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12

Jisoo

Me paso las manos por el cabello, jodidamente enojada. El sabor de mi dulce chica aún está en mis labios. Nuestro momento perfecto se rompió con la interrupción de Jennie. Amo a mi hermana, pero voy a estrangularla. Toda la cara de Chaeyoung es un cálido tono de rosa. No sé si es por el orgasmo que le di o porque está avergonzada. No hay nada vergonzoso en hacer correr a mi chica, pero lo que me molestó es que alguien la vio desnuda y en el calor de la pasión.

Es irracional porque es mi hermana, pero aun así. Cualquiera podría haber entrado por esa puerta y visto a mi chica abrirse para mí. La posesividad y los celos me comen por dentro pensando en ello. Mi pequeña manifestante es toda mía. Soy la única con la que protestará o se desnudará. Quiero cada parte de ella para mí.

—Jennie— le dije otra vez para que saliera al frente y me dejara hablar con Chaeyoung. Puedo decir que su mente ya está rebotando con un millón de cosas.

— ¡Bien! Pero se lo diré a mamá— Empieza a irse.

—No olvides mencionar a Lisa— le digo a la ligera.

Me maldigo interiormente. No debí haber dicho eso. Me importa un carajo si se lo cuenta a mamá o a papá. Ellos lo sabrán pronto, pero yo sé que acabo de empujar a mi hermana. Se da la vuelta, deteniendo su partida. Digamos que si las miradas mataran, estaría muerta.

— ¿Me estás amenazando?— Ella estrecha los ojos sobre mí.

—Le gusta más chantajear— Chaeyoung saca la cabeza por detrás de mí.

Los ojos de mi hermana se dirigen a Chaeyoung, acogiéndola. Su expresión se suaviza y sé que le gusta lo que ve. Jennie es una persona muy buena para juzgar el carácter. O te ama con ferocidad o no se molesta en absoluto contigo. Claro, tiene conocidos, pero siempre los mantiene a distancia. Su lealtad es insuperable, sea tu familia o tu amiga. Puedo decir por la mirada en la cara de Jennie que estas dos se van a confabular contra mí. El calor llena mi pecho sabiendo que se van a llevar bien.

— ¿Te está chantajeando?— Jennie le pregunta. Chaeyoung  intenta salir de detrás de mí. La dejo, pero la agarro por la cintura, tirando de ella hacia mi lado.

— ¡Lo está!— Chaeyoung asiente, haciendo rebotar el moño desordenado que se hizo en la cabeza.

No sé por qué, pero me levanto, le quito la liga y dejo caer esos mechones de cabello rubio. Nunca había visto un cabello como el suyo. El color es tan puro, llamativo, y no porque todavía pueda ver motas de destellos en él. No hay ninguna posibilidad de ir a su casa y no salir con brillo en alguna parte. Estoy encontrando brillantina en lugares de los que ni siquiera me siento cómoda hablando. Pero no me importa, porque cada vez que veo algo llamativo, me recuerda a ella y me hace sonreír.

—Pero ella es la que lleva el delantal de unicornios— señala Jennie.

Ella trata de no reírse pero puedo escuchar el humor en su voz. Chaeyoung mira el delantal que me ha dado. Me importa una mierda lo que me ponga. Hizo sonreír a Chaeyoung cuando me lo puse, así que a la mierda. Lo llevare puesto.

—Es mi favorito— Lo dice como si yo se lo hubiera robado, haciendo que Jennie  finalmente soltara la sonrisa con la que ha estado peleando.

—Huele bien aquí. Sabes que no puede cocinar, ¿Verdad?—

—Sólo hace las bolitas—

Chaeyoung señala el lote de masa de galletas que he estado haciendo para ella. Sé que tiene que trabajar y no iba a tratar de convencerla de que no lo hiciera. No peleo batallas que sé que perderé. Es una pérdida de tiempo para todos.