Capítulo 6
Día 34, Enero 5.
Enot Miller.
—¡Solecito vamos!
—No iré a ningún lado hasta que me digas a dónde vamos.
—¡¿Qué?! Pero si antes ibas de aquí allá conmigo... Has cambiado Enot—. Golpeé su hombro y él hizo un puchero.
—No mientas tonto, tú eras él que me seguía y además, esta sospechoso que quieras que vaya contigo sin decirme a dónde.
—Te diré cuando lleguemos.
—Aceptare si me compras...
—Un libro. Se menos predecible solecito—. Sonrió con superioridad.
—Entonces quiero que me compres una librería.
—¡¿Qué?! No hablaba de eso—. Rompí en risa.
—Deberíamos movernos, irrumpimos en el tráfico—. Solté una risita.
Solo quería salir por un poco de aire, era por la tarde y el clima era de mi agrado. Jayce dijo que tenía algo que hacer, por lo cual no lo veríamos sino hasta la cena. Y el tonto de Alan me siguió.
—Vamos donde querías ir—. Le sonreí a mi amigo.
Este tonto había crecido demasiado, posiblemente me sobrepasaba en altura con una cabeza de alto. Ya no era el pequeño tonto que se seguía a todas partes.
—Te quiero solecito—. Hace tanto no escuchaba esas palabras.
—También te quiero Al.
Caminamos por la ciudad, el viento era cálido, creo que mejor palabra sería refrescante. El tráfico aumento, era de esperarse ya que el principio y el fin del año usuales siempre son los más difíciles.
Alan y yo aún éramos como niños pequeños, mutuamente cuidábamos al otro cuando algún carro pasaba, uno junto al otro observando tonterías que nada más que él y yo entendíamos. Aún no sabía a donde íbamos, pero estar con él me hizo recordar que eso era lo menos importante.
Pasar de nuevo las tardes junto a ese medio rubio de ojos azul, me hizo recordar de golpe porque lo cuidaba tanto, porque no quería lastimar un solo de sus cabellos, el porque aprendí a confiar de la forma en la que lo hago. Tengo un jodido miedo a perderlo, talvez por eso lo besé en el aeropuerto aquella vez, porque más personas curan, como también causan daños irremediables.
—¿En qué piensas Enot?
—Nada importante tonto—. Traté de alcanzar su cabello, pero no lo logré.
De pronto de tonto me subió en su abdomen y tomó mi mano llevándola de nuevo a su cabeza. Me puse roja al tiempo que me aferré a él con mis piernas, no porque él no haya hecho esto antes, sino porque estábamos a mitad de la calle y las personas nos miraban como si fuéramos una "pareja".
—¡Bájame tonto!—. Rodeé con mis manos su cuello, una caída desde aquí podría romperme una costilla.
—No has olvidado tu promesa ¿Cierto?—. Abrazo mi cintura, y se sintió demasiado bien como para ignorarlo.
—N-no la he olvidado—. Beso mi mejilla, y yo reaccioné como si fuera una niña pequeño ante un chico mayor demasiado lindo.
Sólo me le quede viendo, por eso no note que las miradas habían aumentado, que realmente había muchas personas admirando la situación. Al final me bajo, y volvimos a la calle como si nada, o bueno algo así.
—¡No lo dejes ir!—. Una voz femenina.
—¡Tu tampoco chico!—. Una voz masculina
—Son una linda pareja—. Unas personas a nuestro lado lo mencionaron.
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Hoy y Todos Los Días [✔️]
Novela JuvenilLibro 2 Bilogía "Días y posibilidades" "Podemos enamorarnos al final del camino, te espere por tanto tiempo que ya no tengo prisa" El problema aquí es que él esta despertando sentimientos en mi, que ni siquiera yo sabía que existían. Ha pasado un me...