Me Prohibo Amarte

Capituló Treinta y cuatro

Olivia

El amor es una daga, es un arma que se empuña de muy lejos o de muy cerca, puedes reflejarte en ella hasta que te hace sangrar, pero al final cuando quieres tomarla, no es real pude darme cuenta de eso justo ahora con Dania y Sebastián ambos se arriesgaron a tomar esa arma y ahora con todo lo que sucedió con el accidente de mi hermana Sebastián está sufriendo pero yo se que ella lo ama se que incluso aunque ahora lo niegue rotundamente puede sentir el vínculo que antes la unía a Sebastián. Yo por otro lado nunca he querido arriesgarme a darle esa arma a alguien, nunca he querido darle tanto poder sobre mi a una persona, sin embargo con Dante la posibilidad de hacer algo como ello, está cada vez más presente con el tengo las ganas de arriesgarme y es que posiblemente me esté enamorando de él —vamos a fuera ¿quieres Liv?— me pregunta Dante asiendo que deje todo pensamiento fuera de mi —Estás bien— me pregunta después de mucho tiempo que salimos al jardín —si—el asiente y se queda en silencio un largo tiempo —que estás asiendo Dante— pregunto pues su actitud me ha sorprendido bastante desde el día que llego al hospital para invitarme a salir —a que te refieres—
—después de lo del hospital te alejaste de mi y ahora vienes me pides ser mi acompañante en el antro me pones apodos ¿que pretendes?— el titubea un poco pensando en si decirme o no lo que sucede hasta que finalmente se decide a hablar —Fran piensa que tengo sentimientos por ti— dice finalmente —¿sientes algo?
—No lo se— asentí de mala manera y el solo me observa— supongo que pensaste que pasar este día conmigo iba a ayudarte a descubrirlo ¿no es así?— pregunto molesta —Olivia...—
—o tal vez estás esperando a que meta la pata arruine todo y tome la decisión por ti ¿no es así?—
—Olivia estas malinterp...—
—No es así— pregunto más molesta e incluso grito lo que hace que Dante también se enfade —¡Es lo qué haces Olivia!—intento decir algo más pero me interrumpe —Saboteas las cosas quiero decir piensa en ello, en la boda de Bastian quise invitarte a salir y armaste todo un teatro para alejarme después en el hospital intente acercarme y me alejaste siempre haces lo mismo saboteas todo siempre hay un bache en el camino y en vez de cruzarlo decides sabotear todo y alejarme— asentí y me acerco un poco a el —y qué pasa si no lo hago ¿qué pasa si no hay ningún golpe?— Dante se queda en silencio y no responde a mis preguntas—lo siento Dante... pero esta vez no voy a hacer que sea tan fácil para ti esta vez tendrás que descubrirlo por ti mismo— sin mas paso de el y entro a la casa, así como el tubo la oportunidad de pensar las cosas yo también lo hice y decidí que no soy yo quien debe decidir si no el, Dante está interesado en dos mujeres por lo cual es el quien debe decidir entre ambas y tal y como lo dijo Francia ambas debemos ser maduras y separar lo que sentimos por el de nuestra amistad —Olivia debemos hablar— me dice Dante tomando mi brazo y deteniéndome antes de subir las escaleras —Dante yo...—
—¡OLIVIA!... ¡OLIVIA!!— el grito desesperado emitido por Sebastián hace que me suelte del agarre de Dante y suba corriendo las escaleras hasta llegar al estudio de mi hermana pues fui yo quien acomodo todo lo que creí sería necesario para estimular la memoria de mi hermana y que Dania recordará su historia con Sebastián, al entrar veo a mi hermana desmayada en brazos de su esposo mis ojos se abren por la sorpresa de encontrarla así —¿que sucedió?— pregunto entrando al estudio y ordenándole que la recueste en el sofá que ella tiene aquí —vio esa fotografía y después comenzó a gritar decía que su cabeza le dolía y después de algunos segundos se desmayó— comienzo a revisar sus pupilas a checar su pulso y por fortuna todo estaba bien —bien todo indica que es un simple desmayo necesito alcohol y un algodón— Dante quien no había notado que estaba aquí sale corriendo y trae con el un botiquín de primeros auxilios de donde saco lo que necesito para después pasarlo por la nariz de mi hermana, vaya cumpleaños, me peleo con el chico que me gusta y mi hermana quien está desmemoriada termina desmayada, definitivamente un cumpleaños para recordar.