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Changbin y Jake aparecieron un poco después de que Minho y Saen hubiesen salido de aquel parque.

Lee Know sonrió al ver la furgoneta frente suyo. -sube- Changbin le habló por la ventana ya baja. Éste sin dudar hizo caso, abrió la parte de atrás, viendo todo completamente vacío. - tú también, Saen. - la menor se dirigió corriendo a la parte trasera, viendo como Minho ya estaba dentro.

-¿puedes ayudarme?- le pidió. Pero, viendo la actitud tan despreocupada de él, supo que no le haría caso. Bajó su mano que estaba extendida para que el mayor la agarrara y la ayudara, a apoyarla en el piso de la furgoneta e impulsarse para montarse, cosa que no le funcionó.

Una, dos, tres veces el intento fue fallido.

-eres muy enana- en un tono burlón Minho habló. Agarró las manos de la más pequeña para jalarla y subirla, con ayuda del pequeño impulso que hizo, subió por fin.

-gracias- murmuró. Caminando para sentarse al fondo de la furgoneta.

-¿Ya?- la voz de Bin sonó. Minho asintió; éste cerró la puerta con un poco de fuerza.

Pudieron arrebatar la furgoneta gracias a la pequeña batalla que tuvieron con los dueños o supuestos dueños anteriores del auto. Aunque no hay que omitir que tuvieron algunos inconvenientes al volver, puesto que varias personas, fans de la muerte los atacaron. Tuvieron que huir un rato para luego volver.

Jake disparaba tan bien, cosa que hizo que Changbin le admirara un poco. Desafortunadamente recordó las palabras de su amigo que le había dicho antes de ayudarlos en un principio.

«-no te confíes de él. Es un maniático peligroso que te puede matar si te descuidas.»

Changbin manejaba el automóvil con una buena velocidad y, mirando al frente a la carretera para no chocar y ver a algún matón en medio de ésta.

Mientras tanto Minho estaba sentado al lado de Saen, dejando un buen espacio entre los dos. Ambos estaban perdidos en sus pensamientos. Saen estaba encogida, abrazando sus piernas, su mentón apoyado en las rodillas y su mirada en el piso de la camioneta.

Habían andado bastante.

«papá, mamá, Seungmin; no estoy bien mentalmente, se los juro. Quiero regresar a casa ya, tengo miedo. Mucho miedo» habló en su mente, ocultando su rostro.

Unos pequeños números en un rincón de la camioneta llamó la atención del castaño.

24. 23. 22. 21. 20. 19

A cada segundo, los números bajaban. La parte curiosa de Minho llegó a él, provocando que éste se levantase a mirar qué era aquello.

La castaña a su lado alzó su mirada al verlo levantarse y vio a la dirección de lo que éste estaba viendo con tanta atención.

Al comprender qué era, sus ojos se abrieron más de lo normal y su preocupación volvió a él. La menor lo miró con curiosidad.

Caminó rápidamente a donde estaba y golpeó con fuerza la ventanilla que dejaba ver al conductor y al copiloto. -¡parad ya el auto!- gritó. Changbin frenó en seco, logrando que Jake se fuera hacía adelante y Saen también.

El alto abrió la puerta, bajando del auto en un salto.

-hay una bomba en el auto- avisó cuando llegó a la ventana de su amigo. Seo abrió sus ojos como platos. - en la parte trasera hay una bomba, ¡Joder, salid del auto ya!

Los dos que iban adelante salieron disparados. Saen por su parte, aún seguía dentro, estaba tiesa en su lugar. Una bomba; estaba debajo de una bomba.

-Saen, ¡Saen!- gritó el castaño. -¡sal de ahí ya!- la mencionada lo miró pero no podía reaccionar a nada.

-Saen, nena. Ven- Jake llegó al lado de Minho, abriendo sus brazos para llamarla y hacerla llegar a él; pero no funcionó.

-maldita sea, Saen. - el contrario subió a la camioneta, miró el temporizador, quedan siete segundos.

Pasó su brazo por las piernas de la joven y con el otro la sostuvo en la espalda. La alzaba como modo princesa. Bajó del auto como pudo y echó a correr aún con ella en sus brazos.

Changbin había sacado todo lo útil del automóvil para irse con su amigo y Jake lejos de ahí.
Mientras tanto, Saen seguía en shock, casi ni pestañeaba.

Llegaron a un lugar bastante alejado, apenas Minho deja en pie a la chica, el auto explota.
El ruido fue tan fuerte que sin pensarlo dos veces, abrazó a la menor. Los otros dos cerraron sus ojos y se taparon sus oídos.

Esa noche iban de mal a peor. Y más que todo, Saen no ayudaba; cada rato se caía o quedaba tiesa al ver a algún participante de la «purga».

Por lo menos, en ese momento decidieron tomar otro descanso más. Sentándose en el piso. Jake abrazó a su amiga y esta le correspondió al instante.

-esta noche va ser larga, muy larga- Lee Know refunfuñó con molestia.

***

-Quiero llamar a mamá, Jake. - sollozó. - quiero volver a casa, quiero estar segura; no quiero seguir aquí afuera, expuesta a la muerte. No... No...

Su cuerpo temblaba sin parar, parecía como si estuviera sufriendo de hipotermia en ese momento. Su amigo solo la abrazaba, y palmeaba su espalda intentando calmarla.

-odio no tener mi celular a la mano, ¿cómo fui capaz de dejarlo en la tienda de aquella gasolinera?

Minho escuchó todo el palabrerío que Saen había dicho; aunque lo último frunció su ceño, puesto que no era real. Elevó una de sus comisuras, dejando salir el aire en una risa nasal.

-que hipócrita- regonzó molesto. - hipócrita le queda pequeño. ¿Existe una palabra más fuerte para hipócrita. Changbin?- el mencionado se encogió de hombros, puesto que no sabía. Minho suspiró con pesadez cerrando sus ojos con enojo.

Tenía que darle la razón a Saen, decirle la verdad. Sea como sea. Además, Minho sabía perfectamente las palabras que le iba a responder la menor, sus gestos, todo.

-Jake, él....

-lo es Changbin, lo es. Es un maldito hipócrita hijo de perra; me sorprende su habilidad tan estúpida, pero fácil de convencer.

Changbin miró de reojo al par de amigos abrazados a unos cuantos metros lejos de ellos. Saen lloraba en el pecho del pelinegro. Tuvo un poco de pena al verla tan débil e inofensiva, pero, no estaba protegida por aquel que se hace llamar: «mejor amigo»; como suele ella creer.

Stop, stop, STOP

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Stop, stop, STOP

qué está pasando?!
Qué pasa con Jake?!

Tienen sospechas? Alguna teoría de vuestra parte? Alguna...?

En fin, les dejo con la intriga un buen rato. Ojalá tengan un sexto sentido en saber qué es lo que pasará. Ahre.

Nos vemos en la hora y capítulo 5.

>>>

-Leen

12 hours :: Lee MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora