XXVII

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Capítulo 27 "Un final feliz"

Eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino, eres un asesino...

La mente de Sunghoon no dejaba de pronunciarle aquello de lo que él más temía volverse, un maldito asesino. Hubiera rogado perdón por sus pensamientos sangrientos y pedido clemencia al dios que sea para que lo santifique otra vez, pero no había vuelta atrás.

¿Se había vuelto un asesino?

¿O eran sus pensamientos los que recreaban la tan ansiosa escena que quiso cometer frente al amor de su vida?¿Podía ser un asesino solo por pensar en el asesinato de otra persona?

—Cálmate, Sun...vámonos a casa—. Susurró débilmente antes de besar la cabellera del menor, quien no dejaba de llorar y temblar cual pequeño asustado.

—¿Ibas a matarlo?—. Preguntó entre hipidos, abrazándose a sí mismo, aunque Hoon no sabía de quién quería protegerse.

—Lo pensé, pero me dijiste que no lo haga...

Se sentó en el suelo al lado de su amado, parecía estar teniendo un ataque de pánico y el alfa ya sabía cómo calmarlo, lo ayudó a respirar, masajeo sus manos y le susurró cosas bonitas como »todo estará bien, estoy a tu lado« logrando calmarlo poco a poco.

Cuando pudieron mirarse a los ojos, Sunghoon notó que el menor observaba el cuerpo detrás suyo, había olvidado por completo que su estúpido hermano menor estaba inconsciente.

—Está desmayadito, se despertará luego, vámonos amor—. Tomó las manos del menor entre las suyas y lo levantó del suelo, sus piernas parecían estar débiles pero se aferró a él. Mentiría si dijera que no estaba aliviado, pensó que su omega podría vivir asustado de él y eso le iba a romper el corazón.

No dijeron mas palabras, solo caminaron fuera de aquel lugar, se montaron en el auto del mayor y emprendieron camino a quien sabía dónde.

Sunghoon condujo horas en silencio, con un Sunoo dormitando en el asiento del copiloto.

Observó a su amante, pensando en todas aquellas cosas que haría y no por él, aunque ya ambos sabían que sería capaz de matar por su seguridad, no dejaba de hincarle el hecho de qué tal vez haya quebrantado la confianza que depositaba Sunoo en él.

¿Lo había decepcionado?

Solo el hecho de pensarlo le dolía. Y parece que Sunoo pudo sentir su pena a través de su lazo. S removió incómodo en su asiento y gruñó bajito antes de seguir dormitando como si no hubiera estado secuestrado horas antes. Su pequeño omega.

—Tal vez no fui el mejor en protegerte, mi amor, pero te aseguro que nunca te dejaré de rescatar.— Susurró contra el volante una vez hubo estacionado en una pequeña cabaña dentro de las zonas montañosas cerca a Séul. Era su propiedad preferida para pensar en soledad. Lejos de todo el ruido de la gran ciudad y las preocupaciones sobre su jerarquía y manada.

—¿Dónde estamos, alfa?

Sintió un revolcón en el pecho cuando escuchó a su amado llamarlo de esa manera, todo parecía estar en orden pero no se sentía cómodo aún. Algo no estaba bien. Dejó de mirar al vacío para encontrar la expresión confundida del menor, observaba maravillado todo el paisaje y la cabaña frente a él—. Estamos en mi lugar favorito para pensar ¿quedémonos aquí un tiempo, si?

Roomie ; SunSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora