Stay With Me - Erwin Smith

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— Aún tienes lodo en el rostro —dice Kano mientras se burlaba de Connie, quien, en entrenamiento, había caído sobre un enorme charco de lodo por culpa de Eren.

— Que el capitán no te vea así o te va a asesinar —Armin ríe un poco.

— Creo que tú también deberías cuidarte Armin —le advierte ____ mientras quitaba un poco del lodo con su dedo.

— ¿Por qué?.

— Tu también tienes lodo —ella limpia su dedo en la mejilla de Armin, a lo que sus amigos ríen mientras el se sonrojaba y se quejaba.

— ¡Oye! —exclama entre quejas, pero a la final termina riéndose también.

— Oigan, ¿a alguien más no le entusiasma la idea de irnos solo por el idiota de Eren? —pregunta Jean cruzándose de brazos, enfadado.

— Bueno, a mí no me gustaría irme del cuartel pero supongo que es algo necesario —responde ____— Pero serán unos días ¿no?.

— Así es, por lo que sabemos.

    Siguen caminando hasta llegar a la oficina del comandante, viéndolo parado en la puerta hablando con Levi. Él se retira y los chicos se acercan.

— Comandante Erwin —dicen al unisono.

— Que gusto saber que está de regreso en el cuartel —dice Armin con alegría.

— Muchas gracias chicos —Erwin sonríe un poco— Por cierto, buen trabajo en la misión.

   Los chicos asienten con la cabeza antes de despedirse y seguir caminando. Los hombres se despide y se van a su cuarto, pero ____ aprovecha para dar media vuelta y volver a la oficina de Erwin, dónde él aún esperaba afuera. La toma del brazo y la mete rápidamente a la oficina, cerrando la puerta y aprisionandola en la pared.

— E-Erwin —gime al tener su cuerpo contra el del rubio mientras el besaba su cuello— Puedo ver qué me extrañaste.

— Así es, ¿tu a mi no? —toma su mentón y planta un beso en sus labios.

— Claro que te extrañé tonto —vuelve a besarlo— Erwin tengo un problema. Levi dice que nos iremos para hacer pruebas con Eren.

— Lo se, de eso hablábamos —el rubio suspira— Conociéndote, se que no quieres ir.

— Bueno... si, no quiero ir. A dónde iremos está muy lejos del cuartel y no te veré en días.

— Quizá pueda hacer algo, ¿sí? Intentaré hablar con Levi, se que nos comunicaremos por carta cuando sea necesario. Tal vez haya una posibilidad de que vengas de vez en cuando, pero creo que es peligroso.

— Si no se puede, está bien, solo que no quiero separarme por tanto tiempo de ti.

— Ni yo quiero —Erwin pone su brazo sobre su cintura y la abraza, pegandola más a su cuerpo con mucho cariño— Pero al menos podemos disfrutar estos días ya que he vuelto a la legión.

— Exactamente, pienso aprovecharlos como nunca —vuelve a besarlo— ¿Cómo estás Erwin? ¿Ya no tienes dolores?.

— Ya no, sigue siendo un poco extraño para mí pero por fin paró de doler.

— Que bueno, me alegra mucho que hayas vuelto —abraza su hombro con su brazo y con el que tenía libre, pone seguro a la puerta, llevándose una mirada sorprendida de Erwin.

— ¿Que haces?.

— Voy a quitarte todo el estrés que llevas acumulado.

   Erwin sonríe con lujuria mientras un sonrojo se hacía notable en sus mejillas. Lleva a la pelinegra hasta el escritorio, entre besos. Ella hace que el comandante quede sentado encima de la mesa mientras que sus cuerpos se rozaban y pronto sentían más y más la calentura del momento.