Golpear su cabeza contra una pared no es lo que Lan Jingyi esperaba hacer dos días después de su graduación. Pero es lo que le apetece hacer, ya que Lan Sizhui ladea la cabeza y le mira con una sonrisa curiosa. "¿Un viaje por carretera? ¿Tú y yo?" E...
Nuestros chicos favoritos tomándose un merecido descanso veraniego
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Lan Jingyi es bueno con la gente.
Es cierto que no ha pensado demasiado en el por qué exactamente, pero a estas alturas de su vida, piensa que algunas preguntas es mejor dejarlas sin respuesta. Le gusta pensar que una de las razones es porque le gusta observar—al fin y al cabo, no siempre ha sido ruidoso y grosero; había pasado unos años bastante dolorosos intentando reprimir su naturaleza y su voz, y aunque no desea volver a esos tiempos tranquilos y sombríos, le gusta atribuir una parte muy importante y muy buena de su personalidad a la represión de su propia identidad. Porque cuando la identidad de uno se minimiza, puede pasar mucho, mucho tiempo observando y aprendiendo de la gente que le rodea.
Con el paso del tiempo, Lan Jingyi se ha vuelto muy hábil en esta habilidad. Eso, unido a su semblante naturalmente travieso y a su constante disposición a reírse de sí mismo, hace que la gente se sienta cómoda desde el primer momento. A estas alturas, como joven adulto, es una segunda naturaleza para él encajar en una multitud. En cualquier grupo.
Incluida ésta.
"¿Qué quieres decir con que no podemos conseguir McDonalds?" Jin Ling parece estar a punto de lamentarse. "¡Da-jiu! ¡Pensé que estabas de buen humor hoy!"
"¿No se acerca la graduación para ti?" Wei Wuxian regaña. Tiene puesta su voz de "papá", y Jingyi siente una risa burbujeando en su garganta. Realmente se ríe, el sonido es bajo y ronco, un sonido que un joven no habría creído que podía hacer. "¡Acabas de quejarte de que no puedes respirar después de tu solo de ayer! Necesitas comer hortalizas. Verduras. Nada de esa mierda frita. Además, acabamos de comer, no actúes como si te estuviéramos matando de hambre".
"Déjalo vivir, Wei Wuxian", gruño Jiang Cheng, metiendo las manos en los bolsillos. "No querrás estar sujeto a sus lamentos durante los próximos tres días".
"No voy a estar sometido a sus lamentos durante los próximos tres días", resopla Wei Wuxian. "Le romperás las piernas por mí, ¿verdad? Este sobrino tuyo está siendo maleducado y grosero". Piensa un poco. "Y una diva".
Jiang Cheng se cruza de brazos. "Ahora que lo dices, no le romperé las piernas por eso. Y además también es tu sobrino".
Jingyi deja escapar otra carcajada. "Jiujiu, te estás ablandando".
"¿Quién lo dice?" Le suelta un chasquido, aunque no hay verdadera malicia en su voz. "Mi objetivo en la vida es molestar a Wei Wuxian. Si Jin Ling puede hacer eso por mí, es bienvenido".
Jin Ling se ilumina visiblemente, inflando el pecho, y se da la vuelta de nuevo. "¡Da-Jiu! Quiero McDonald!"
"Poco profesional", Wei Wuxian le da un golpe en la frente. "Con privilegios".
