—No puedo creerlo Lisa— Acoté saliendo de la comisaría.
—Perdón— Repitió ella por milésima vez.
—Si, ya lo dijiste— Escupí enojada—¿Qué mierda hiciste?
Se frenó e hice lo mismo. Tomó aire antes de hablar.
—Encontraron droga en el auto— Dijo y la miré prejuiciosa—Pero no es mia, es de mi padre.
Me quedé callada sin decir ni una sola palabra y ella volvió a hablar.
—Chaeng sabes que el auto ni siquiera es mío y tú sabes como es mi papá.
Era verdad. El padre de Lisa siempre había sido un drogadicto y no le importaba nada. En varias ocasiones Jungkook y yo lo habíamos visto drogandose y él ni siquiera se inmutaba. Suspiré.
—Bien— Dije y sonrió levemente—Pero para la próxima fíjate antes de subir, pagar tu fianza costo un riñón y medio.
Soltó una carcajada y nos subimos al auto donde Jungkook nos esperaba. Lisa lo miró amenazante y él solo se rió. Conduje hasta su casa y la dejé ahí junto al chico. Carraspee y me sequé el sudor de las manos en el pantalón. Había quedado con mi hermana para vernos en un lugar y los nervios me estaban comiendo viva. Hacía casi 4 años que no la veía y sinceramente no quería verla. Ella me había contactado diciendo que estaba en Corea y que quería hablar conmigo, sin preguntarme, así que no tuve mas remedio que aceptar. Busque el nombre del lugar en el GPS y arranqué. Pensé en que iba a hacer o decir en el momento en el que la viera. Me frené en un semáforo y revisé mi celular. Habían dos mensajes, uno de Lisa y otro de Jennie. Abrí el de Jennie.
¿Tienes algo que hacer esta noche?
Sonreí.
No realmente, ¿sugiere algo señorita Kim?
Contestó casi al instante.
Sugiero que nos encontremos en algún lugar.
La bocina del auto de atrás hizo que dejara el celular rápidamente y arrancara a las apuradas. Vi al tipo pasar por mi lado e insultarme, cosa que devolví muy amablemente. Aceleré pasándolo por al lado y sonreí burlona. Miré el GPS y me di cuenta de que estaba más cerca de lo que pensé. Mi corazón volvió a acelerarse y los nervios volvieron a mí. Intenté tranquilizarme tomando bocanadas de aire y contando hasta diez en mi cabeza. Pude ver su silueta a la lejanía. Estacioné y me bajé del auto. Caminé hacia ella, estaba de espaldas.
—Alice— Llamé.
Se dio vuelta y el disgusto es su cara fue notable. Sentí una presión familiar en mi pecho la cual ignoré, ya la había sentido antes.
—¿Para que querías verme?— Pregunté cortante.
—Vengo a decirte un par de cosas— Dijo—Lo haré breve. Mamá y papá quieren volver a verte, quieren que vuelvas.
Evité sonreír, no me iba a ilusionar.
—Quieren verte porque mamá está grave, le detectaron cáncer, papá quiere que la veas aunque sea por última vez.
Sentí como mi corazón dejaba de latir. Mi respiración se cortó y mis labios se entreabrieron. Me quedé congelada durante unos segundos. Me aclaré la garganta y hablé.
—Está bien— Dije—Iré cuándo terminen los exámenes.
Asintió y sin decir nada más se fue. Caminé hasta mi auto y me subí. Apoyé mi frente en el volante y dejé que las lágrimas fluyeran libremente. Apreté el volante fuertemente mientras sentía como el dolor en mi pecho se iba incrementando. Tomé mi celular y abrí el chat con Jennie.
¿Podemos vernos ahora?
