Miradas

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"Vamos a una cita"

Bakugou leyó, aturdido. Repasó el contenido de aquel papel de nuevo. Sacudió la cabeza. Las letras no parecían cambiar, ni danzar descontroladamente, así que no era una ilusión. Sus ojos analizaron las palabras más de tres veces en su mente. No podía creerlo.

Un par de ojos de color inconsistente lo observaban desde su lugar. Sus órbitas podrían dejar al rubio sin cabeza por la menuda fuerza que aplicaba en su mirada. Los hombros de Bakugou se estremecieron. Una corriente de electricidad se deslizó de su nuca a sus pies. Cerró los ojos. Apretó los párpados.

Todoroki acababa de invitarlo a una cita —a través de algo digno de unos niños de quinto de primaria— y ahora no dejaba de acosarlo con la profundidad de sus ojos.

Shoto estaba ansioso por conocer la respuesta de Katsuki.

Bakugou se levantó de su pupitre de la manera más civilizada que conocía, y se acercó al lugar del heterocromático.

—Toma tu recadito, Mitad-mitad, y métetelo por donde no vuelva a salir. —Bakugou gruñó. Arrugo el papel entre sus dedos, y lo lanzó a la cara de Shoto. El chico se sobresaltó, pero atrapó el papel a tiempo.

—¿Entonces eso es un no?— Todoroki frunció el ceño en algo parecido a una mueca triste. Vio el papel que le envió a Bakugou, arruinado. Intentó desdoblarlo.

—¿Pues tú qué crees, estúpi-

—Yo creo que es un sí, porque viniste hacia mí. —interrumpió al rubio, encogiéndose de hombros. Finalmente, sus manos trajeron la forma del recado de vuelta a la vida. Habían bultos y arrugas por la completa longitud del papel, pero la tinta de la pluma aún se distinguía.

Bakugou golpeó la mesa de Todoroki. Con esa misma mano se recargó. Miró a Todoroki con ira.—¡Bastardo de mierda!— exclamó.

Todos se alertaron al oír aquello. El aula estaba ocupada por tarea, así que era poco el ruido que los molestaría.

Hasta que Todoroki mandó ese recadito.

Todos se giraron en sus asientos para observar la escena. Su maestro aún permanecía dormido, pero...

¿Cuánto alardeo hacía falta para despertarlo?

—Sólo era una sugerencia, Bakugou. Si no quieres no, y ya. —el bicolor le restó importancia. Esto pareció enfurecer más al rubio.

Pues, Bakugou no quería complacer a Todoroki. Y, Todoroki, al adaptarse a cualquier decisión de Bakugou, hacía lo opuesto.

—¡NO ME LLEVES LA CONTRARIA, BASTARDO!—el explosivo volvió a dar otro golpe. Todoroki lo miró, estoico, sin ser afectado.

Las orejas de Aizawa se percataron del ruido. Similar a como haría un animal, se puso en guardia al instante. La saliva que le caía por la boca pareció retroceder en el tiempo, puesto que volvió hacia los labios del hombre en reversa.

—No te llevo la contraria, sólo deseo que te sientas cómodo. —Todoroki negó levemente al hablar. Bakugou estaba que le salían colmillos y garras.

—Eres una basura de mentiroso. —Bakugou rechistó, se relamió los dientes.

El chico estaba bastante ofendido.

¿Cómo se atreve ese bastardo a invitarlo a una cita?

—No miento.

Mhm, claro.

—Te lo digo en serio, Bakugou. Desde el recado, a lo que te digo ahora, es verdad. —Todoroki recalcó. Jugaba con el papel entre sus manos al hablar.

𝐄𝐥 𝐓𝐫í𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 || Shoto Todoroki & Katsuki BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora