23.Salvar a la princesa Nadia

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Mientras caminábamos por el traicionero bosque, los susurros de los árboles antiguos y el susurro de las hojas bajo nuestros pies creaban una atmósfera inquietante. A mis amigos y a mí nos habían advertido que no nos adentramos en ese bosque, pero la curiosidad nos venció. De repente, un mayordomo con anteojos emergió de las sombras, con sus ojos pidiendo ayuda.

—¡Por favor, amigos, debéis ayudarme! La princesa Nadia, la amada gobernante del reino, se encuentra moribunda en la aldea cercana. La maldición de un hechicero oscuro ha robado la esencia misma del tiempo y, con cada momento que pasa, su fuerza vital disminuye. Se los ruego, ¡encontrad una forma de romper la maldición y salvar a nuestra princesa! —informo el señor que llegó corriendo.

—Donde carajos vamos a encontrar a esa persona quiero saber  —exigió Ino.

Lo que nos estaba pidiendo era demasiado complicado de entender y miraramos por donde miraramos no había forma de encontrar una solución.

—Hay que tener fé —dijo June.

—Si yo se —dijo Ino —pero es que da desespero —continuo quejándose.

—Por lo menos somos 22 —dije con alivio.

–Si, falta ver cuántas vamos a salir de acá —pronuncio Salomé.

—Ah eso es cierto —dije al momento de caer en cuenta.

—¿Y ahora que hacemos? –Preguntamos todas en coro.

—Vio eso se pega —dijo Melisa.

Sin dudarlo, aceptamos el desafío. El mayordomo nos entregó un mapa críptico que nos conducía al corazón del bosque, donde se decía que se escondía la guarida del hechicero. A medida que nos adentrábamos en el bosque, el aire se espesaba con una energía sobrenatural. El tiempo mismo parecía desmoronarse y podíamos sentir el peso de la maldición sobre nosotros.
—Genial... Otro mapa —menciono Samantha mientras guardaba el de nosotros.
—venga yo lo leo —dijo Kakashi.

Estaba en una misión importante y quería saltar de la emoción jamás en mi vida había tenido que salvar alguien de un hechicero, tenía toda la perspectiva de que iba a guapo.

—Ya Dani controla tus emociones —pronuncio Leidi.

—Da ternura... No lo creen, así toda feliz por la misión —agrego Ino.

—Si yo si creo... Parece que está en universal Orlando —dijo Saori.

Al llegar a la guarida, descubrimos un laberinto de pasillos retorcidos y artefactos antiguos. El hechicero, una figura malévola con ojos que ardían como brasas, se reveló. Se burló de nuestra determinación, confiado en que su dominio con el tiempo resultaría insuperable.

—¡Tontos! ¿Creen que pueden vencer la maldición de Cronos? He tejido un tapiz de horas, minutos y segundos, asegurando la muerte de Nadia. ¡Nunca encontrarán los hilos para desenredar lo! —adiciono el hechicero con soberbia.

—Ey! ¡Porque tienes que ser así con una pobre chica! —pregunto Anthony con fastidio.

—ella debía estar conmigo —pronuncio con ira —pero prefirió rechazar me y no va tener tiempo para vivir mas —continuo hablando de una forma más maniática.

Me estaba causando escalofríos, la manera de expresarse y no era justo para la princesa haber sido herida todo porque el no lo acepta.
Era patético hacer daño por un simple rechazo y una maldicion es peor.

—Los reto a encontrara la forma de salvarla, si es que ha eso han venido —pronuncio de manera burlona.

—no nos ponga retos que ya hemos pasado por muchas cosas en este bosque —dijo June con aburrimiento.

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