XII

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Capítulo 12: "pruébame, alfa"

(ADVERTENCIA: Contenido +18, si no gusta leer, pues no lo lea y espere al siguiente capítulo, gracias owo).

Entonces ahí se encontraban, sintiendo sus corazones latir con furia por su nuevo comienzo. Un nuevo episodio en sus vidas, eran alfa y omega, por fin. No había nadie más que pudiera decir que Sunoo era suyo, Sunghoon lo sabía. Quería ser el más íntimo amante, confidente, amigo y protector en la vida del menor hasta que envejecieran.

Su mano recorría el esbelto cuerpo desnudo del omega, quien se deshacía en gemidos cortos por la estimulación en su miembro—. Hmm, alfa, más rápido.

Sunghoon sonrió lascivo en el cuello del menor, dejó una mordida antes de besar con hambre los labios ajenos.

Ambos estaban en el salón de su hogar, conociéndose por primera vez, estaban inducidos por el celo pero tan sorprendentemente, aquel alfa dominante no había perdido los estribos, mientras el omega pedía su atención en todo su cuerpo. Lo quería y anhelaba tanto que le costaba al alfa mantenerse al margen para no dañarlo.

No voy a hacerte daño, no otra vez.

Sunoo gimió al sentir los largos y finos dedos palpar su lubricada entrada,  se recostó en el pecho del alfa, poniendo su trasero en alto para que el mayor tenga más facilidad.

—Mételos, mételos ya, alfa—. Rogó con las mejillas rojas y la mirada como si de un cachorro se tratase.

El pene de Sunghoon se puso todavía más duro y le dolía, claro que le dolía demasiado pero su pequeño omega debía disfrutarlo con él, tenía que prepararlo. Metió dos dedos con facilidad, gracias a la lubricación natural, los movió en círculos, en formas de tijera y los metía aún más profundo, solo para escuchar los agudos gemidos del menor, quien se había escondido en su pecho.

—Quiero tocarlo...—. Soltó con voz inocentona el más pequeño mientras posaba su mano en el bóxer que ocultaba el gran pene de Sunghoon.

—Cariño, es todo tuyo—. Soltó con voz ronca el mayor, que Sunoo haya tomado la iniciativa para ello ya era un logro y le excitaba, Dios, le excitaba mucho.

Bajó el bóxer y lo descubrió,  el miembro de Sunghoon era grueso y debía medir, al menos, 20 centímetros. No lo pensó más y lo tomó con una mano, comenzando a masajearlo.

—Más rápido...—. Pidió el mayor jadeante mientras trataba de seguir estimulando al menor, no faltaba mucho, solo debía ser un poco más paciente. Solo un poco más.

Sunoo acató y aunque él también se sentía atontado por las feromonas y la constante estimulación en su trasero, trató de hacer sentir bien a su alfa dentro de su poca experiencia. Escuchó un gemido grave de su alfa cuando masajeó la punta, soltó una sonrisa orgullosa y continuó, dando en aquel punto repetidas veces.

Escuchar a su alfa gemir y gruñir por su mano había sido tan erotico para Sunoo que sentía que comenzaba a mojar todo lo que estuviese cerca de su entrada y su pene, no dejaba de soltar líquido pre-seminal.

Jadeó sorprendido cuando fue levantado y cargado por el alfa, asustado por caerse colocó sus piernas alrededor de las caderas ajenas y rodeó con fuerza el cuello de Sunghoon.

Roomie ; SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora