-¡Será increíble! -había mencionado Taeyong, estaba muy entusiasmado, había escuchado una conversación privada entre el emperador y el líder de entrenamiento de alfas.
Se había enterado que dentro de algunos meses, reclutaran alfas y betas para entrenarlos el suficiente tiempo para que puedan ser parte del ejercito de defensa del palacio, y él definitivamente quería estar dentro de aquel ejercito.
-¡Además elegirán a los más fuertes para que sean los guardias del palacio! Es demasiado emocionante, ¡seré uno de los mejores!
-No lo dudo -Donghyuck le entregó a Taeyong una manzana después de haber logrado bajarla del árbol con una piedra.
Donghyuck para ser omega, era un rebelde que se la pasaba la mayor parte del tiempo comportándose como todo un alfa de árbol en árbol persiguiendo aventuras, le gustaba escalar y obtener frutas, además de quedarse allí a ver los nidos de las aves, aunque claro a veces terminaba siendo picoteado por los pájaros.
Taeyong era un beta, que se la pasaba la mayor parte del tiempo leyendo la biblioteca del palacio, su padre era el encargado de darle clases privadas de historia y literatura al príncipe Doyoung, y se había hecho amigo de él de manera rápida, Taeyong gustaba de ir al palacio y poder explorar cada rincón de la biblioteca, a veces lograba encontrar libros interesantes, había una minoría que solo eran escritos de vida de algunos de los antiguos emperadores.
-¡No puedo esperar más! -Taeyong dió un gran mordisco a la manzana,
-Doyoung, ten -el príncipe recibió gustoso la manzana que Haechan le entregaba.
Había entablado muy buena amistad con ellos dos, se sentía muy a gusto aunque a veces se le hacía demasiado pesado tener que escuchar a Haechan hablar de como se había caído de un árbol al intentar salvar un nido de aves.
-¿Tu padre no te a hablado del reclutamiento?
-No, para nada -Doyoung miraba la manzana-, pero aún así no puedo entrar, tengo mucho que aprender aún en el palacio, además eso es más para alfas...
-¡No olvides a los betas!
-Es para todos, tiene que serlo, un omega puede ser bueno en las batallas si se lo propone.
Y eso era muy cierto, Doyoung sabía que había pocos omegas en el pequeño ejercito, lograban ser buenos mensajeros e inclusive arqueros, era muy difícil que los pusieran al frente, debido a las voces de mando, si los enemigos lograban controlar a un ejercito de omegas, sería una perdición, lo bueno era, que las guerras no se veían por ningún lado, pero siempre debian estar preparados, o eso es lo que le había dicho su padre.
-Lo admito, pero aún así es riesgoso.
-Lo es -dijo Haechan-, pero sería bueno, me gustaría entrar.
Johnny había estado escuchando aquella conversación, quería hablar con Doyoung, pero no esperaba que sus amigos estuvieran allí, aún así se como sino hubiera estado escuchando absolutamente nada de toda la conversación que habían tenido.
-Príncipe Doyoung.
-¡Johnny! -Doyoung se había percato de que Donghyuck le tenía un gran afecto a Johnny, y no entendía por qué, simplemente era un alfa más de todos los que existían en el mundo-. ¿A qué has venido? ¿Quieres una manzana? ¡Traeré una para ti?
-No, Haechan, no quiero que te lastimes.
-¡Sabes que no! -de inmediato el omega se subió de nuevo al árbol en búsqueda de una manzana en perfecto estado para Johnny.
Doyoung apretó los labios, se sentía molesto, ¿por qué Haechan le iba a dar una manzana a ese alfa? ¿Por qué no a otro? ¿Por qué exactamente a su predestinado?
-Doyoung...
-Sino pones los honoríficos, no deberías hablarme.
Taeyong no podía creer como estaba armó de valor y salio de su escondite hablando Doyoung, y es que nunca lo había escuchado hablar así, tan enojado.
-Lo siento.
-Deja de disculparte, aburres, siempre te disculpas y es molesto.
Ambos amigos del príncipe se habían sorprendido, ¿por qué le hablaba de esa forma a Johnny? Haechan se sintió mal al ver como el alfa bajaba la mirada.
Doyoung de está historia deja de tratar a mi hijo como una mierda porfa :(
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El Omega que no quería a su predestinado/ Johndo
Tarihi Kurgu- No soy tu omega deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastido para mí, además ¡tú! No serías digno para un omega como yo. En ese momento Youngho había sentido como la opresión de su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar aquell...