Todas las noches tengo el mismo sueño, me encuentro frente a sus ojos verdes parece que puede mirar a través de mi, me siento tan inquieta al estar cerca de el, sin embargo tan cercano, tan mío, nunca he logrado decirle nada, el siempre desaparece n...
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El quedarme en casa no es realmente necesario, además parece que Bastian aparece frente a mi cada vez que lo necesito, sería como alguien que me cuida al menos así lo empiezo a sentir
- Hola, me quieres acompañar un lugar- me dice con una sonrisa en sus labios
-No creo que pueda
- Vamos prometo que no muerdo- empieza a sonreírme, y no puedo evitar sentir nostalgia.
- No lo se- me siento nerviosa en su presencia
- No acepto un no por respuesta
Pero vaya que es insistente, estoy segura de que si mi jefe se entera de seguro se enoja, pero después de todo ya me empezaba a sentir mejor, trataría de llegar antes de que Alexander se de cuenta.
- Está bien espérame no puedo ir así, me vestiré con algo cómodo
- Te espero en la entrada, ya tengo todo listo- le veo esa sonrisa, incluso hasta sus ojos brillan, creo que eso me lo imagino
Voy a mi habitación, a me cambio de ropa, me coloco un short un una camiseta de tiras, tomo un bolso y guardo mi bloqueador, espero realmente no volver a sentirme mal, después de todo lo sucedido no logro entender que me pasa, así que me serviría distraerme por un momento.
Al salir de la casa ahí está el apoyado sobre la pared del ascensor casi podía notar la tristeza en su mirada, parecía perdido en sus pensamientos, en mi interior solo quería acercarme y abrazarlo Bastian era un enigma para mí, pero sentía que sería peligroso el hacerlo, aún sin darme cuenta había corrido por aquel pasillo hasta llegar a él, terminé abrazando su cintura mientras que el se quedó quieto se podría decir que se congelo, hasta que después de lo que parecía mucho tiempo el me correspondió el abrazo, terminando con un beso suyo en mi frente.
- Es hora de irnos pequeña- me dijo mientras cambiaba en un segundo sus facciones y volvía a sonreír como todas las veces que lo miraba
- Eeee... Si ya estoy lista, y lo siento es solo que - las palabras sonaban entrecortadas, yo como tonta sin poder continuar la frase
Me sorprendía lo que me sucedía con él acaso estoy loca se supone que estoy comprometida con Alexander, el chico de mis sueños, literalmente había soñado tantas noches con él, después de como me trato, aún no siento que el realmente sea el indicado, a pesar de su cambió, este sentimiento de incertidumbre no podía alejarlo
Cuando al fin siento que volví a respirar, ya estaba de la mano de mi vecino, dentro del ascensor de camino al estacionamiento, aún al salir no soltó mi mano, me llevó hacia un vehículo negro con los vidrios polarizados, como no se de carros no puedo decir cual era lo que sabía es que se veía costoso.
Como todo un caballero me abrió la puerta ayudándome a entrar y colocandome el cinturón de seguridad, el sentir sus manos rozando con mi piel hizo que me estremezca ante su contacto, lo único que pude hacer es sonreírle.
