Capítulo Treinta y Ocho

10 1 0
                                    

Dania

Como no me iba a enamorar de Sebastián si puedo ver el cielo en sus ojos, sentir el infierno en mi piel cuando me toca y saborear el pecado en sus labios me hizo caer con una mirada y arder en un infinito beso tengo necesidad de su piel, de su cuerpo, de sus besos, de sus caricias y su pasión a la hora de hacer el amor tengo la necesidad de que me haga suya todo el día, toda la noche toda  la vida pero más haya de eso quiero seguir con Sebastián cumpliendo sueños, alcanzando metas, venciendo miedos seguir con el disfrutando de la vida, nos separamos del demandante beso que hasta hace algunos momentos nos dábamos —Somos la pareja menos romántica del universo; lo sabes ¿no?—Acaricio sus suaves labios con la lengua—El romanticismo está sobrevalorado, ahora lo que se lleva es el realismo— Sonrió —Dania eres tan perfecta— dice con voz ronca erizando mi piel Sebastián mira mis ojos, baja a mis labios para segundos después volver a mis ojos —bésame— Sebastián esboza una sonrisa y sin más une nuestras bocas en un tierno beso me aferro a su cuello y éste toma mis caderas intensificando el beso, nuestras lenguas se encuentra y juegan tan sincronizada mente que me olvido de todo, Sebastián muerde mi labio y nos separamos para respirar ambos sus labios están rojos y su cabello despeinado —¡A la mierda con todo!— sin más vuelve a besarme con más pasión me sube al escritorio y se acomoda entre mis piernas haciendo que nuestras entrepiernas se rocen provocando un gemido de mi parte lo beso frenéticamente y quito su saco, comienzo a desabrochar su camisa para después meter mis manos y acariciar su pecho lo escuchó jadear en mi boca ante cada toque, Sebastián no pierde la oportunidad para acariciar mis pechos una de sus manos entra bajo el crop-top y acaricia mi espalda, todo arde, siento mucho fuego ambos nos dejamos llevar disfrutando de cada beso de sus toques ¡Santa mierda! Quiero mucho más lo quiero en mi cama y que me haga lo que quiera lo quiero a él sin importar nada,  Sebastián abandona mis labios y baja a mi cuello yo enrosco mis piernas en su cadera el aprovecha y sube mi vestido para acariciar mis piernas, todo es perfecto pero de pronto siento una opresión en el pecho, tan  fuerte y dolorosa que me obliga a empujar a Sebastián —que pasa— yo niego y dirijo mi mano a mi pecho —Dania— lo escucho mencionar mi nombre pero es como si las palabras no salieran de mis labios —lindura— siento que el aire me está faltando —no... no puedo respirar— le digo entre jadeos —mírame.... Vamos Dania mírame— intento enfocar mi mirada en el pero me parece imposible —estoy aquí, mírame Lindura mírame aquí estoy— con todo mi esfuerzo me enfoco en su mirada —bien ahora respira conmigo— me pide y comienzo a inhalar y exhalar a su ritmo —¿estás mejor?— me pregunta y asentí —quiero ver a Olivia— le pido —está bien vamos— ambos nos acomodamos la ropa y salimos en busca de mi hermana, estoy más calmada pero sigo sintiendo esa opresión en el pecho como si algo no estuviera bien —Dante, en donde está Liv— pregunto al verlo —he no lo se... seguramente con tu Doctor el es su acompañante esta noche— la manera en que dijo eso me molesto pero no le tome importancia busque a Elio con la mirada y al verlo me dirijo a él con Sebastián y Dante detrás de mi —y Liv— le pregunto —no lo se, se fue tras de Dante hace media hora y no ha vuelto— tanto Dante como Elio comienzan una discusión a la cual no le tomo importancia— ya basta!— los detiene Sebastián— ahora lo más importante es encontrar a Olivia qué tal si algo le paso...—
—lindura tranquila no hay que desesperarse— me pide intentando calmarme —lo se Tian pero el miedo que tengo aquí dentro no me deja ni respirar—
