Capitulo 19 *

79 3 0
                                    

24 de diciembre

Liam:
Mis oídos pitan mientras siento como mi garganta se cierra poco a poco, consiguiendo que sienta que en cualquier momento me voy a asfixiar, sumándose a este pensamiento, comienzo s tener problemas para ver debido a que mi vista se está oscureciendo. Estoy harto de drama sin sentido, de sentir que cada vez que las cosas mejoran, habrá algo que me haga volver a la casilla de salida y me hará empezar este proceso una y otra y otra vez, entrando en un circulo vicioso que me consume por completo.

–¿Se está desmayando?–escucho la voz de Leah derrochando preocupación, con lejanía.

–Creo que está teniendo un ataque de ansiedad–escucho a papá.

–¡Pues haz algo!–exclama mamá aterrorizada.

–No es tan fácil–murmura Leah–Su cuerpo esta aquí, pero su mente no.

–¡Liam, mi niño, no te mueras!

Mamá comienza a zarandearme pero deja de hacerlo rápidamente cuando papá se lo exige. Pestañeo y poco a poco empiezo a centrarme en mi respiración y gracias a ellos, comienzo a escuchar con una mayor cercanía las voces y a dejar de ver borroso.

–¿Embarazada?–repito.

–¡Sí!–sonríe mamá.

Joder, cuando pensé que no podía ponerse peor, la vida se ríe de mí de nuevo y me hace esto.

Papá se acerca a mi y me murmura que si necesito irme,, a lo que asiento, entonces él me ayuda a llegar al coche y me agusera que conduce él, ya que en mi estado no puedo hacerlo, ademas mientras llegamos a mi coche me pregunta si no quiero llamar a mi psicólogo para poder reaccionar y entender mis malditos sentimientos, pero me he negado.

Cuando llego a mi coche, me quedo sentado hasta que noto que alguien ha entrado, no me hace falta girar el rostro para saber qué es Leah, ya que papá ha decidido darnos espacios.


–¿Estás bien?

–Quiero una maldita semana sin tanto drama–suspiro.

–Has pasado por mucho, Li. Es normal que te sientas así–asegura–Pero todo es pasajero.

Me giro para mirarla, su rostro espersa duda. Sabe que no me gusta el contacto físico—eslecialmente por parte de mujeres—pero puede intuir que necesito un abrazo urgentemente, porque a pesar de que sus palabras si me han hecho sentir algo mejor, necesito un abrazo. Asiento para darle a entender que puede hacerlo, entonces me abraza con fuerza. Cierro los ojos y suspiro, entonces Leah acaricia mi espalda para intentar animarme.

Nunca me habría podido imaginar teniendo una hermana pequeña y mucho menos pensé que en tan poco tiempo acabaría aceptandola y nos volveríamos unidos. Quizá sea porque por fin, después de tantos años, vuelvo a sentir esa conexión de hermanos que tenía con James y que tanto he extrañado a escondidas. Y si bien todavía tengo que hacerme a la idea en algunos aspectos, sé con certeza que Leah me va a aportar mucho en mi vida.

Alba:
Cuando mis amigos convocan una reunión, bufó y me siento en la cama de Ray, justo al lado de mi mejor mientras espero a que alguien diga el motivo de la reunión.

¿Juntos? ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora