Changbin por fin llegó y encontró a su amigo caminando de un lado a otro. Se preocupó tanto que fue a él y tocó su hombro, llamando su atención, pero al verlo y ver su gesto de negación, lo llenó de preocupación y miedo al número más grande que exista. Llevó ambas manos a la cabeza y desordenó su cabello desesperadamente.
Quería golpearlo y meterle sus buenos puñetazos junto con maldiciones pero, el miedo hacia Saen no lo dejaba. Sabía perfectamente que Minho se maldecía una y otra vez dentro de sí, sintiéndose como una mierda por haberle hecho eso a ella.
Recordó las últimas palabras que le dijo: «perdóname ,¿si? es por tu bien» ¡¿cuál bien?! ¡lo único que hizo fue exponerla al peligro sin protección alguna! volvió a correr pero sus esperanzas ya estaban muy acabadas. Cayó otra vez de culo al piso, aguantando las ganas de llorar.
— ¿si fuera Saen a dónde iría? o ¡Saen no escapó maldita sea, la agarraron y la... y la... — calló. — seguro está bien, digo que lo está y eso espero.
Por milagro de los dioses, alzó su mirada, viendo como una cabeza se asomada por la entrada de aquél callejón y salía de ahí. Cuando ya estuvo a la luz, era ella. No lo dudo y corrió abrazándola fuertemente. Al principio la más baja quedó paralizada, pero al saber quién era, se calmó y comenzó a llorar. Minho por su parte se tragó las lágrimas y solo la abrazó, mientras le pedía perdón ciento de veces por dejarla ahí sola.
—de verdad, lo siento— sus palabras sonaban tan arrepentidas y su rostro demostraba miedo, preocupación y mucho más. — lo siento, te juro que me arrepiento de haberte dejado ahí, perdón— por parte de la menor, lo primero que hizo fue golpear su pecho con fuerza. Lo odiaba en ese momento. No sabe lo que tuvo que pasar estando ahí sola. El susto que casi la mata y un hombre que por poco le quita la cabeza con sus manos. Lee solo aguantaba los golpes ya que comprendía a la más baja. En uno de ellos le dio tan duro que pensó que le había partido su pecho. Agarró con amabas manos los puños de Saen, para que dejara de golpearlo, puesto que ya le dolía la zona.
—maldito idiota. No sabes lo que tuve que pasar por dejarme ahí sola, ¡¿pensaste que estaba salva ahí en ese rincón?! Eres un imbécil por pensar en ello. Te odio Lee Minho, ¡te odio!.— sus piernas flaquearon pero no cayó al piso ya que el chico frente suyo lo evitó.— suéltame— pidió con ira— no quiero que me toques. — se zafó de él — ¿dónde está Jake?— preguntó empezando a caminar cojeando.
Con pasos lentos detrás de ella, a solo unos cuantos centímetros, evitando que se cayera, aunque siempre ella le respondía con un suéltame o con una mirada matadora. Llegaron a donde anteriormente ella estaba escondida, encontrándose a Changbin y a Jake. Ella, sin dudarlo, corrió a los brazos de su amigo y lloró nuevamente.
Minho solo la miró, abrazada de aquel chico que se hace llamar mejor amigo. Changbin llegó a su lado y le golpeó la cabeza— eso por ser un idiota sin cerebro. — fulminó al más alto y se acercó a la chica que ya se había separado de su amigo— vamos nena. — tocó su hombro y empezó a caminar. Detrás de él, los otros tres.
***
Seguían corriendo sin parar, puesto que detrás de ellos, a una cuadra de distancia, un par de personas corrían a toda velocidad, para sacarle los sesos. Esto era una locura, por solo haber pasado frente a unos «muertos» comenzaron a perseguirlos. Pues resulta que los descarados, se hicieron pasar por muertos y, al verlos pasar «revivieron». El grito que pegó Saen al verlo, los hizo que se taparan los oídos. En estos casos, esa chica servía de ayuda por sus gritos de delfín, agudos, escandalizadores y sobre todo, ensordecedores. Los disparos que ellos le daban, no servían de nada, ya que, los dos que los perseguían, tenían aquel traje antibalas.
Que astutos.
La pierna de la femenina ya se estaba medio recuperando, podía correr pero no mucho además de que cojea bastante al hacerlo. Si no le rendía cuando estaba sana, mucho menos después de recibir un balazo. La respiración de todos cuatro estaba agitada y de la menor, sentía que se le acababa el oxígeno. De lo que sí ha hecho, es que, sus piernas por lo menos están haciendo ejercicio, de correr a cada rato para escapar de unos locos descerebrados amante de la muerte.
Pudieron esconderse de esos dos gracias a la pared de una casa que sobre salía. La más baja tomó una bocanada de aire para llenar sus pulmones nuevamente.
— ¿estás bien?— el más bajo de los tres hombres le preguntó. Ella asintió— la pierna, ¿te sigue doliendo?
—un poco, pero no es como para morir. — intentó sonreír, pero le salió más bien fue un gesto. — y tú, ¿cómo está tu brazo? — Changbin asintió dándole a entender a la menor que estaba bien.— me alegra.
Se sentó en el suelo para descansar un poco y seguir retomando el aire que se le había salido por correr. El cuerpo de Saen siempre estaba en mood: tembladera. Siempre y a cada rato temblaba, como si tuviera hipotermia.
Como si la suerte no estuviera de su lado. Volvieron a correr al ver a la pareja de locos acercarse a ellos. Esos dos estaban más cerca que antes, cada vez acercándose más y más a los cuatro que corrían sin parar. Jake pudo ver una reja frente a ellos y sin dudar se dirigió a ella, donde pasó por la puerta que estaba entre abierta, ya que por esta, le daba paso a otro barrio. Minho y Changbin pasaron después de Jake y por último, Saen. Que al pasar y Minho al cerrar la puerta y correr, se paró en seco, no solo él sino los otros dos también al oír el grito de Saen.
#miedo #terror ahre
esto no da miedo ¿verdad? Estoy tirando suave .-.
Oh Saen, qué te habrá pasado mi vida?
Espero que les estén gustando, no se les olviden votar, comentar, incluso en seguirme!
Os quiero.
Att: Leen
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12 hours :: Lee Minho
Mystery / Thriller《Tienes solo doce horas para que sobrevivas de este infierno de balas, sangre y muerte》 ______________________________________ ⊰⊹ฺ @ Lee Minho ⊰⊹ฺ ______________________________________ info° メ Historia inspirada en: "la purga" メ...