.

-No he tocado tus pastillas-me alzo de hombros.

-Esto son viagras, Mario.

-Si tienes problemas para tener una erección no es mi culpa.

-Mis únicos problemas son mentales, yo no necesito viagra.

-Tienes una edad, es normal...-intento desviar el tema.

-Mario, son las 4:54 a.m, estoy cansado, dame mis malditas pastillas y nos vamos todos a dormir.

-No las tengo.

-Rayan-la atención de mi amigo pasa a mi otro amigo, él suspira cansado y se los da.

-Ahora dejar de joder e iros a dormir de una maldita vez-bufa y se gira para volver a su habitación.

Entonces Rayan y yo nos miramos con una gran sonrisa, cuando vemos que Liam ha entrado a su habitación chocamos puños felices.

Se ha llevado la viagra.

-Tenías razón, tú plan ha funcionado-sonrío satisfecho.

-Somos los mejores-sonríe Ray.

Alba:
Me levanto de la cama de Liam, dejo un beso en su mejilla y voy directa al baño, me quito la ropa y me meto en la ducha, cuando mojo mi pelo abro el champú y lo hecho sobre mi cabeza, empiezo a lavármelo, cerrando los ojos para que no me entre jabón en los ojos.

Cuando los abro no puedo evitar gritar al ver todo mi cuerpo rosa.

El grito asusta a Liam, ya que viene corriendo hasta el baño, cuando me ve entreabre la boca sorprendido.

-¡Pienso matarte, Liam!-grito enfadada.

-Yo no he sido-se apresura a hablar.

-¡Entonces quién mierdas ha sido!-bufo intentando quitar el rosa de mi.

-Mario ayer entró en la habitación para cambiar mis pastillas por viagras, habrá aprovechado para poner tinte rosa en tu champú-se alza de hombros.

-¿Has tomado esas pastillas?-Pregunto preocupada, él asiente sin entender.

-Son mis antidepresivos, no viagras.

-Idiota, han hecho el paripé para que creas que les has pillado, te has tomado una viagra.

-Idiotas...-bufa

-¿Cuántas te has tomado?-Pregunto preocupada.

-Una-responde, entonces suspiro-¿Le sacamos provecho?-alza una ceja divertido.

-Solo si me ayudas a quitar el rosa de mi cuerpo y pelo-suspiro. Él sonríe y se quita la ropa para después meterse a la ducha conmigo.

Después de una larga sesión de besos, caricias y frotamientos salimos de la ducha. Liam con marcas de besos por su cuerpo y yo pareciendo la pantera rosa. Al menos el efecto de la viagra ha pasado y todo está como siempre. Nos vestimos para parecer algo más decentes, a pesar del rosa chillón.

-Tengo algo que hacer, después vuelvo-dice Liam, y antes de que pueda hablar o quejarme se va. Salgo de su habitación y camino hasta la de Mario.

-¡Mario!-Le grito.

-Buenos días, pantera rosa-sonríe.

-¡Que le has hecho a mí pelo!-me cruzo de brazos-Eres un imbécil, dime qué se quita rápido.

-¡Mario!-grita Tyler entrando a la habitación con el pelo y cuerpo azul, con solo una toalla en su cintura.

-Buenos días, pitufo-sonríe.

-¡Porque estoy verde!-grita mi amiga.

-¡Reunión de simios, todos al salón!-grito enfadada.

Unos minutos después estamos todos reunidos en la sala.

-¿Desde cuándo la pantera rosa, un moco gigante y un pitufo están viviendo con nosotros?-Se burla Rayan.

-Pienso matarte, Manson-espeta Tyler.

-Tenemos que poner unos límites-empiezo.

-¿Que tipo de límites?-pregunta mi hermano.

-Nada de cambiar pastillas, ni champús, ni nada que sea peligroso.

-¿Pastillas?-Adrián frunce el cejo.

-Ajá, desde ahora son intocables-sentencio.

Seguimos poniendo un par de reglas. Cuarenta y cinco minutos después Liam llega a casa.

-¿Puedo preguntar porque hay un avatar y un moco gigante en la casa?-alza una ceja divertido.

-Imbéciles-mascullan mis amigos.

Él niega la cabeza y sonríe, entonces me señala con la cabeza las escaleras, asiento entendiéndole. Ambos subimos y entramos a su habitación, entonces se quita la cazadora, mientras yo me siento en la cama.

-Quiero enseñarte algo-sonríe, cerrando la puerta de su habitación.-Es una especie de sorpresa-se gira para mirarme.

-¿Que es?-Pregunto ilusionada.

Mi novio se acerca a mí hasta estar a centímetros, muerdo mi labio inferior pensando en miles de escenas.

Liam de baja un poco su pantalón y bóxer dejando a la vista su pelvis. Ahora tiene un pequeño papel transparente sobre un nuevo tatuaje.

No un nuevo tatuaje cualquiera.

Es algo mucho más importante. Abro la boca sorprendida. Sin saber muy bien que decir. Las palabras no salen, sigo procesando todo.

Se ha tatuado mis labios.

-¡Te vas tatuado mis labios!-chillo ilusionada.

-¿Te gusta?-pregunta con una gran sonrisa.

Asiento y me tiro a sus brazos, el me atrapa sujetándome por el culo. Beso su cara y cuello.

-Eres increíble, Harrison.

-Eso ya lo sabía.

-Idiota-niego con la cabeza divertida, con una gran sonrisa en mi cara.

-Pero soy tu idiota.

-Te quiero, mi idiota-uno nuestros labios.

¿Juntos? ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora