Stay With Me - Erwin Smith

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     El pequeño grupo de exploración, sube una pequeña colina llena de arena. Estaban muy cerca de conocer el tan soñado mar. Tras avanzar un poco más en sus caballos, lo pueden ver, dejándolos a todos boquiabiertos por lo hermoso que era.

   Pronto bajan de sus caballos para así acercarse aún más y meterse en el agua.

— Es hermoso —dice ____ sonriendo, quitándose las pesadas botas y subiendo un poco su pantalón— ¿Acaso no lo es Floch?.

— Es inmenso —dice él.

— Ven, vamos a meternos. ¿Vienes Levi?.

— Tsk, no gracias —bufa.

— Está bien gruñón.

   Los más jóvenes, junto a Hange, se meten al agua, todos muy felices y entusiasmados por haber visto por primera vez el mar.

   El agua era muy celeste y estaba algo fría. Tenía una vista muy perfecta, traía mucha paz y tranquilidad. Sin duda, había valido la pena todo ese tiempo de duro trabajo y descubrimientos malos, ahora solo querían disfrutar del momento.

   ______ se agacha para tomar un extraño objeto que había a sus pies, tenía una forma extraña y colores suaves como blanco y lila. Había tantas cosas nuevas por ver y descubrir. Todo era perfecto. Una extraña sensación de melancolía entra en todo su ser. Se imaginaba el rostro de Erwin en ésta situación.

— A él le hubiera gustado ¿no crees? —le pregunta _____ al pelinegro, sonriendo con felicidad mientras admira el paisaje.

— Si, le hubiera gustado —afirma Levi.

— Es que es... tan maravilloso.

   Con sus manos levanta un poco del agua y se la lanza a sus amigos, quienes empiezan a jugar también salpicandose agua y enojandose unos a otros.

— ¿Lo ves Eren? Sabía que era tan grande que un comerciante podría llevarse toda la sal que quisiera y aún así no agotarla —dice Armin contento.

— Si, es muy grande —Eren tiene la mirada perdida en el horizonte.

— Más allá de las paredes-

— Está el mar. Y más allá está la libertad... Es lo que creímos —murmura— Pero nos equivocamos. Más allá del mar está el enemigo.

   El sentimiento de vacío aparece una vez más. La chica va a sentarse un momento en una roca bastante grande, apartada de los otros.

   Esto es tan lindo pero sigo pensando que sería mucho más lindo si Erwin estuviera aquí.

  Me pregunto si ahora lo está disfrutando también. ¿Es posible que lo esté haciendo?.

— ¿Y eso que es? —pregunta Floch señalando el extraño objeto en la mano de la chica y toma asiento a su lado.

— No tengo idea, lo ví por ahí. ¿Es lindo no? —sonrie un poco.

— Si, está bonito. Podría ser un collar ¿no crees?.

— Tienes razón, pero Levi sigue diciendo que es venenoso —ambos ríen.

   _____ era la única persona que le agradaba a Floch y la única con la que se llevaba bien. El seguía siendo de mucho apoyo para que la chica se distrajera y dejara de pensar de una forma triste en Erwin.

— ¿Te parece si juntamos más y las dejamos en la lápida del comandante?.

— ¡Es una buena idea! —exclama ella un poco más animada— Oh estoy segura de que a Erwin le hubiera dado mucha curiosidad. Vamos.

— Vamos.

   Durante toda esa tarde, se dedicaron a buscar más y más de esos extraños objetos. Había de diferentes tamaños y formas pero todos eran lindos. Recolectaron al menos quince de esos y estaban seguros de que a Erwin le hubiesen gustado.

   Al día siguiente, una vez de regreso, ______ vuelve al cementerio por tercera vez en la semana. Esta vez iba con los pequeños recuerdos que trajo de su visita al mar.

— Hola cariño, ¿me extrañaste estos días? Porque yo si lo hice —rie débilmente arrodillándose frente a la lápida— Ayer conocí el mar... Es muuuuy grande y bellísimo, a ti te hubiera encantado ir —baja la cabeza— Deseaba que estuvieras ahí.

   Abre la bolsa y saca uno de los desconocidos objetos que recolectó.

— Esto estaba en el mar, Levi dijo que era venenoso pero no le hice caso. Aún no me morí así que supongo que se equivocó —ella ríe y lo deja junto a su lápida— Es un regalo para ti.

   Comienza a apilar uno junto a otro a todos, dejando casi toda la lápida decorada de los bonitos "objetos del mar".

— Espero que te guste...