1. Primer día

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Había entrado a una escuela nueva, aunque a veces pensaba en darme un año sabático y experimentar en emprender algo pero para eso tenía que terminar la escuela primero.
Tenía pánico de no hacer amigos en una semana, eso me daba terror.

—Cálmate todo va estar bien —me repetí a mi misma en secreto.

Solo respiraba hondo, estaba temblando cuando entré al aula, miraba a todas partes.
Había algunas con su grupo de amigas y yo estaba sola, no podía creer que iba a pasar la escuela de esa manera.

—Hola me puedo sentar —dijo alguien a mi lado.

Cuando mire era una chica de cabello castaño, liso, alta con cuerpo normal no muy trabajado pero era bonita.

—Si te puedes sentar —dije amablemente —Soy Daniela —me presente  — ¿Y Tú?

—Soy Sofía —dijo ella —pensé que no iba a poder hablar con nadie.

—Yo igual, tenía un pánico —dije animada.

—Jajaja si, yo cuando entre en el salón y mire a todas con sus amigas me desanimé —explico.

—Hay que hacer algo juntas, buscar lugares para pasar el rato —dije para ver qué decía ella.

—Si yo me encargo —dijo animada —oye te puedo preguntar algo.

—Si... Cualquier cosa —dije mientras sacaba los cuadernos.

—Te daría miedo si vamos a explorar lugares, cerrados —dijo mirándome fijamente.

—No... Está buena la idea —dije prestando le atención.

—Si, conozco uno... Mi mamá me ha dicho muchas cosas de allá —dijo ella con mucha curiosidad.

— ¿Y cómo se llama? —pregunte vigilando la puerta.

Ya que en cualquier momento entrara el profesor y si nos ve hablando tal vez nos va a regañar.
Me senté con ella en el descanso, me daba gusto hablar con ella, nos estábamos conociendo, aunque me di cuenta que era un poco negativa acerca de las cosas pero eso no quitó el hecho de que me agrado.

— ¿Que música te gusta? —pregunto ella.

—El kpop y el rock —respondí.

—¿Que eso del kpop? —pregunto ella —que chévere, no se mucho de rock.

—Kpop es una mezcla de sonidos que uno conoce y los cantan grupos de hombres y mujeres en coreano —explique.

— ¿Y si es bueno? —pregunto.

—Si... Solo que hay personas que por el idioma no les gusta —dije haciendo caras.

No quería que ella me tachará de rara, quería conservarla, al fin había hecho una amiga después de unos días y no quería asustarla.

—Tan ignorantes, para eso hay traductor, uno busca lo que significa la canción —dijo abriendo una gaseosa.

—cierto, por fin una persona que no dice lo contrario —Dije alzando mis manos —Volviendo al tema del salón, tu te vas a encargar de buscar donde queda.

—Si, yo pregunto dónde queda el lugar ese, se sabe que está cerrado —dijo ella —¿Quieres papitas? —pregunto.
—Si —Acepte metiendo la mano en el mecato.

El día se fue muy rápido, pensé que iba a dejar tarea. Pero a decir verdad la tarea que quedo, la termine mientras estaba hablando con Sofía y por hay derecho se la pase a ella.
El día estuvo muy tranquilo y hablando con ella se me pasó en un abrir y cerrar de ojos.
Al salir de la escuela ella se fue conmigo ya que al parecer vivía cerca de mi casa prácticamente éramos vecinas y me alegraba mucho saber que tenía conquién asistir a la escuela ya no era tan abrumadora la idea de ir sola.
Muchas veces no se sabe lo que le pueda pasar a una mientras camina por la calle, las mujeres o las chicas a veces están expuestas a peligros.

—osea que mañana seguimos con el plan de buscar el lugar ese? —pregunto Sofía antes de desviarse del camino ya que había llegado a su destino.

—Ah si, si te animas pues siii, yo quiero explorar todo entonces tal vez —respondí con tranquilidad sin que se sintiera presionada.

—bueno nos vemos mañana, adiós —se despidió agitando una de las manos.

Decidí hacer lo mismo sin decir absolutamente nada, entonces me giré y comencé a caminar de nuevo.
Me fui distraída mirando el suelo con las manos en el bolsillo de chaqueta, ya que estaba haciendo frío.
El clima era demasiado cambiante en la región.

Al llegar a mi casa pude notar que no había nadie todavía mi mamá al parecer se había no se quedó hasta tarde trabajando y mi abuela todavía no ha llegaba.
Solté el bolso prendí el parlante comencé a escuchar música y a buscar algo para comer.

Comencé a escuchar ruidos afuera de la ventana del baño pero no le quise prestar mucha atención ya que de pronto era mi imaginación.
Sin tener nada que hacer comencé a mirar los cuadernos.
Pero como había sido el primer día de clases no habían dejado tarea entonces me puse a hacer otras cosas en la casa.
Pero extrañamente seguía escuchando ruidos de afuera de la ventana del baño por curiosidad me puse a escuchar con atención.
Parecía como si hubiera un animal del otro lado cuando ahí solo hay un techo.
Tome valentía, aunque no estaba asustada ni nada, si se me hacía muy raro.
Abrir la ventana del baño y me asomé para mi sorpresa no había absolutamente nada.
—Eh, que raro —dije para mí misma. Quise hacer de cuenta que no escuché nada pero para mí mala suerte al entrar se volvió a escuchar.
Volví a abrir la ventana y volví otra vez de nuevo asomar la cabeza.
Comencé a mirar si se podía ver algo ya que era de noche y estaba más o menos entre temprano y tarde.
Se diría entre las 7 y 8 de la noche.
Se me estaba haciendo extraño el hecho de estar escuchando esa clase de ruidos en mi casa.
Era como si lo que estaba escuchando estuviera jugando con mi cabeza, ya que no se dejaba ver, aunque bueno estuviera de noche.
Creo que hasta el momento me estoy dando cuenta que el lugar es un poco extraño y si eso ocurre todos los días no me quiero imaginar si mi mamá lo escucha ya que mi mamá es demasiado miedosa.
Me entré y prendí el televisor para distraer la mente de lo que estaba sucediendo para hacer caso omiso.
En ese momento recibí una llamada de mi mamá que me asustó.
—ay carajo —dije exaltada con la mano en el pecho, así que respondí.

—hola —dijo mi mamá del otro lado del teléfono.

—Hola cómo estás? —pregunté intentando controlar la respiración.

—¿qué le pasó que está como asustada? —pregunto extrañada.

—no nada, yo acá viendo cosas de terror —mentí para no decirle la verdad es que estaba escuchando cosas en la ventana.

—Ya casi voy a llegar, haga juguito porfa —pidio amablemente.

—Si bueno, chaito —dije antes de colgar así que tragando saliva me levanté y me dirigí a la cocina.

Solo esperaba que los ruidos que había escuchado del otro lado del baño fueran mi imaginación.
Me tranquilicé porque mis oídos no escucharon nada raro del otro lado así que saqué las frutas y conecté el motor de la licuadora y le puse el vaso y la llene de agua y empecé a picar las frutas para preparar el jugo.
Pero cómo tiene juegos mentales de tratar a convence otra vez a escuchar.

—ay no esto no me puede estar pasando a mi —Renegue para mí misma sin dejar de mirar la ventana.
Los ruidos ya más de tres veces, hay sí ya estaba modo alerta.
Ya me he dado cuenta que no era parte de mi imagen eran reales.
Ya un poco más temblorosa comencé a abrir la ventana yo solo esperaba que fuera un ratón.
Comencé a asomar poco a poco la cabeza, sentía como se aceleraba el corazón por segundos.
Hasta que comencé a entre cerrar los ojos a mirar entre la oscuridad haber si era algún animal.
Noté una pequeña cabeza que se me quedó mirando a los ojos y eso me asustó era de ojos redondos.
Me quedé congelada mientras la veía nos conectábamos con la mirada y se empezó a mover lentamente de frente y luego procede a salir corriendo.
Quede petrificada y no casi que no vuelvo a recuperar el habla o sea lentamente después de ese suceso cerré la ventana y quise hacer de cuenta que no pero sus ojos no salían de mi mente.
Contuve la respiración hasta el momento en el que llegó mi mamá para que ya no se asustara tuve que recuperar la voz.

Lugares ProhibidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora