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JungKook despertó y lo primero que hizo fue levantarse en busca de algún paño húmedo para limpiar el cuerpo de Taehyung, quien aún permanecía dormido, su rostro varonil y su delicado cuerpo aún con algunos moretones eran alumbrados por el sol que entraba por la ventana casi listo para esconderse y dar inicio a la anochecer, dándole una increíble iluminación a cada parte de él así provocando que JungKook sonrieron con ternura, realmente lo amaba.

Una vez lo limpió con cuidado de no despertarlo, él fue directo al baño para ducharse rápidamente así quitando cualquier rastro de sudor, una vez salió, bajó hasta la cocina para buscar algo de beber mientras llamaba por una pizza puesto que ahora ya no podría hacerla, sonrió enternecido al recordar cada detalle de lo que había pasado horas atrás, estaba fascinado. Una vez dio por terminada la llamada con la pizzería inmediatamente entró una llamada por parte de la mamá de Taehyung, este contestó de inmediato.

—¡JungKook! Quería hablar contigo de algo sumamente importante acerca de Taehyung, cuya noticia quiero que se la des tú.

—¿Pasó algo malo?

—¡Por supuesto que no, diría que es increíble!, ¡El director de moda de Gucci me ha pedido que Taehyung participe como modelo en la próxima colección!

La madre de Taehyung gritó al otro lado del teléfono realmente emocionada junto con JungKook quien hizo lo mismo, sonrió en grande realmente orgulloso de su pequeño esposo quien dormía como osito en la habitación.

Por favor, dile esto por mí, aún estoy con el imbécil de Kim y no podré ir a decírselo.

—Yo le diré, gracias.

La llamada dio por terminada con un sonriente JungKook corriendo hacia la habitación para despertar con besos al pequeño oso recostado sobre la cama.

Sin embargo las cosas empeorarían en el momento menos esperado debido a una pequeña rata escurridiza.

[...]

El día siguiente llegó rápidamente, JungKook llevaba sus maletas previamente preparadas hacia el maletero de la camioneta de su mánager en ayuda de este, mientras que Tae lo miraba desde el sillón tratando de disimular la tristeza y el mal presentimiento en su ser, no sabía cuánto tiempo se iría, si sería hasta que la grabación de por terminada o si vendría de vez en cuando de visita, pero lo que si sabía con certeza es que no quería que se fuera de su lado.

—Está todo listo. —llamó su mánager.

JungKook se giró hacia Tae, quien ahora evitaba mirarlo porque sentía que si lo miraba terminaría llorando en sus brazos rogando que no se fuera, sin embargo no lo haría. Su esposo al contrario de él, se acercó, hincádose a su altura para poder mirarle el rostro.

—Vamos Tae, ya debo irme, son 3 horas de camino, cielo.

JungKook dejó un beso, dos besos, tres besos y cuatro besos en la mejilla de Tae para así llamar su atención, sin embargo escuchó un bajo sollozo. Tae no quería llorar pero, lo estaba haciendo justo ahora.

—Amor...

—L-Lo siento, es que no quería, pero no pude evitarlo.

JungKook se acercó y escondió el rostro de Tae sobre su hombro, provocando que este se soltase a llorar desconsoladamente, no quería que se fuera aunque fueran simples 3 días, lo quería con él y nada más. JungKook lo abrazó mientras dejaba besos en el cuello de su chico, dando palmadas tiernas sobre su espalda permitiendo que llorara sobre él.

—Sé que me extrañarás, pero haremos llamadas todos los días, ¡Te mandaré mensajes incluso cuando vaya al baño!

Tae le dio un débil golpe en el pecho de JungKook, se separó de su esposo y al fin le miró, sus ojitos estaban rojos por el reciente llanto, su nariz se veía un poco hinchada mientras que sus labios formaban un adorable puchero.

𝓜𝓪𝓽𝓻𝓲𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 𝓪𝓻𝓻𝓮𝓰𝓵𝓪𝓭𝓸 •ᴷᵒᵒᵏⱽDonde viven las historias. Descúbrelo ahora