Mérope Malfoy es una orgullosa Hufflepuff, no tenia las mismas creencias que su familia, era alegre y extrovertida. Además que daba su opinión sin importarle el que dirán.
Ahora que esta a punto de iniciar su cuarto curso en Hogwarts, Mérope se dar...
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CAPITULO DIECISEIS | ALICE RICHARD
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MEROPE SALIO DE LA SALA DE PROFESORES CON UNA AMPLIA SONRISA. Cuando los alumnos empezaban su quinto año tenían una especie de reunión con su jefa/jefe de casa sobre a que se quieren dedicar al salir de Hogwarts. La chica Malfoy le comento a la profesora Sprout que quería ser jugadora profesional de Quidditch y la mujer empezó a explicarle mas sobre la carrera.
Las cosas entre Mérope y Hermione no habían cambiado en lo absoluto, la Gryffindor seguía ignorándola. La rubia había tomado la decisión de hacerle caso a Evan y dejarme su espacio.
Por otro lado, las casas de Hogwarts estaban en una especie de discordia desde que el nombre de Harry Potter salió del cáliz, Gryffindor apoyaba a su ahora campeón, mientras que Hufflepuff creía que le estaban robando el medito a Cedric Diggory. Evan y Mérope no apoyaban a ninguna de sus casas, ya que estaban demasiado preocupados por Harry.
La primera prueba había recientemente hace dos días, los campeones tuvieron que enfrentarse cada uno a un dragón diferente con el objetivo de robar el huevo dorado, ambos amigos casi no pudieron prestar atención a la prueba por estar casi sudando de los nervios por el menor de los Potter.
—¿Qué te dijieron?—le pregunto Evan con una sonrisa cuando la vio salir de la sala, el pelirrojo la había esperado cuando termino su reunión con McGonagall.
Mérope lo miro con el ceño levemente fruncido.—Si ya lo sabes, ambos queremos ser jugadores de Quidditch.
—Lo se—asintió soltando una leve risa—Pero quiero saber si nos dijieron los mismo.
—Pues...—se encogió de hombros—No es que pidan aprobar los T.I.M.O.S y E.X.T.A.S.I.S con extraordinario, casi siempre les importa mas tu resistencia en la escoba y todo eso.
—A mi McGonagall me dijo lo mismo, pero que igualmente no descuide mis estudios, por que al tener malas notas nos quitaran el derecho de poder jugar Quidditch y allí si habrá problema.
La chica Malfoy soltó una leve risa, Evan coloco su brazo sobre los hombros de su mejor amiga y juntos se dirigieron al gran comedor.
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Los murmullos en la mesa de Hufflepuff sobre Harry Potter aun seguían, pero cuando Evan tomo asiento con ellos todos se callaron, no querían incomodarlo ya que el no tenia la culpa de nada de lo que estaba pasando.
—Mira quien viene para acá—el pelirrojo le susurro al oído a su mejor amiga.
Mérope confundida miro en la dirección de Evan, Alice se acercaba hacia ellos con una leve sonrisa en su rostro. Desde que llegaron las estudiantes de Beauxbatons ambas rubias habían formado una especie de amistad, a ambas les gustaba la literatura y el Quidditch, no creían en la pureza de sangre y tenían una personalidad bastante similar.
—¡Hola copains!—los saludo animadamente mientras tomaba asiento junto a ellos—¿Escucharon sobre el baile de Navidad?, ¿Con quien tienen pensado ir?—hizo un baile con la cejas—¿Quiénes son los afortunados u afortunadas?
—Yo asistiré con las dos mujeres de vida—comento el chico Potter pasando cada brazo sobre los hombros de Susan y Mérope—Todo Hogwarts me envidiara.
—¡Ay, entonces ya tienes pareja!—Alice miro a la chica Malfoy algo desilusionada—Pensaba en pedírtelo.
—Mérope ira contigo—dijo Evan antes de que la rubia pudiera contestar.
—¿Enserio?—Mérope miro confundida a su amigo y con una mirada fue suficiente para entenderle—¡Oh!, claro, si quieres.
—¡Genial!—la francesa aplaudió emocionada—Podemos ir como amigas, no precisamente tiene que ser una cita, pero si asi lo prefieres yo no tengo ningún problema...—dejo la frase en el aire y le dedico una sonrisa algo coqueta.
Alice se inclino para dejar un beso en la mejilla de Mérope—muy cerca del labio—para luego ponerse de pie e irse nuevamente con Fleur Delacour, la campeona de Beauxbatons.
La chica Malfoy al sentir una mirada sobre ella la empezó a buscar hasta que sus ojos se conectaron con los de Hermione, la Gryffindor estaba viendo la escena con el ceño levemente fruncido, al notar que Mérope la estaba mirando se relamió de manera nerviosa los labios y desvió la mirada.