—preguntémosle a Fran... tal vez están juntas— sugiere Dante, comenzamos a buscar a Francia entre todas las personas en esta reunión pero tampoco está, de cierta forma me tranquiliza pues posiblemente estén juntas, como lo dijo Dante pero a la vez esta sensación de miedo no se me quita —¡Sebastián!— el grito de la señora Maura nos sorprende pues entra corriendo a la casa causando que la música que sonaba se pause y que todos los invitados la observen sorprendidos —donde están tus hermanas— pregunta al verlo —mamá, aquí estoy tranquila— menciona Sophia quien viene acompañada de su esposo —en donde está Francia— la manera en que Maura pregunta por su hija me hace saber que está preocupada— la estamos buscando... mi hermana tampoco aparece probablemente estén juntas— le digo intentando calmarla a pesar de que yo estoy igual de nerviosa, veo que todos los invitados nos observan esperando una explicación— Damas, caballeros como verán en estos momentos no estamos en condiciones de dar una fiesta será mejor que abandonen la casa y les doy mis más sinceras disculpas por hacerlos perder su tiempo esta noche— todos los presentes comienzan a retirarse y tanto Francia como Olivia no aparecen.
La noche transcurría demasiado lenta para mi gusto ni Francia y Olivia contestaban su teléfonos, incluso intenté marcarle a mi madre pues presentía que todo esto tenía algo que ver con ella —mamá...— el murmuro débil de Francia hace que todos volvemos para verla entrar por la puerta que da al jardín —¿Que te paso?— pregunta su madre abrazándola sin importar mancharse  de lodo pues Francia venia llena de el, ella llora y al ver a Gerardo su semblante es de terror —Rodrigo cierren las puertas y quiero seguridad en cada una de ellas nadie sale sin mi consentimiento o el del señor— le susurro previniendo lo que está por suceder pues Francia tiembla —hija dime que te paso— pregunta su padre yo me acerco a la familia y me pongo en cuclillas tomo las manos de Francia— todas las puertas tienen a un guardia de Seguridad, nadie va a salir de esta casa sin mi autorización... quiero que sepas que yo voy a creerte a ti sin importar lo que piensen los demás— le aseguro pues en su rostro se refleja el miedo a que nadie le crea —¿Francia que te pasó?—le pregunto y ella solloza —Gerardo intento secuestrarme— todos jadean y Sophia comienza a negar y a llamarla mentirosa —Fran... ¿Donde está Olivia?— pregunto con todo el miedo del mundo pues de cierta manera ya sabía la respuesta —ella vio cuando el intentó secuestrarme y lo impidió pero a cambio de dejarme libre se la llevaron a ella, me inyectaron algo y quede inconsciente en el jardín— Dante no lo piensa mucho y se acerca a golpear a Gerardo pero Sebastián y su padre lo detienen —¡Basta! Francia di la verdad... Gerardo no puedo haber echo eso ha estado toda la noche conmigo— Francia se levanta molesta y llora de impotencia —no tengo razones para mentir...—
—¡ME ODIAS!— la interrumpe Sophia —desde siempre ha sido así, incluso convives más con esta y su estupida hermana— Francia niega — eso es mentira, yo siempre e intentado acercarme a ti, de interesarme en tus cosas porque eres mi hermana—aclara —se como finges que te interesa cuando te cuento de algún evento que plane o tus comentarios de que no estoy en casa jamás...—
—como si tú no fingieras que entiendes mi vida— contraataca Francia con lagrimas en sus ojos a lo cual Sophia suspira molesta —dime ¿a que me dedico?—
—trabajas en una empresa— le responde enseguida —y que hago en esa empresa— vuelve a cuestionar Francia molesta —no lo se... ¡NO ENTIENDO ESAS COSAS!—
—y yo no entiendo las tuyas— responde Francia no gritando como Sophia pero notablemente molesta —ya jamás salimos solas nosotras juntas como antes como cuando en realidad éramos hermanas...—
—estamos ocupadas solo tenemos que encontrar tiempo para estar juntas— responde Sophia calmada y sin darle importancia—no lo se Sophia no deberías esforzarte para ser mi hermana— le pide Francia —yo no lo veo así Fran— le responde y Francia no dice nada solo limpia una lagrima que rueda por su mejilla —pero puedo ver por tu cara que tu si— Sophia cambia su semblante de enojo a uno de decepción —está bien, no quiero que seamos hermanas solo porque compartimos lazos sanguíneos—
—quieres ser mi hermana... créeme cuando te digo que tu esposo quiso secuestrarme— le pide con lagrimas en sus ojos —Francia por favor....—
—¡YA BASTA!— gritó pues esta situación me está cansando—mientras ustedes quieren arreglar su relación de hermanas la mía está secuestrada y en lugar de preguntarle a este imbecil por ella están con sus dramas innecesarios— reclamo —dime donde está mi hermana—
—no lo se— responde haciéndose el inocente —Francia miente, mi esposo no hizo nada— lo defiende Sophia— yo no miento... Sophia mírame ¡MÍRAME! Yo no estoy mintiendo...—
—se que están acostumbradas a ser el centro de atención pero esta vez no se trata de ustedes si no de Olivia— digo de manera molesta —chicas hay que calmarnos— nos pide Sebastián sin soltar a Dante pues aún se ve bastante molesto —Vámonos Sophia yo no tengo porque aguantar estas cosas— dice Gerardo de manera molesta, yo no le cedo El Paso y le doy una bofetada —¡Dime donde está Olivia!— le exijo —que te pasa idiota— me grita Sophia quien intenta darme una bofetada pero Sebastián se lo impide —no te atrevas a tocarla— la reta con la mirada —¿Apareció Liv?— pregunta un Elio quien acaba de llegar pues hace media hora se había ido por una emergencia en el hospital —ya diles Gerardo... diles a donde te llevaste a Olivia— exige Francia quien es sujetada por Dante de manera protectora, sin verlo venir Elio se acerca a Gerardo y lo arrincona contra la pared —Donde está Liv— mas que una pregunta suena a un gruñido—¡RESPONDE!— grita— Elio suéltalo ahora— le pide Sophia este lo hace pues Sebastián lo jala para evitar una pelea —déjennos salir—
—la señora dio la orden de que nadie sale sin su permiso— responde uno de los guardaespaldas— Sebastián diles que nos dejen salir— le pide su hermana —Sebastián yo le creo a Francia... el sabe donde está mi hermana— mis ojos están llenos de lagrimas —tú sabes que el esta aliado con mi madre.... Ella quiere castigarme por haberte cedido todo en Londres—
—¿De que hablas?— pregunta Gerardo confundido —tú sabes de que hablo mi madre y tú están de acuerdo para quedarse con todo por eso se llevaron a Liv para castigarme...—
—por eso querían secuestrarme a mi— responde Francia anonadada y es cuando todo cobra sentido —claro tú no lo sabías y por eso aceptaste el cambio con Liv y se la llevaron cuando en realidad querían extorsionar a Sebastian no a mi—
—¡Mentirosa!— grita Sophia —tú deja de defenderlo o vas a negarme que te pusiste de acuerdo con Emily para separarme de Sebastián— le reclamo —dejemos de perder el tiempo y llamemos a la policía— pide Elio —está en camino, Sebastián le pido a su guardaespaldas que llamaran a una patrulla.... Nosotros nunca dudamos de Francia ni de ti Dania— aclara el señor Joseph mis ojos se abren grandes sin verlo venir Gerardo avienta a Sophia su padre, Sebastián y Elio corren a auxiliarla yo por mi parte me interpongo para que Gerardo no se vaya —Alto...— intento detenerlo pero el me da una bofetada que me hace perder el equilibrio y pegarme en la frente —Lindura— escucho a Sebastián que viene a mi lado pero de pronto todo se vuelve oscuro.

Me Prohibo Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora