TU MIRADA EN MI

8. MIEDO A LA REALIDAD

Me cuesta tanto entender esta realidad, acaso no tendré la oportunidad de escoger a mi esposo, no puedo enamorarme, siento la discusión que tienen mis padres con mis hermanos muy lejano, hasta que los gemelos se sientan a mi lado, yo nunca pensé que harían esto, sinceramente no es justo.

- No entiendo como pueden decidir así en la vida da Abril- dice Pablo- se que esta enojado, porque subió el tono de su voz

- No estoy de acuerdo- replica Iker mientras limpia las lágrimas que comenzaban a caer por mis mejillas

- Hijos esto se decidió desde hace muchos años cuando ustedes eran niños, además deben entender que es lo mejor para la compañía

- Osea, que si alguno de nosotros se hace cargo de las empresas, Abril no tendrá que casarse con un desconocido- dice Pablo

- Bueno las empresas con las que nos vamos a fucionar tienen a su primogenito, quien será el esposo de su hermana- dice mi papá

- Cariño míralo así los dos pueden manejar las empresas juntos, además nunca te faltará nada- dice mi madre con lágrimas en los ojos

- Claro que si me faltará amor, no soy una mercancía, no puedo creer que me hagan esto, salgo corriendo del departamento, pero acaso esto es una broma, pues pueden decirme dónde se encuentran las cámaras escondidas

- Espera pequeña nosotros vamos contigo

Escucho como gritan los gemelos cuando corren tras de mí, cuando me alcanzan me abrazan

- Sabes creo que nos falta un poco de diversión- Dice Iker

- Tienes razón es hora de salir a bailar como en los viejos tiempos

- Sí, saben que los adoro a los dos, no se que haría sin ustedes

Terminamos yendo al bar del amigo de Pablo, ya llevaba algún tiempo que no salía con el par de locos, pero esta noche solo quería algo y eso era olvidarme de este estúpido compromiso, entramos sin hacer fila porque mis hermanos, tenían entrada libre, son tan populares como celosos, al entrar todos los saludan, aunque pasen los meses se que ellos siempre serán ellos, vamos a la barra.

- Quiero lo mas fuerte que tengas- le digo al barman, mientras mis hermanos se sientan a mis lados

- Parece que alguien tuvo una mala noche, dice el pelirojo mientras me da un guiño

- Nada de coqueteos Itan, es mi hermanita- dice enojado Pablo

- Claro que si bro- pobrecito, lo hacen poner nervioso, por lo que solo se dedico a preparar nuestras bebidas.

- Pero vaya nuestra pequeña es una roba corazones- dice riendo Iker

- No molestes, sabes que no es así

- Claro que si mira como te están viendo- realmente siempre fuiste un poco introvertida, y con este par de guardaespaldas, difícilmente algún chico puede día acercarse a mi.

Después de dos tragos ya estaba mariada, al tercero me puse a bailar en la barra, mientras mis hermanos intentaban bajarme, pero vaya esta era mi noche, ya mañana podré tener miedo a mi nueva realidad, el día de hoy siento cómo mi cuerpo se moviera al ritmo de la música, esta noche siento que podría llegar a conquistar el mundo, alejándome de los problemas, pero algo si se que no me rendiría sin dar guerra, así que el que sea que quiera ser mi esposo no lo dejaría tan fácil.

- Baja de ahí Abril- me grita Pablo mientras Iker intenta subirse para bajarme, yo me encontraba en mi mundo feliz, de algo estaba segura no me dañaría está noche mi supuesto prometido, en este momento me sentía hermosa, podía sentir varias miradas que se posaban en mí, de esta manera pensaba deseo sacar toda esta furia de mi interior, no se que pensaban mis padres al venderme al mejor postor, eso no es verdad claro que lo sabía, ellos estaban pensando en la empresa

- Pequeña sabes que si no te bajas pues yo bailo contigo - me decía riéndose Iker

-Par de idiotas bajen ya de ahí- nos gritaba Pablo, podía ver cómo fruncía su frente, tal vez el también debía subir y dejar de ser tan amargado.

- Hermanito tómalo como mi despedida de soltera - le dije riéndome, en ese momento sentí una mala vibra, como si alguien me estuviera matando con la mirada, aquella energía desestabilizo mis pies, por lo que perdí el equilibrio y termine cayendo a los brazos de Pablo

- Ahora si baja de ahí Iker, nos vamos a la casa, replicó enojado, mientras yo apoyaba mi cabeza en su pecho, realmente me gustaría escapar en este momento, pero no sería justo, después de todo lo que hicieron por mí, este sería solo un pequeño sacrificio, aun así sentía que mi mundo como conocía estaba por terminar.

- Está bien jefe- le decía riendo mientras bajaba.

El camino a la casa tomamos un taxi, aún no me quitaba esa sensación de que alguien me estaba viendo esta noche, con todo lo que sucedió este día espero que no sea más que mis ideas, me recuesto en el hombro de Pablo, mientras el me acaricia mi cabello, logró escuchar los latidos de su corazón y me siento más tranquila.

Al llegar, comenzó a latirme mi corazón, no quería encontrarme con mis papás, no después de lo que hicieron, entramos en silencio, pero todo estaba en orden, vimos una nota en la mesa, en la que nos decían que tenían que regresar a Roma, pero que pronto nos llamarían porque en una semana sería la fiesta de compromiso

- De verdad no les entiendo- termine nuevamente llorando

- Tranquila, si tenemos que secuestrarte, lo haremos, si pequeña ya no llores - me consolaba Iker

- Si, ahora deja de preocuparte ya se nos ocurrirá algo

Está noche fue distinta, como lo hacíamos de niños, los tres dormimos juntos, me sentía protegida, pero sabía en mi interior que no podía negarme, ni dejar que los gemelos se metan en problemas, en una semana será mi compromiso, con un hombre que no conozco, alguien con el que se supone que pasaré el resto de mi vida, se que no se la pondría tan fácil, por algo soy Abril Rossi, futura CEO, del imperio Rossi, además podrá casarse conmigo, tener mi amor es algo distinto.

Espero que estén disfrutando de la historia no se olviden de dejarme sus comentarios y voten

¿Qué pasará cuando se entere que su jefe es su prometido?

Nacerá el amor