卍 Capítulo 2

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Mis ojos viajaron hasta aquel chico que caminaba hacia Kiyomasa, era sin duda intimidante. Detrás de él iba otro muchacho, uno más bajo que parecía distraído, a pesar de que su rostro me parecía conocido preferí no darle importancia.

- Es el Subcomandante de Toman.

- ¿Que demonios está haciendo aquí?

- El mismísimo Draken.

Nuevamente oí como empezaban a murmurar.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo en cuanto escuché el nombre de esa pandilla.

- Oye, Kiyomasa. Estas asustando al público.

- Oye, oye, Kenchin - En el momento en que su presencia se hizo más notoria todos se inclinaron.

- ¡Buen trabajo, comandante! -en ese instante todos se inclinaron en respeto.

Los recuerdos golpearon fuertemente mi pecho al darme cuenta de quien se trataba, a pesar de que aún faltan años para conocerlo.

Antes de que me vieran cerca de la escena me alejé lo más posible entre los que se mantenían inclinados.

Cuando me di cuenta el subcomandante había pateado a Kiyomasa y Manjiro se agachó para mirar cara a cara al chico que aún estaba en el suelo.

- A partir de hoy, ¡serás mi perra!

Adiós fuente de dinero, pero realmente no me interesa quedarme a conocerlo nuevamente. De ahora en adelante puedo cambiar el futuro y el mejor futuro es lejos de él.

Salí caminando por donde llegué.

[•••]

Un cadáver yacía frente a mi, nuevamente fui testigo de una muerte. Un hombre cayó desde a azotea del edificio mientras pasaba por la calle de regreso a casa, o al menos eso es lo que creo que hacía ya que no hace mucho regresé a mi actualidad. ¿Como lo hice? Yo tampoco sé.

Oí un grito desde la azotea del edificio de donde cayó la persona que está muerta. Al elevar la mirada apenas pude reconocer el rostro de la persona que evidentemente lloraba. Ese chico de nuevo.

En este punto comienzo a creer que es mucha coincidencia el verlo cada vez que el tiempo cambia, si realmente se debe a el... ¿Por que me afecta ami también?

Decidí regresar a casa esperando que no volviera a pasar.

Gran error...

Al día siguiente después de una siesta otra vez estaba en mi yo de hace doce años. Cuando abrí los ojos estaba cerca de un templo, de pronto comenzaron a llegar grandes grupos de chicos en motocicletas, todos con el mismo uniforme negro, lo que me indicó que probablemente se trataba de una pandilla. No estaba de humor para meterme en problemas, mucho menos para pelear, hasta que observé que nuevamente ese chico rubio estaba cerca, dos de los motociclistas se le acercaron buscando problemas. Entonces me di cuenta que pasar recto e ignorarlos no servirá, lo mejor será esconderme cerca del templo esperando a que se vayan.

Con cuidado de que no me notarán subí hasta el templo, pero en cuanto me di cuenta que ellos también subían corrí a un lado para esconderme cerca de un árbol.

¿Por que vienen aquí? ¡¿Acaso piensan vandalizar un templo?!

Ah...

A los pocos minutos todos estaban en filas.

Mierda, esto no es buena señal.

- ¡Buen trabajo, presidente!

Mire de reojo a la persona que entraba.

Mierda, mierda, mierda. Esto no puede estar pasando, no puedo estar en esa situación.

Me apoye en el árbol sentandome en la tierra, escondí mi cabeza apoyándola en mis rodillas y abrazandome a mi misma.

Manjiro...

Los recuerdos no tardaron en invadir mi mente, atormentaneome una vez más.

[Flashback]

La lluvia la cubría de cabeza a los pies, estaba empapada y con frío. No tenía un lugar a donde ir, acaban de echarla del departamento donde vivía justo después de que Sato-san muriera a causa de un accidente.

Esa mujer había sido como una madre para ella, pero en cuanto se fue el nuevo dueño del edificio no dudó en tirarla a la calle si no cumplía con una cuota más alta.

Claramente una estudiante de preparatoria, sin importar cuantos trabajos de medio tiempo tuviera, no podría reunir suficiente para un pequeño departamento. Sin mencionar que también debía pagarse la comida y gastos extra. Pero ahora no había nada que pudiera hacer.

¿Tal vez quedarse un tiempo en algún lugar abandonado?

En ese caso debía comenzar a buscarlo ya mismo, llevaba horas sentada bajo la lluvia que solo empeoraba. Estaba empapada hasta los zapatos y el frío fácilmente pasaba por su ropa delgada. Si llega a pescar un resfriado no podría trabajar al día siguiente, además de que estaba oscurecimiento y no sería fácil andar por ahí si algún policía la ve.

Se levantó sintiendo como el frío le ponía la piel de gallina, tomó su maleta con la pocas cosas que le quedaban y comenzó a caminar, tras pasar por varias calles llegó a una que estaba algo alejada de los lugares concurridos. Ahí mismo había un viejo edificio que estaba en ruinas y completamente deshabitado.

Subió las escaleras hasta un piso donde fuera difícil que alguien la viera. Tiró su maleta al suelo y buscó una toalla para secarse.

En cuanto el olor del humo de un cigarrillo llegó a sus fosas nasales se alarmó, un chico se encontraba fumando mientras la miraba fijamente desde una esquina.

¿Como es que no lo noto antes?

La extraña sensación cuando sus ojos se conectaron fue electrizante, había algo triste, vacío. Como si el fuera tan sólo un maniquí o un cascarón.

¿Que tan tantas cosas tuvo que pasar para que sus ojos se vieran así?

[•••]

El momento en que nos conocimos, fue algo extraño. Nunca había visto a alguien que pudiera expresar su tristeza y soledad solo con mirarlo a los ojos.

Cuando me di cuenta todos estaban gritando.

- ¡¡Vamos a aplastar a Mobius!!

Después de ello un a gran parte comenzó a retirarse, casi al último aquel chico de cabello rubio. Cuando creí que ya todos se habían ido me levanté para irme tambien.

- Oye tú - gire mi vista y me encontré con quien menos deseaba - ¿Cuanto tiempo llevas espiando?

Manjiro y otro chico mucho más alto me miraban con el ceño fruncido. Sentí como se me helaba la sangre.

𝙼𝚘𝚍𝚒𝚏𝚒𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙻𝚊 𝚁𝚎𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍  [Mikey x fem oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora