🎂Capítulo 14🎂

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Taehyung

¿Dónde están mis velas?

Llevo aproximadamente una hora buscándolas desde que Yoongi se fue. Juraría que las tenía en los bolsillos de mi pantalón. Nunca las saco de ahí, al igual que mi encendedor.

Lo más raro de todo es que mi encendedor sí estaba ahí.

Después de buscar por decimoquinta vez, y voltear los bolsillos, solo para encontrarme con migajas de pan o pequeños hilos, decidí entrar a la cada y buscar en mis otros pantalones o bolsillos de las camisas. Quizá las haya dejado en la mochila de la escuela, o en alguna gaveta.

Tampoco estaban ahí. Busqué cómo loco por toda mi habitación pero no había rastro de mis velas. Sé que no se me habían acabado, siempre tengo algunas de repuesto.

Seguí husmeando por toda la casa, mis tíos deben tener en su habitación, o hyunsuk, o en el sótano, no lo sé.

Pero no había nada.

Recibí un mensaje de mi tía Chorong, informándome que volverían de su viaje antes, y que llegarían a las 5 y 30. Aún me quedaban unas cuantas horas para seguir adelante con mi búsqueda, y ya había echado a lavar las sábanas, pero ya me encargaría más tarde de arreglar todo el desorden que había causado. Min Yoongi era más importante para mí que recibir un regaño. Estaba cansado de ser siempre el chico bueno y dócil que les permite todo a sus tíos solo porque le dan un techo bajo el cual quedarse y dormir.

Me puse una chaqueta y unos tenis y decidí salir a las tiendas de convenciencia a por velas. No podían simplemente haber desaparecido así como así. Quizá y solo quizá a mis tíos se les había olvidado comprar -o pedirme a mí hacerlo-, y a mí se me habían acabado los repuestos.

Fui a todas las tiendas del barrio e incluso llegué a ir más lejos, para que cada que preguntara, los tenderos me miraban extrañados porque no conocían el significado de la palabra vela, más allá de la del barco. Yo les decía que se utilizaban para los pasteles de cumpleaños, pero ellos no me creían, era como si les hubiesen lavado el cerebro. Incluso fui a una tienda de pasteles para aclararme y tampoco sabían de la existencia de aquel objeto tan pequeño, pero la única vía que yo tenía para comunicarme con Yoongi. Para poder llamarlo.

Todo esto debía tratarse de una mala broma.

No me quedó otra opción que llegarme hasta la casa de lo otro que tenía más parecido a un amigo, Park Jimin, luego pasaría a casa de Jungkook si era necesario. Yo no podía estar loco, alguien al menos debía creerme. Las velas existían.

Toqué tres veces su puerta y justo cuando pensaba que no había nadie en casa él salió. Vestía únicamente una camisa blanca que le quedaba un poco grande, y tenía el cabello despeinado.

A saber qué estaba haciendo con Hoseok, pensé.

De repente vi en la zona del pecho unas iniciales bordadas en la camisa, las cuales decían JK.

No podía ser cierto, ¿verdad? Seguro se trataba de una marca.

Él no abrió completamente la puerta cuando se percató de que era yo.

—¡Tae! ¿Qué haces aquí? Me hubieras llamado antes.

—Estoy algo apurado, lamento incomodar. ¿Todo bien?

—Sí, todo perfecto. ¿Se te ofrece algo? -abrió sus ojos lo suficiente como para que se le saliesen, indicándome que me fuera-. Estoy algo ocupado aquí.

—Será rápido. ¿Tienes algunas velas por ahí que pudieras regalarme?

—¿Velas? -Dudoso se me quedó mirando mientras arqueaba una ceja-. ¡Ah ya sé! ¿Para qué quieres una vela?

Make a wish [Yoontaegi] TERMINADA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora