Mérope Malfoy es una orgullosa Hufflepuff, no tenia las mismas creencias que su familia, era alegre y extrovertida. Además que daba su opinión sin importarle el que dirán.
Ahora que esta a punto de iniciar su cuarto curso en Hogwarts, Mérope se dar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPITULO TRECE | TORNEO DE LOS TRES MAGOS
ﾟ.:｡+ﾟ.:♡ﾟ.:｡+ﾟ.:｡♡ﾟ.:｡+ﾟ.:｡♡ﾟ.:｡+ﾟ.
LOS MURMULLOS SE ESCUCHABAN POR TODO EL GRAN COMEDOR. Mérope se encontraba en la mesa de Hufflepuff riendo junto con Cedric por un chiste que conto Susan. La pelirroja cada cierto tiempo echaba miradas a la mesa de Gryffindor, algo que la chica Malfoy no pudo evitar pasar por alto.
—¿Por que me da la sensación que estas mirando a Evan?—la rubia hizo un baile con las cejas, el cual Cedric imito.
—¡Dejen de molestar!—exclamo con las mejillas sonrojadas—Es solo que... creo que Evan me gusta—susurro.
Mérope se tuvo que llevar una mano a su boca para no saltar un grito de emoción.
—¡Eso es perfecto!, ¿Puedo ser la madrina de sus hijos?
—Aun no son nada y ya estas pidiendo eso, ¿Enserio Ly?—Cedric la miro con diversión.
La chica Malfoy no pudo comentar nada ya que Dumbledore se puso de pie haciendo que todos guardaron silencio.
—Bien, ahora que todos estamos bien comidos necesito que presten atención, ya que tengo un importante anuncio que hacerles—los tres Hufflepuff's intercambiaron una mirada, en cuanto anuncio que se cancelaba el partido de Quidditch la gran mayoría de los alumnos empezaron a protestar, Mérope noto como Evan tenia intenciones de lanzarle la copa al director.
Puede que la chica Malfoy ame el Quidditch y terminando Hogwarts quiera ser una jugadora profesional, pero sabe que aun tiene dos años mas conseguirlo. Por perder un año de Quidditch no pasara nada.
—Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y continuara a lo largo del curso, acaparando una gran parte del tiempo y energía de los profesores, pero estoy seguro que lo disfrutaran—Dumbledore hizo una pausa—Tengo el placer de informarles que este año en Hogwarts...—
El discurso fue interrumpió por un trueno que se escucho en todo el gran comedor, las puertas se abrieron de golpe dejando ver a un hombre caminando por un bastón, una luz de otro rayo hizo que iluminara su rostro lleno de cicatrices. El hombre ignoro todas las miradas y se dirigió hasta el director, ambos se susurraron algo para después irse a sentar a la mesa de profesores.
—Les presento a su nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras—hablo el director—Alastor Moody.
Lo normal cuando se presenta a un nuevo profesor era que los alumnos aplaudieran, pero esta vez nadie aplaudió a excepción de Dumbledore y Hagrid, Mérope quiso aplaudir por cortesía pero no lo hizo al sentir un leve codazo de Susan.
—Bueno como iba diciendo—hablo Dumbledore nuevamente—Tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento, que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebra desde hace mas de un siglo. Es un gran placer para mi informarles, de que este curso tendrá lugar aquí Hogwarts en Torneo de los tres magos.
—¡Se esta quedando con nosotros!—se escucho el grito de Fred Weasley desde la mesa de Gryffindor. La tensión que se sentía en el comedor desapareció y todos rompieron en risas.
—No me estoy quedando con nadie, señor Weasley. Aunque, hablando de quedarse con gente, este verano me han contado un chiste buenísimo de un trol, una bruja y leprechaun que entran a un bar...—la profesora McGonagall carraspeo la garganta, interrumpiéndolo.
Mérope no presto demasiada atención ya que sabia que era el torneo de los tres magos, lo había leído el año pasado en un libro que encontró en la biblioteca. Cuando Dumbledore dio la orden de ir a dormir se puso de pie y justo la insignia de prefecta en su pecho, le había llegado la carta en el verano junto con la de Evan y casi se desmayaban de la emoción.
—¡Los de primero formen dos filas!—exclamo.
Rápidamente se formaron dos filas de niños y niñas de primer año que fueron clasificados en Hufflepuff.
—Mi nombre es Mérope Malfoy, soy la prefecta de Hufflepuff y la que estará a cargo de ustedes para llevarlos a nuestra sala común—les sonrió levemente—Si son tan amables de seguirme.
La chica Malfoy salió del gran comedor con los pequeños detrás suya, en algún momento de camino se cruzo con Evan quien también guiaba a los de primer año a la sala común de Gryffindor, el pelirrojo le saco la lengua mientras le guiñaba un ojo.
—¡Caminen mas rápido pequeñines, aun falta subir las escaleras y créanme que son muchas, te puedes morir allí!—escucho la voz de su mejor amigo antes de cruzar el pasillo.
Al llegar al lado de las cocinas frente de ellos se encontraban demasiados barriles, Mérope toco el segundo barril de la segunda fila en la parte inferior para que después la tapa se abriera, dejando ver un pasadizo. La chica Malfoy entro por allí siendo seguida por los pequeños.
—Como pueden notar nuestra sala común se encuentra cerca de las cocinas—comento dándose vuelta, quedando frente a frente con los niños—A diferencia de las demás casas nosotros no necesitamos una contraseña para entrar, se debe tocar los barriles al ritmo de Helga Hufflepuff, es muy importante que lo memoricen ya que de lo contrario no podrán entrar a la sala común, ¿Alguna pregunta?
Una niña con el cabello azabache alzo la mano, Mérope la señalo dándole la palabra.—¿Por que tu cabello es asi de blanco?, ¿Es natural o te lo tiñes?
La chica Malfoy le sonrió con ternura.—Es natural, cuando era mas pequeña era de un rubio mas natural y común, desconozco por ahora es asi de platinado.
» Bueno—miro a los pequeños—Mañana a la hora del desayuno nuestra jefa de casa, la profesora Sprout, quien enseña Herbología, les entregara sus horarios, por el momento pueden ir a dormir, las habitaciones de los niños se encuentran a la izquierda mientras que las de las niñas a la derecha. Buenas noches.
