Capítulo 5

391 27 7
                                    

Capítulo 5

Lo único que quería  era que la tierra me tragara en ese preciso momento.

Lo peor de todo, no era la cara de mi hermanito, sino que todos, absolutamente todos en la mesa lo miraban, extrañados. Esperaban a que Zack dijera algo, pero él no lo hacía, solo me ponía cada vez más incómoda. Alzó una ceja, y yo lo miré desesperada. Que dijera algo por favor. Lo que fuera, pero que hablara.

¿Qué podía pasar si Zack decía que la torta estaba fea?- me pregunté a mi misma. Y al instante supe la respuesta: ¡Iba a quedar fatal con los vecinos!, ¿qué clase de primera impresión se suponía que sería esa?

Para darme consuelo, supongo, Emily se también se cortó un pedazo. Repitió los pasos de su gemelo, y se llevó la cucharita a la boca. Con comer solo un bocado, la cara le cambió completamente.

Mi hermana frunció el ceño.  Dios mío, ¿qué pude haber hecho yo para merecer esto? La primera vez en la vida que intentaba cocinar algo yo sola, y todo se descontrolaba.

  Caí en la cuenta de que no me tendría que haber ofrecido en un primer momento para hacer el postre. Por lo menos podría haberle pedido ayuda a Alex, porque sé que cocina mucho mejor que yo. Pero no, mi ego llega hasta el infinito y más allá.

Doy lástima, hay que admitirlo. Ni siquiera había podido preparar una torta cualquiera, con una receta supuestamente fácil, sacada de internet. Nunca más iba a probar hacer comidas de ninguna página web, estaba decidido.

Al igual que Zack, Emily empezó negar con la cabeza. Ya era un hecho, había quedado como una estúpida frente a todos, fin de la historia. En pocas palabras: me sentía horrible justo en ese momento.

Para llegar al colmo de los colmos, también Peter se levantó para servirse un pedazo de torta. Estuve a punto de gritarle algo como “¿Para qué vas a servirte, si ya viste que está horrible?” pero me contuve, todos sabían que soy una inútil, pero no iba a dejar que además me tomaran por loca.

 Un minuto después  tenía a tres pequeños individuos en frente, mirándome con cara rara, reprochándome de alguna forma lo mal que cocino. ¿Hay de casualidad algo peor que eso?, no lo creo.

No pensaba llorar. No. No me iba a poner a patalear como un bebé. Lo hecho, hecho estaba. Y tenía que asumir que la dichosa torta de naranja y chocolate había salido mal.

De repente, como si estuviera disfrutando de mi tristeza, Zack esbozó una sonrisita. Tenía las comisuras de la boca manchadas con chocolate.

La mueca burlona de mi hermano, pasó a ser una ruidosa carcajada, y los otros dos mocosos que tenía al lado lo imitaron.

Perfecto, ahora se estaban riendo de mí, ¿algo más? ¿No quieren tirarme la torta por la cabeza, acaso?

-          Ay Leah… ay Leah- suspiró Emily-, ¿en serio te pensaste que no nos había gustado la torta?

-          ¿Qué estás tratando de decirme? – le pregunté con una mezcla de enojo y sorpresa.

-          Emily intenta decir que te jugamos una broma, hermanita- la voz de Zack era pura felicidad. Mi mente estaba decidiendo si matar a mis hermanos  ahí mismo, o esperar a que se fueran  a dormir, y asfixiarlos con la almohada (bueno, tampoco tengo la mentalidad de una asesina serial. Pero,  hablando en serio, ¿cómo habían sido capaces de hacerme una broma tan… tan… diabólica?)

-          Leah- habló Peter-, esta es la torta de naranja y chocolate más rica que he probado. En serio, ha sido una broma, no te enojes.

Under London's Sky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora