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Estuvieron alrededor de diez minutos caminando alrededor del bosque pero ahora estaban recostados en el césped, mirando el hermoso cielo estrellado. Llevaban ya un par de horas hablando sin parar, conociendo un poco más uno del otro.

— ¿De verdad eras así de pequeña? Siempre imaginé que eras más  tranquila —Erwin ríe.

— Oh no, mi mamá me decía que yo era su pequeño huracán. Porque siempre hacia un desastre a dónde sea que iba —dice ____, con una sonrisa nostálgica— ¿Tú cómo eras?.

— Pues... Supongo que también tuve mi etapa de ser un "huracán" —ambos ríen— Pero mi padre, al ser profesor, creo que me pegó aquel gusto por aprender y leer mucho, creo que era algo calmado.

— Ya veo ¿aún le gusta leer no?.

— Si, hace poco empecé a leer un libro que es bastante interesante. Luego te platicaré de el. Perdón si soné muy aburrido —baja un poco la cabeza mientras sonríe levemente— Hablar con un chico más joven sería más divertido, yo soy anticuado.

—No necesito ningún otro chico, amo pasar tiempo contigo —ambos se miran— Además me gustan mucho tus charlas.

— ¿De verdad?.

— Si Erwin, de verdad.

     El hombre pone su mano sobre la de ____, que estaba tendida sobre el césped. Ambos se sientan lentamente, sin dejar de mirarse ni por unos segundos, entonces acercan sus rostros poco a poco, deteniéndose cuando tan solo faltaban unos cuantos centímetros para romper la distancia.

— Me gustas ____.

    Entonces juntan sus labios en un cálido y tierno beso.

   Ninguno podía creer que aquello realmente estaba pasando. Todo se sentía como en un bonito cuento de hadas. Tras haber estado en una larga sesión de besos, deciden que es hora de volver.

— ¿Qué hora es? —le pregunta ella y Erwin inmediatamente se fija en su reloj de bolsillo.

— Van a ser las dos de la mañana —lanza una risa— No me había dado cuenta de la hora.

— ¿Deberíamos volver?.

— Creo que si, empezó a hacer frío y no quiero que te resfries o algo.

   Se levantan y Erwin abraza los hombros de ____, pegandola a su cuerpo y protegiéndola del frío. No había persona más sobreprotectora que Erwin Smith.

   Una vez que llegaron a la tienda de acampar, se aseguraron de que nadie los vea ni los escuche, así que entraron rápidamente y se acomodaron para dormir. Ambos de costado y mirándose.

— Buenas noches, descansa bien ___ —el besa su frente y acaricia su mejilla.

— Buenas noches Erwin —cierra los ojos, con una pequeña sonrisa en sus labios— Sueña conmigo.

— Lo haré —suelta una risita.

  

(...)

— ¡____ no está! —exclama Sasha tras volver de la búsqueda de su amiga.

   Eran las ocho de la mañana y Sasha y Mikasa despertaron solas en su tienda de acampar. Buscaron por todas partes a su amiga pero no la habían encontrado.

— Anoche escuché que se fué pero no la escuché volver —Sasha muerde sus uñas— ¿¡Y si algo le pasó?!.

— No creo... —Mikasa se queda pensativa— Deberíamos seguir-

— Hola chicas.

   ____ aparece como si nada, con la misma ropa de anoche y muy tranquila.

— ¡____! ¿¡Dónde estabas?! ¡Creí que no volvería a verte! —exclama Sasha mientras la abraza con fuerza.

— Me desperté muy temprano y fuí por ahí. Lo siento —se encoge de hombros— ¿El Capitán dió la orden de volver?.

— Si, tenemos que desarmar la tienda.

    Mikasa no había quedado muy segura de aquella respuesta pero decide no decir nada, no quería incomodar a su amiga pero desde hace mucho que sabía que ella escondía algo y quizá era sobre amor.

  Tardan alrededor de media hora en desarmar todo el campamento y en preparar a los caballos para volver al cuartel. Una vez que todos estaban en fila para volver, a ____ le tocó estar entre Connie, Bertholdt, Reiner y Kano, con quiénes tenía muy buena amistad.

— Ps... Ps —Connie llama la atención de ____, entonces ella lo mira— Sasha me dijo que no estabas cuando se despertó —susurra.

— Tu sabes por qué —dice ___ susurrando.

— ¿Estabas con el? —le devuelve el susurro.

— Si Connie —ella se sonroja— ¿Alguna vez haz besado a una chica sin pedirle ser tu novia?.

— Mhm, nunca he besado a una —baja la cabeza avergonzado— ¿Por qué? ¿Te haz besado con él co-

— Shhh, no lo digas. Pero si... dormimos juntos un par de veces y ayer nos besamos.

— ¿Por qué tienes esa cara? ¿Te hizo algo malo? ¿Le rompo la cara?.

— Es que no somos pareja aún... ¿Que significa eso? ¿Me querrá solo para rato?.

— Mhm... no tengo idea, pero quizá te proponga algo tarde o temprano.

— ¿De qué hablan? —Reiner los mira con curiosidad, levantando una ceja.

— Nada Reiner, cosas de viejas chismosas —responde ____.

— Nosotros también nos queremos enterar de los chismes —dice Kano.

— ¿Son escándalos de la ciudad? —pregunta Bertholdt.

— ¿Acaso no escucharon de la mujer que vió a su esposo con su hermano en la cama? —Connie hace una sonrisa maliciosa, pues estaba inventandolo todo.

— ¿¡Que?! —exclama Bertholdt.

— Eso si es muy escandaloso.

— ¡Lo es! —Connie sigue con aquella historia.

     ____ ríe por las ocurrencias de su amigo. Entonces piensa en lo de anoche, lo cual hace que su sonrisa sea más notoria. Había besado a Erwin... y no podía esperar para poder hacerlo otra vez pero había pensado mucho en lo otro. Aún no formalizaban el tipo de relación que tenían y eso le preocupaba. No creía que Erwin era del tipo que solo jugaba con las mujeres pero... ¿y si lo era?.

   Lo ve más adelante, en la cabeza de la fila y nota que el la miraba de reojo, y al ver que ella lo mira, sonríe un poco. ____ no le devuelve la sonrisa, simplemente mira hacia adelante y sigue andando a caballo.






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Stay With Me - Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora