Make a wish [Yoontaegi] TERMINADA ✔️

🎂Capítulo 3🎂

—¿Entonces eso es todo lo que tengo que hacer? -miré incrédulo a mi supuesto ángel guardián-.

—Que sí. Yo puedo ayudarte pero necesito que pongas de tu parte. Solo pregúntale a ese tal Jungkook si tiene Biología ahora.

—Pero me da corte hablarle. ¿Y si me trata mal? Además... no tenemos Biología ahora. A él le toca Matemáticas.

Yoongi me miró asustado como si yo fuera el acosador a lo que le respondí golpeándole el hombro.

—Vale, que le pregunto. Pero si muero de la vergüenza sin razón, te mataré. -le dije sonriente-.

—Ya estoy muerto. -me devolvió la sonrisa-.

—Hijo de...

Él sólo me estimulaba con sus brazos a que me acercara a Kook, pero yo estaba todo paniqueado.

Suspiré y me acerqué a él para tocarle el hombro.

—Jungkook...este...te quería preguntar si...

—¿Eres Taehyung, verdad?

Me conoce.

—Sí... soy yo. ¿Cómo sabes mi nombre?

—Bueno, sobre eso... -se rascó la cabeza nervioso-.

—¿Tienes biología ahora?

—Espera, deja ver mi horario. -abrió su casillero y lo cerró rápidamente-. Al parecer sí. ¿Tú tambien?-asentí con la cabeza-. Vamos juntos entonces -me dijo tomando su mochila por un asa-.

Casi no podía hablarle. Pero él no dejaba de hacerlo. Y me sonreía. Las piernas me temblaban y mi corazón estaba como loco.

Me volteé antes de entrar al salón de clases y le dije a Kook que se adelantara, a lo que me dijo que me guardaría un asiento. Todo esto era demasiado raro. Sin duda alguna era obra de Yoongi. Pero era feliz conque Kook supiera al menos mi nombre. Lo busqué por los pasillos y ahí estaba, mirándose las uñas y bostezando, por lo que sonreí. Cuando nuestras miradas se encontraron me mostró el pulgar como señal de que todo estaba perfecto y yo solo le susurré a lo lejos gracias.

Era increíble tener un ángel guardián.

Antes de salir del aula Jungkook me pidió mi número de teléfono y temblando lo apunté en su móvil, y me dijo que me mensajearía más tarde. Quizá no sabía que era mi cumpleaños, pero al menos notó mi existencia, aun si haya sido gracias a Yoongi. Descubrí que mágicamente tenía varios periodos junto a mí y eso me hizo ir a la casa dando saltitos de la alegría.

Al llegar a casa no me esperaban precisamente cartas y chocolates.

—¡KIM TAE HYUNG!

La felicidad genuina que había tenido todo el día se desvaneció cuando mi tía me recibió con un grito. Como siempre estaba molesta, y como siempre yo había hecho algo mal, no cumpliendo con sus expectativas, lo habitual.

—¿No te dije que hoy tenías que ir a buscar mi ropa a la tintorería? ¿Y la de tu tío? Tiene una reunión muy importante mañana, ¿cómo crees que podrá ir si tiene toda su ropa sucia? ¡También estaba el uniforme de Hyunsuk! ¡Eres un irresponsable! ¡Tampoco fuiste a hacer la compra mañanera! ¿Cómo esperas que haga la cena?

Tenía tantas ganas de decirle, el tipo de cosas que siempre pienso:

—Hazlo por ti misma si tanto te molesta que yo no pueda hacerlo ya que es mi cumpleaños.

Al parecer, esta vez me poseyó Yoongi o algo, pero en lugar de pensarlo acabé soltándolo.

—¡ERES UN FALTA DE RESPETO!¡CARIÑO!

Llamó a mi tío Yongguk el cual es increíblemente alto y musculoso y al ver que estaba hablándole de esa forma a su mujer me dio una bofetada en mi rostro, el cual dejó todo rojo y caí al suelo.

-Y AHORA... ¡ve a tu habitación! ¡Esta noche no cenarás!

Ellos comenzaron a hablar y yo agarré mis cosas y subí las escaleras para ir a mi habitación, bueno, al ático. Menudo escándalo me formaron en la entrada de la casa, seguro todos los vecinos se dieron cuenta de ello.

Me encerré en mi habitación y aunque mi estómago gruñía porque lo único que había comido en todo el día era la tostada del desayuno y el cupcake que me dio Jimin prefería no comer y pasar hambre antes que verle la cara a la que se hacía llamar mi familia. Ni siquiera me felicitaron hoy, o disminuyeron sus maltratos.

Me senté tras la puerta llorando y recordé lo que me había dicho Yoongi hoy.

Podía invocarlo cada vez que soplara una vela.

Busqué en una de las gavetas de la cómoda donde guardo la ropa una vela y mi encendedor y con todas mis fuerzas intenté que prendiera hasta que lo conseguí.

“Por favor... aparece... es lo único que te pido. Te necesito”.

Tirado en el suelo llevé mis rodillas a mi pecho y miré hacia abajo llorando, hasta que sentí una mano acariciar mi espalda.

—¿Yoongi?

—Shhh shhh....puedes llorar todo lo que quieras. -decía pasando su mano por mi espalda-. Aquí estoy. Algún día serás libre y ellos dejarán de lastimarte.

Me recosté en su pecho y comencé a llorar, llenándole de lágrimas su camisa blanca y él solo me acariciaba la espalda dejándose abrazar por mí. Incluso acarició mi cabeza haciéndome quedar profundamente dormido.

Cuando desperté, horas después, me di cuenta de que había desaparecido.

No quería que desapareciera de nuevo.

A lo lejos, un mensaje entrante en mi teléfono preguntaba: ¿Qué tal?

Era Jungkook.