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— Disfruté mucho la cena Erwin —dice la muchacha mientras caminaba a la par del rubio.

— Igual yo, es divertido salir así... en una cita —el sonríe— Quizá deberíamos salir más seguido. Si es que quieres, claro.

— Claro que si, me gustaría mucho.

    Erwin clava su mirada en ella, sin dejar de caminar y entonces un pequeño brillo llama su atención y observa su cabello.

— Aún lo usas —susurra Erwin, refiriéndose al broche que recordaba con mucho cariño.

   Por un momento recordó cuando lo lleva en su chaqueta durante aquella expedición, recordó las noches en que pasó minutos mirándolos y dormía con el en su mano. Incluso se había prometido sobrevivir a como de lugar para poder devolverselo en persona.

— A-Ah... si, aún lo uso —dice mientras lo tocaba con las yemas de sus dedos— Recuerdo cuando lo prendí en tu chaqueta.

— También lo recuerdo. ¿Aún sirve como amuleto de la suerte?.

— Por supuesto, en la expedición de la próxima semana te lo daré. Verás que aún funciona muy bien —le sonríe entusiasmada— Oye...

— ¿Si?.

— Ir de expedición... ¿es muy difícil?.

— No te preocupes por eso, se les dará los conocimientos necesarios e incluso la formación. Si todo sale bien, no tendrán que enfrentarse a titanes, de eso se encargan los que tienen más experiencia —le dice el, pero aún la veía intranquila— ¿Aún tienes miedo verdad?.

— Cuando el titán colosal hizo el agujero en el muro... tuve mucho miedo pero pude enfrentarme a los Titanes —dice agachando la cabeza— En un momento... casi no lo logro, un titán me lanzó al suelo y me agarró tan fuerte que me hizo perder el conocimiento.

— Tan solo tenías un día de graduada, no imagino lo difícil que fue aquello. Pero sin dudas haz dado lo mejor de ti y tus compañeros también. Estarás bien ahí afuera.

    Erwin nota como una lágrima caía por la mejilla derecha de la chica. Se detiene y ella igual, algo confundida, el rubio pone su mano sobre su mejilla y seca su lágrima con mucho cuidado.

— Eres valiente, vas a poder contra lo que sea que te encuentres allá afuera. Se que lo harás —besa su frente.

— Gracias comandante...

   ______ se pega a su pectoral, y en seguida siente sus fuertes brazos rodear sus hombros y abrazarla con mucho cariño y delicadeza.

— Disfruté mucho de esta noche Comandante.

— ¿Tan difícil es llamarme Erwin? —el ríe.

— A veces se me escapa, es la costumbre.

— También disfruté salir contigo. Es bueno despejar la mente de vez en cuándo. Deberíamos salir más seguido ¿no?.

— Por supuesto, si se trata de ti, siempre diré que si —rie.

  
(...)

  — Sasha, vamos a meternos en problemas —dice Mikasa susurrando. La pelinegra, una vez más, fue arrastrada por su amiga a la cocina para robar un poco de comida.

— Ahhh, está bien —dice Sasha mientras guardaba un poco de comida dentro de su abrigo— Vámonos.

   Las dos, luego de cersiorarse de que no había nadie a su alrededor, salen al pasillo, cerrando la puerta de la cocina con sumo cuidado. Pero escuchan pasos aproximarse así que corren de puntas de pie lejos de ahí, escondiéndose tras un muro.

— Espero que Levi no se haya dado cuenta de la hora —escucha un susurro seguido de una risa muy divertida.

— Esperemos que no, creo que me mataría —dice una voz masculina, igual sonaba con alegría.

    Sasha y Mikasa intercambian miradas cómplices, la castaña la miraba con una sonrisa de oreja a oreja mientras que su amigo solo tenía una expresión de sorpresa en su rostro. ¿Su amiga salió con un hombre y no les había dicho?. Lo peor es que no pudieron distinguir su voz y no podían sacar la cabeza para ver, pues serían descubiertas.

— Hay que irnos, mañana le preguntaremos —dice Mikasa tomando del brazo a Sasha y llevandosela rápidamente, sin dejarle tiempo de rechistar.

   Mientras tanto, fuera del cuarto de ____, estaba ella recargada sobre la pared y Erwin frente a ella.

   El rubio evitaba su mirada a toda costa, parecía tímido ahora. Tener a aquella chica tan hermosa frente a frente, lo ponía nervioso. Si la miraba por mucho tiempo sabría que una sonrisa muy tonta se le escaparía y daría a entender lo loco que lo tenía. ____, por otro lado, también estaba nerviosa, pero la presencia de Erwin le daba un poco más de confianza para ese entonces.

— Hace mucho no me divertía así en una cena —dice Erwin— Las únicas cenas que he tenido han sido sobre asuntos serios del cuartel y otras cosas nada interesantes.

— Debe ser angustiante ir a todas esas cenas y reuniones. No imagino como debe saturarse de trabajo.

— Si es muy angustiante, pero ya me he acostumbrado —rie un poco.

— Cuando necesite quitarse el estrés, puedo ayudarlo —Erwin se sonroja— Podemos salir por ahí a relajarnos.

— Es buena idea, no podría decir que no. Es agradable estar contigo.

   Se despiden tras haber hablado un par de minutos más y Erwin se retira, con una gran sonrisa en su rostro.

  

Stay With Me - Erwin SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora