No se sentía para nada bien, salió de su habitación caminando por el oscuro pasillo iluminado por la luz de la luna, la conversación que había tenido con el alfa seguía rondando por su cabeza, ¿por qué se sentía tan mal al respecto?
-¿No puede dormir? -Doyoung levantó la mirada encontrándose con Youngho.
- Solo, no tengo ganas de seguir acostado.
- Debería descansar, necesita energías.
-¿Qué me dices de ti? ¿Por qué estás vagando por el palacio?
- Escuche ruidos, fuí a investigar, pero no había absolutamente nada -la intensa mirada de Youngho fue a dar directo a los ojos de Doyoung-, debería regresar, príncipe.
Pero Doyoung tenía otros planes, si había algo que le gustará hacer cuando era pequeño, era ir hacía la parte más alta del palacio y observar el pueblo, ademas del cielo estrellado.
- Acompáñame -pidió Doyoung mirando a Youngho.
¿A dónde, príncipe?
- Solo ven -Doyoung de inmediato tomo la mano del alfa.
Con aquello una corriente había pasado por sus cuerpos, Doyoung quería ignorar aquello, pero le era imposible el poder hacerlo, ¿cómo iba a ignorar tan hermosa sensación que había sentido? Youngho miraba sus manos juntas, quería apartarla, pero su lobo le pedía que no lo hiciera, Doyoung no quería perder aquel contacto al igual que Youngho.
A pasos no tan sigilosos corrieron hacía las escaleras de madera, para después por fin llegar al lugar que tanto quería el omega que viera Youngho, el aire era demasiado fresco, y Youngho se había percatado que las prendas que utilizaba el príncipe no eran tan abrigadoras, de inmediato se coloco cerca de Doyoung para atraerlo hacía él.
El omega sintió su corazón desenfrenado al sentir las manos del alfa entrelazar sus dedos por sobre su vientre, miro hacía el alfa.
- Perdone que haga esto, pero no puedo permitir que enferme -Doyoung sonrió ante aquellas palabras, recargo más su cuerpo en el del alfa, recargando su cabeza en el pecho de Youngho, estaba cerca del cuello del alfa, y podía sentir el aroma de Youngho aún más fuerte y relajante.
- No importa, me gusta está cercanía.
- Es muy hermosa la vista desde aquí -mencionó Youngho, no quería volver a tocar el tema de aquel acto que había realizado.
- Lo sé, me encanta está vista.
Ambos se quedaron mirando el lugar por unos momentos, la luna parecía flotar entre las montañas, mientras que el pueblo lucía diferentes velas encendidas para darle luz a las calles, podían ver a algunos de los habitantes aún por las calles disfrutando del frescor de la noche, seguramente no hacía tanto frió como en donde estaban ellos, disfrutando del paisaje.
- Deberíamos regresar -mencionó Youngho, estaba preocupado, podía haber peligro.
Doyoung impidió que dejará de abrazarlo, el alfa miro como las manos de Doyoung ahora estaban sobre las suyas.
- Príncipe.
- Youngho, solo quiero estar así unos momentos, por favor.
- Esto es incorrecto -mencionó Youngho-. Tiene que regresar, príncipe.
- ¿Hasta cuándo será el día en que me perdones por mis actos?
No estoy molesto con usted, príncipe -Doyoung miró a los ojos al alfa-, pero tampoco es como si quisiera que me lastimes de nuevo.
Doyoung lo entendía perfectamente, pero intentaría que de nuevo, por lo menos Youngho esté con él a su lado, y alejar esas ideas que tiene sobre él.
Que lindos 😩☝️
Pero en sí tiene razón
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El Omega que no quería a su predestinado/ Johndo
Historical Fiction- No soy tu omega deja de pensar esas cosas, no eres más que un fastido para mí, además ¡tú! No serías digno para un omega como yo. En ese momento Youngho había sentido como la opresión de su pecho se había hecho cada vez más grande, escuchar aquell...