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Park Minying ¿quieres recibir a Min Yoongi como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?


Si, acepto, yo te recibo como esposo y prometo amarte fielmente durante toda mi vida — al terminar de mencionar la corta oración de aceptación, Minying giró su rostro sobre su hombro para mirar con amor al joven que se uniría en matrimonio con ella.


Min Yoongi ¿quieres recibir a Park Minying como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?


Los espectadores de la boda permanecían estáticos, ni si quiera podían respirar por la añoranza de la aceptación del caballero postrado a lado de la bella joven, Min jugó con los dedos de sus manos dudoso por pronunciar aquella frase que le condenaría a un infierno inminente.


—Si... acepto — Yoongi cerró los ojos con fuerza intentando pensar en el joven que probablemente le estaría mirando con tristeza detrás de la joven, un espectador con la belleza misma para encender toda emoción existente, Min pudo sentir como una lagrima amenazaba con escaparse de sus ojos aún cerrados, aquel llanto en su corazón se debía a la nostalgia por el impedimento de estar al lado del hombre que amaba. Sin poder pronunciar el resto de la oración, Yoongi pensó en aquel chico, en sus ojos, en su sonrisa y en la suavidad de su piel, recordó por un instante la noche que pasaron juntos en el granero, entonces pudo pronunciar aquello, claro que no sería dirigido a la joven, aquel juramente seria solo dedicado a su amante — yo te recibo como esposa y prometo amarte fielmente durante toda mi vida.


— El señor confirme con su bondad este consentimiento que han manifestado ante la Iglesia y les otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Min Yoongi, puedes besar a la novia.


Minying se giró sobre sus pies y se acercó levemente al cuerpo varonil, sin embargo, Yoongi solo pudo tomar la mano de la chica, en un gesto de caballerosidad se escondió, dejó solo un simple beso en el dorso de la mano delicada de la mujer, sonrió y se giró manteniendo sus manos detrás de su cuerpo para mostrar una reverencia a los aplausos emocionales, miró a Jimin y le sonrió con calma y abatimiento, moría por correr a sus brazos, pero solo pudo reprimir sus deseos y guiar a la joven directo al banquete.

Durante el banquete, el joven matrimonio disfrutó las felicitaciones por parte de los invitados, celebraron la unión bebiendo alcohol. Después de todo aquel rito ceremonial, finalmente Jimin había escapado, se robó una pequeña margarita que adornaba los ramos de flores y después de apresurar el paso el joven se encontraba sentado en un rincón del granero, solo la oscuridad le abrigaba, ni si quiera estaba seguro si Yoongi acudiría a la cita planteada aquella mañana, pero esperó con tranquilidad mientras observaba la flor protegida por sus manos.


¿Yoongi, puedes acompañarme al riachuelo? Hay algo que me gustaría hacer antes de que culmine la noche — Minying preguntó sujetándole la mano al joven una vez que aquel se levantó de su sitio para acudir a su tan anhelada cita.


Te acompañaré cuando vuelva, si me permites, debo hacer algo antes.


No tardes, que debo dejar que el rio se lleve mi corona de flores para que tengamos un futuro próspero — Yoongi miró con seriedad aquel rostro inocente y negó.

1850: Beso ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora