Con Cada Latido

11 1 0
                                    

Olivia

Para que desearles el mal, si suficiente tienen con aparentar una felicidad que no tienen, leí esa frase en algún sitio y cuánta razón tiene, aparentar ser feliz debe ser seguramente el peor castigo para cualquier persona. No se como empezar a desahogarme porque no se exactamente donde duele solo se que necesito un refugio que no tengo necesito donde poder llorar cuando todo se viene encima sin embargo aún no encuentro ese lugar —Liv, Dante vino a verte está afuera— le doy una sonrisa a mi hermana y asentí —dile que salgo en unos minutos— le doy una última sonrisa y es entonces cuando entiendo que debo salir aunque esté echa mierda por dentro, tenga ganas de llorar debo salir y dar una sonrisa, normalmente todos vivimos con una careta de todo esta bien, la vida es perfecta pero llegando a casa y estando solos no podemos ni convivir con nosotros mismos y nunca lo había visto tan real como ahora. Ya pasó una Semana de la muerte de mi madre y no había visto a Dante así que peinó mi cabello para finalmente bajar las escaleras, salir al jardín y ver a Dante caminando de un lado a otro al girar me observa —necesito hablar contigo— me pide a lo cual yo solo asentí —te escucho— el suspira abre la boca un par de veces pero no dice nada solo sigue ahí de pie observándome y de vez en cuando rasca su nuca en señal de nerviosismo —es ella— pregunto aún cuando ya se la respuesta Dante baja su cabeza y desvía su mirada —perdón Olivia, tal vez si te hubiera conocido antes...—
—lo cierto es que el hubiera no existe y un nosotros tampoco—el traga y aunque mis ojos pican y las lagrimas quieran abandonar mis ojos no me lo permito —bo, necesitas a alguien mejor en todos los sentidos te mereces a alguien que enserio valga la pena mereces a un hombre que no dude sobre lo que siente por ti un hombre para quien seas su prioridad y no una opción necesitas saber quien eres...—
—tú no tienes idea de lo que quiero y yo se quien soy Dante— lo interrumpo pues su discurso preparado comienza a cansarme —yo no soy perfecta cometo muchos errores pero me levanto, hay gente que me admira por mi trabajo aún cuando sigo estudiando soy una mujer valiosa con ambición, voy a ser una gran cirujana y lamento que no vas a alcanzar a experimentar toda la mierda increíble que haré en este mundo— sin esperar más entro a la casa y subo a mi habitación en donde por alguna razón se encuentra mi hermana todo lo que quise detener, todo lo que quise callar comienza a pesar sobre mis hombros —Liv, estás bien— las lagrimas abandonan mis ojos e intento hablar y decirle a mi hermana que estoy bien pero no lo estoy —Liv, que tienes que te pasa— el llanto comienza a crecer sin saber porque me deslizo por la puerta mientras mi mano está en mi corazón—solo...— quiero decirle que estoy bien pero las palabras no salen siento como Dania corre hasta donde estoy —okay... okay está bien estoy aquí si—ella toma mis manos he intenta calmarme —calma... calma vas a estar bien tranquila estoy aquí— mi hermana me abraza para intentar que lo que sea que me esté pasando termine —estoy contigo, calma— tal vez suene estupido pero sentía que me iba a morir, —ya no puedo— le digo con lagrimas en los ojos —quise olvidar y quise callarlo pero no puedo Dania yo no puedo no soy fuerte no puedo con todo... necesito ayuda— ella se separa un poco solo para verme —yo te voy a ayudar solo dime que te pasa— asentí y di un suspiro —me violo...— ella abre sus ojos en señal de sorpresa, en cuestión de segundos una lagrima desciende por su rostro —ellos me violaron y quise callarlo pero no puedo con todo necesito ayuda, tiempo, espacio incluso paciencia porque no soy tan fuerte—
—no es verdad, fuerte no es quien puede con todo, fuerte es quien identifica sus debilidades es quien se permite aprender fuerte es quien reconoce que necesita ayuda— Dania me abraza nuevamente y ahí lo entendí aveces no necesitamos que alguien nos arregle, a veces sólo necesitamos que alguien nos quiera mientras nos arreglamos a nosotros mismos.

— ella abre sus ojos en señal de sorpresa, en cuestión de segundos una lagrima desciende por su rostro —ellos me violaron y quise callarlo pero no puedo con todo necesito ayuda, tiempo, espacio incluso paciencia porque no soy tan fuerte— —no es ve...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me Prohibo Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora