卍 Capítulo 10

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¿Mi día podía ser peor? Si.

Además de caerme de cara en plena calle al salir de casa y tener que darme la tarea de buscar a Takemicchi para preguntarle sobre su hostilidad hacia Kisaki ahora me despidieron de la florería. Debo buscar otro trabajo si quiero comer esta semana, y además debo buscar algunas peleas para ganar dinero extra.

Caminé lamentándome de mi existencia hasta llegar  a una zona despejada, no faltaría mucho para llegar a los barrios bajos que es donde usualmente se reúnen las pandillas apostando dinero en peleas donde ponen a los novatos. Pronto también será la temporada de exámenes y tendré que asistir unos días a la escuela.

Al llegar por fin a las calles baldías y agrietadas caminé buscando por los callejones, pero en lugar de una pelea me encontré a unos niños sentados de espaldas, me acerqué por curiosidad viendo como picaban con una varita el cadáver de una gata negra, a un costado se escuchaban maullidos agudos y prestando un poco de atención me di cuenta de que los maullidos provenían de dos gatitos bebé que se escondían detrás de un basurero.

En ese caso la gata debió ser su madre.
Caminé pasando a un lado de los niños, los gatitos se escondieron más al fondo cuando me vieron acercarme, miré a los niños.

— Oigan ustedes, dejen en paz a la pobre gata — les hablé acercandome.

Al verme ambos niños salieron corriendo, menudos cobardes.

Tomé el cadáver de la gatita y lo lleve conmigo, cerca había una salida hacia un pequeño bosquecillo así que la dejaría junto a algún árbol.

— Pequeña... Debiste pasar por mucho —murmure dejándola ahí, tirarla a la basura sería demasiado cruel pero tampoco tenía suficiente tiempo como para hacerle una tumba.

Volví al callejón de antes quitandome la sudadera para envolver a los gatitos con ella, costó un poco sacarlos de detrás de la basura. Se que las marcas en mis brazos se verán, pero justo ahora me importa más lo que podría suceder es si los dejo ahí, son pequeños y no podrán sobrevivir si alguien no los cuida. Así son todos los niños, necesitan la calidez de una madre y la protección de alguien más grande, de otra forma es casi imposible que lo hagan, y en caso de que lo hagan vivirán una vida dura llena de desconfianza y soledad, es algo que aprendí por las malas.

Cuando al fin los tuve en mis brazos lo envolví con la sudadera, estaban algo mojados y apestaban a basura. Caminé con ellos en brazos hasta mi departamento, luego de acomodar una manta vieja en una esquina de mi cuarto los dejé ahí, es la habitación más cálida después de todo. Los pequeños seguían maullando, lo más probable es que fuera por hambre así que fui a la cocina a buscar algo que pudiera darles, lamentablemente no encontré nada, usualmente casi no como y si lo hago son sólo sopas instantáneas así que ni siquiera tengo un estúpido envase de leche.

Busqué dinero y salí de prisa para buscarles algo de comida, ellos se quedaron en la cobija llorando.

Llegué a la tienda y compré la leche, además aproveché para comprar algo de comida para mi, como siempre mayormente comida instantánea y bebidas energéticas. Decidí tomar un atajo para llegar más rápido, en ese momento algo llamó mi atención y es que vi pasar a Takemicchi junto a un tipo pelo negro con mechones rubios.

Conociendolo es probable que terminen dándole una paliza, y aprovechando que debo hablar con el decido seguirlo. Caminaron hasta un lugar apartado donde había un local abandonado, dentro parecía ser la guardia de alguna pandilla y las paredes de fuera estaban adornadas con grafitis, un angel sin cabeza parecía ser su marca.

"Valhalla"

— Oye tú, estuviste siguiendonos por un rato ¿que es lo que quieres?  — la voz del tipo que estaba con Takemicchi me sorprendió.

𝙼𝚘𝚍𝚒𝚏𝚒𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙻𝚊 𝚁𝚎𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍  [Mikey x fem oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora