Contrastes

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—Bakugou, muévete al asiento de al lado. No tengo espacio. —te quejaste. Te removiste en tu lugar, incómoda por el poco espacio personal que tenías.

—No me digas que hacer.

—Tengo la nalga aplastada contra el tubo ese para agarrarse, ¿de verdad no puedes moverte? —empujaste a Bakugou con tu cuerpo. El chico soltó un gemido de molestia.

—No.

—¿Por qué no compraste los boletos que incluyen la preselección de asientos? —cuestionaste, haciendo un mohín.

—No hagas berrinche, niña rica. Aguántate. El tren va rápido, no tardaremos en llegar. —argumentó. Asentiste con lentitud. Dejaste caer el peso de tu cuerpo sobre el de él. Bakugou se sacudió, intentando quitarte de encima.

—Deja de moverte. —pediste.

—Quítate.

—No.

Minutos después de discusión tras discusión, tal y como dijo el joven rubio, el tren llegó a su estación.

"¡Yokohama les da la bienvenida!"

¿Yokohama?

Hacía semanas no escuchabas nada sobre este lugar. Tantos recuerdos que traía. Ninguno bueno, cabe destacar.

—Oye, ¿qué hacemos aquí?— preguntaste al cruzar la salida de la estación. Tus palabras tenían una pizca de temor en sí mismas.

Las puertas movedizas se cerraron a su espalda. La ciudad en la que estaban brillaba frente a ustedes. Jamás habías estado por esta zona. O al menos, no recordabas. Personas caminaban de un lado a otro, enfocadas en su destino. Carteles de todos los colores llenaron su mirada. La mayoría siendo anuncios, o algún tipo de frase motivacional. En ellos habían rostros de celebridades y personajes de series, o películas.

—Por acá. —Bakugou evadió tu pregunta. El chico te guio por una banqueta, al costado de la calle. Carros pasaban de cuándo en cuándo, pero ninguno de ustedes les prestaba atención.

A tu derecha, habían locales de todos los tipos. ¿Restaurantes? Allí estaban. ¿Tiendas de ropa? Allí estaban. ¿Bazares de coleccionables de héroes? Allí estaban. De verdad, había un poco para todos en esa calle.

Un logotipo familiar se localizaba en la avenida de enfrente.

"『S』"

S de Sakai.

—Ni se te ocurra llevarme a esa tienda. —señalaste al local con el logotipo que reconociste antes. Bakugou dirigió su mirada hacia donde mostrabas. Se encogió de hombros.

—Hay suficientes de esas en Musutafu. No te traje hasta acá para que lidies con tu estúpido negocio familiar.

—Gracias. —agradeciste. —Y, hablando de eso, Bakugou. ¿Tus padres también son diseñadores, no?— dudaste, una sonrisa de lado en tu rostro.

—Los viejos disque hacen ropa y no sé qué tonterías más. No me interesa. —confesó. Arrastraba los pies al caminar.

—Ya veo. Pues creo que mis padres alguna vez trabajaron con los tuyos. Así que, han de ser buenos en lo suyo.

—Quién sabe.

Entre más avanzaban, más lograbas identificar tus alrededores.

Y eso definitivamente te aterraba.

—¿Ya sabes dónde estamos?— Bakugou interrogó, sarcástico.

—¿Por qué me trajiste aquí?

𝐄𝐥 𝐓𝐫í𝐨 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 || Shoto Todoroki & Katsuki BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora