Taehyung
Derramé unas lágrimas, justo como el día de mi cumpleaños en el que lo invoqué por primera vez, con la esperanza de que apareciera cuando menos lo esperaba, como hizo en ese entonces.
No recuerdo un solo momento en el que no necesité de Yoongi y no apareció. Claro, es su trabajo el cumplir mis deseos y estar ahí para mí, pero el hecho de que se convirtiera en mi amigo y en la única persona que quería ver, que me había hecho la vida más fácil, más feliz, y que eventualmente se convirtió en la persona de la que terminé completamente enamorado, lo volvió la persona que me hacía querer seguir respirando en este mundo tan aterrador y solitario.
Soplé la vela con las pocas fuerzas que me quedaban por tanto llorar y correr, la diminuta esperanza que permanecía aún en mí cada vez se hacía más pequeña. Yo lo arrastré a esto. Llamándolo para que cumpliera mis caprichos, evitando que desapareciera a toda costa, besándolo y teniendo mi primera vez con él, yo lo puse en este aprieto y es por mi culpa que está pagando ahora mismo. Entendería que no pudiera volver a verme, pero al mismo tiempo no es algo que quiero permitir que suceda.
Necesito verte, estúpido Min Yoongi.
No quería abrir los ojos. Sentía que no estaría a mi lado, como otras veces en las que lo pensé, que me dije a mí mismo: "De seguro este fue tu último deseo y por no aprovecharlo bien, esta fue su última aparición y no volverá". Siempre tenía ese tipo de pensamientos por las noches, de que llegaría un momento en el que Yoongi no volvería más, y cuando desaparecieron las velas estuve más seguro de ello, de que ya era hora.
Me sentía como un pequeño niño con miedo a la oscuridad, cuando le apagan la luz de su habitación por primera vez y no sabe donde están sus cosas y como llegar a su cama, pero que su madre lo ayuda, como si se tratara de sus primeros pasos, para que así no se cayera. Quería que Yoongi estuviera, como el ángel que era, detrás de mí para cuando abriera mis ojos, y me dijera que nunca más se irá de mi lado de nuevo y que me ayudaría a caminar un tramo mucho más grande que el de un niño pequeño a su cama.
Había llegado el momento de afrontar la realidad, aún si no fuera de mi agrado. Esta, literalmente, era mi última oportunidad para verle, y todo gracias a mi padre, Jonghyun.
Abrí mis ojos y limpié un poco el rastro que quedaba de lágrimas. Miré a mi alrededor en su búsqueda después de pedir el último deseo que me quedaba. Sabía que había sido inútil. Una estupidez. Que no aparecería. No pude evitar llorar de nuevo cuando no lo escuché maldecir y que lo castigaran con un dolor leve en el antebrazo por meterse conmigo. Extrañaba eso de alguna manera.
-Idiota, estoy detrás de ti.
Su aliento helado tras mi cuello me hizo recomponerme. Esa voz... ¿Se trataba de él, verdad? ¿Esto no era ningún sueño?
Me volteé y no podía creer lo que veían mis ojos. Mi pequeño ángel de cabello negro, vestido de blanco, con una sonrisa completamente plena y unos ojos que casi desaparecían por lo rasgados que estaban, me observaba y me abrió sus brazos.
Lo sujeté con todas mis fuerzas y comencé a llorar, llenando de arrugas, lágrimas y mocos su camisa blanca. No dejaba de tocarlo para cerciorarme de que era real y no una imaginación proveniente de mi cerebro. No podía dejarlo ir de nuevo. Él callaba mientras yo solo exhalaba suspiros entrecortados por mi llanto ahogado. Me dolía a la vez que me hacía tan feliz tenerlo cerca.
-Viniste... Min Yoongi... Acudiste a mi llamado.
-Siempre lo voy a hacer. ¿Soy tu ángel guardián, recuerdas?
Aquella frase me hizo sonreír, pero no pude evitar golpear su pecho.
-¿Por qué vienes a esta hora? ¿Tienes una idea de lo difícil que fue para mí conseguir una vela e invocarte?
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Make a wish [Yoontaegi] TERMINADA ✔️
Fanfic"Con solo el dulce soplido de una vela... haré realidad todos tus deseos". -¿Todos? ¿Hasta hacer que Jeon Jungkook se enamore de mí? -No puedo interferir en los sentimientos de la gente. Afligido, el joven de cabello castaño que acababa de soplar...