Capítulo 2

686 40 12
                                    

Capítulo 2

Me despertó el ruido del teléfono. No tuve otra opción que levantarme de la cama para contestar.

Como pude, fui esquivando los muebles del living, con Tom entre mis piernas, hasta llegar a la mesita donde estaba el condenado aparato, que en ese momento no hacía otra cosa que ruido. Descolgué, me senté en el sillón, y el cachorrito se subió de un salto al lado mío.

- ¿Diga?- mi voz era puro cansancio.

- ¿Leah?- dudó una voz que reconocí casi al instante.

- Hola mamá.

- Tu voz suena rara, hija, ¿estás bien?

- Sí, es sólo que...

- ¿Estás resfriada?-se adelantó a lo que iba a responderle-¿Estás llorando?... un segundo, ¿acabas de despertar?

- Sí... ayer fui un rato al cumpleaños de Dan, y me acosté tarde porque él me trajo hasta el departamento cuando todos los invitados se fueron...

- Sí, teníamos muchas ganas de ir, pero Emily seguía descompuesta así que nos quedamos a cuidarla...

- Tranquila mamá, le di saludos a Dan de tu parte. ¿Ya está mejor mi hermana? Alex le manda saludos.

- Sí, por suerte ya se está curando, al parecer sólo era un resfriado - suspiró aliviada-Aquí me dice que también les manda saludos.

- Genial, me alegro de que esté todo en orden.

- Sí, todo genial. De hecho llamaba para darte una buena noticia, en la que estás incluida.

- Te escucho- bostecé.

- Hace una semana, se mudó una familia a la casa que estaba vacía al lado de la nuestra...

- ¿La que tenía los tulipanes rojos en la entrada?

- Sí, precisamente esa... pensamos que sería genial conocer a los nuevos vecinos, se ven muy agradables. El jueves, mientras caminaba por el barrio me encontré con Laura, la madre, y me pareció un encanto de persona, de hecho nos pusimos a conversar un rato...

- Sí...

- ...me contó que tienen tres hijos, y que su esposo es médico. Creo que se llama...

- Genial mamá- la interrumpí de la forma más amable que pude antes de que se fuera del tema- pero, sin ofender, ¿qué tengo que ver yo con todo esto?- no entendía una zanahoria de lo que me estaba hablando. Hay que admitir que mi cerebro no funciona del todo bien cuando me despierto temprano... (en realidad nunca funciona del todo bien, pero podemos omitir eso)

- Ahí quería llegar,-respondió, completamente relajada- lo que quería decir es que invitamos a los nuevos a cenar esta noche, para darles la bienvenida, y me gustaría que vinieras a conocerlos. Por supuesto que Alex también está invitada.

- Ya entiendo, y es una idea genial, cuenten con nosotras- aseguré.

- Entonces nos vemos a la noche, tu padre va a hacer hamburguesas.

- Perfecto- asentí pensando en las hamburguesas, con queso, tomate, lechu... bueno basta. La cosa es que, en ese mismo momento se me ocurrió la idea más masoquista de toda la vida- ¿Puedo hacer el postre?

Mamá se quedó callada al otro lado, porque, obviamente, mi pregunta la noqueó...

Es que, siendo sinceros, no soy lo que se dice una chef profesional. En realidad ni siquiera estoy cerca de serlo. Más bien, soy un poquito (bastante) inútil en todo lo que implica cocinar.

Under London's Sky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora