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Con tan solo 16 años, _____ Yagami fue echada de su casa por el simple hecho de tener curiosidad por el mundo exterior. Tan solo una persona la ayudó a cumplir su sueño y fue quien la llevó a conocer a Erwin Smith.
Eran las siete de la mañana y como era viernes, todos se despertaron un poco más animados, pues los sábados y domingos tenían tiempo de sobra para descansar finalmente.
____ se viste con su uniforme y se peina un poco antes de irse a formar con sus demás compañeros en la zona de entrenamiento al aire libre. Todos estaban ahí, ella se forma entre Sasha y Mikasa.
— Hola chicas —las saluda ___ y talla uno de sus ojos.
— Hola —responden las dos al mismo tiempo.
— ¿No tuviste una buena noche? —pregunta Sasha.
— ¿Se nota? —bufa— No podía dormir, estuve hasta las tres dando vueltas en mi cama.
— ¡Silencio! —grita Rivaille mientras se acercaba a dónde estaban las tres chicas.
— Lo sentimos capitán.
El les lanza una mirada fulminante y se pone frente a la fila de soldados. El entrenamiento de hoy sería acerca de combate cuerpo a cuerpo pero esta vez, lo harían con los soldados más viejos de la Legión, entre ellos estaban Mike Zacharias, Petra, Erd, Gunther, Auruo, Levi y otros más, no eran muchos. La idea era que los soldados pelearan contra ellos mientras que los veteranos iban rodando para turnarse en combate.
— ¡Toma! —grita ____ cuando Eren cae al suelo después de un golpe.
— Siempre me humillas —se queja él chico levantándose y sacudiendo la tierra de su ropa— Cuando me toque venir otra vez, déjame ganar.
— Ya veré.
Eren se aleja y ella lo sigue con la mirada por pura curiosidad, esperando a que su próximo contrincante avance a su lugar.
| Hasta ahora, los únicos que e han dado una paliza fueron Annie, Mikasa y Reiner, claro que con los demás tampoco la he tenido fácil. Es decir-|
Abre los ojos de par en par, sintiendo una respiración en su cuello. Se alarma y voltea con rapidez para ver de quién se trataba. Era un hombre muy alto quien tenía las rodillas flexionadas y tenía su nariz en el cuello de _____.
— ¡Eh! ¿¡Que te pasa pervertido?! —exclama mientras se aparta de un brinco.
El hombre se aleja lentamente y sonríe de una forma extraña antes de darse media vuelta y posicionarse para el combate.
— ¿Pervertido yo?.
— ¿Por qué me olfateó? —pregunta ella pero el hombre se encoge de hombros y pone sus puños en posición, listo para empezar la pelea.
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— ¡Ahora vas a ver! —grita ____ mientras se apresuraba en atacarlo.
Los movimientos de aquel desconocido eran demasiado rápidos al igual que sus reflejos, pone su pierna entre las de _____ y la derriba, tirándola de espaldas en el césped.
