22. la torre perdida

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Después de todo el problema con el tipo,  hinata nos acompaño en el recorrido sin fin para terminar de recorrer el bosque de niebla. Nos fuimos preguntando después de ayudar a Hinata, toda persona que veíamos le preguntamos, por el lugar donde quedarnos haber si teníamos respuesta pero nada a veces simplemente nos evitaban, para que esa manada de dementes querían llegar allá demás que eso era lo que pensaban.

—No parce sabe que hay que darnos por vencidas —dijo Sofía.

—Que? Oigan a esta... Ya llegamos hasta acá, como nos vamos a ir —dije mientras las criticaba internamente.

Nos faltaban cinco días y ya se querían devolver para la casa las cobardes, me parecía una falta de respeto después de haber pasado por todo lo que sucedió anteriormente.

—Dejen de hablar bobadas, como que ir nos? —Dijo Angélic.

Solo pensaba, en las palabras, «puede que tenga razón» pero como había dicho ya estábamos alejadas del pueblo, estábamos de nuevo hay.

—Necesitamos una cama decente —dijo Leidy con la espalda dolorida.

—Si Leidy tiene razón, el carro nos está matando, me duele la espalda —se quejó la dueña del auto.

—Hay que seguir mirando dónde vamos a ir —dije mientras tranquilizaba la situación.

Nos volvimos a subir al carro antes de que se ponga de noche.
Nos da miedo que de pronto se ponga el terreno peligroso para todas, incluyendo los chicos.
No encontramos dónde hacernos mientras caía la noche, así que el resultado fue la torre, de caminar y caminar.

—Eh aquí la torre de Rapunzel —dije insertando voz de guía turística.

—Usted si es muy hijue... Jajajaja —dijo Sofía.

—Hay a lo bien —dijo Salomé.

—Disque la torre de Rapunzel —dijo Melisa.

Todas no hacíamos si no reírnos y hechar chistes de cuenta de eso hasta que Sofía dijo.

—Muchachas se abrió la ventana —dijo señalando hacia arriba.

—hay no asusté —dijo Fiorella.

—Si ella tiene razón —dije yo.

Para acabar de ajustar Samantha Ino mandi Cordelia Eileen Karin clarisa Fiorella y Hinata dicen.

—Alguien se asomó por la ventana, dos personas —dijeron ellas.

Después de que ella dijo eso nos preparamos para lo peor, Melisa fue por un palo, mientras nosotras veíamos como bajaba un enorme mechón de cabello acto seguido bajo una chica con vestido opaco como princesa, antiguo más o menos.

—Auch —grito ella y se puso a llorar.

Melisa pensando que era un espíritu le dió con el palo, no había notado que era de carne y hueso, la pobre chica.

—Hay animal, que pesar —le dije yo.

—Pensé que era un espíritu —se excusó ella.

—Hey... Me está robando las líneas —renego Samantha.

—Jajaja disque mis líneas —solté una carcajada.

—¿Por que no la tocó primero en lugar de darle un paso? —Pregunto Saori —usted si es más charra.

—No con el miedo que tenía pues como —dijo ella.

—Mi cabeza —dijo llorando.

—Hay pobrecita... Que pesar —dijo Eileen con la mano en el pecho.

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