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—¡Kazutora!
—¡¿Que diablos crees que haces?!
Al ver caer a la en el suelo los miembros de ambas pandillas comenzaron a escandalizarse, Vallhala se motivó, mientras que los mas cercanos entraron en pánico. Los murmullos de los delincuentes que se limitaban a observar el duelo de pandillas no se hicieron esperar.
— ¿Quien carajo es ese mocoso?
—Que imbecil, no debió entrometerse.
—No trae el uniforme de ninguna pandilla
— ¿Por que hizo eso?
Sin duda, esa era la mayor interrogante, nadie lo conocía ni lo había visto antes.
Mientras la pelea continuaba entre algunos capitanes y miembros, los mas cercanos que lo notaron comenzaron a gritar.
—¡Alex-kun!
— ¡Kai! —el muchacho de ojos ambar rápidamente se dio cuenta de lo que hizo.
Olvidando por completo su motivación inicial lanzó la navaja hacia un lado y sostuvo la chica entre sus brazos, con los ojos cristalizados al borde de las lágrimas miro al azabache, quien era su principal objetivo, y, en un momento de vulnerabilidad, solo pudo pedirle entre sollozos;
— Ayúdame...
Rápidamente su amigo entendió el mensaje, mientras Takemichi llegaba rapidamente a su lado para ayudarlo a sostener a la rubia mientras gritaba entre lagrimas de desesperación.
— ¡Baji-san! ¡La ambulancia esta por llegar, detén la pelea por favor!
Ante la señal, el pelinegro se acerco a explicarle la situación a su antiguo líder.
— ¡Mikey! Apuñalaron a alguien, ¡esto tiene que acabar!
El rubio, que antes estaba perdido en la pelea, reaccionó gracias a las palabras de su amigo.
— ¡Entonces ayudame a terminarla!
No recibió una respuesta, pero con ver la sonrisa determinada de su amigo lo entendió todo, su primer capitán había vuelto. Ambos muchachos se abalanzaron contra Valhalla, codo a codo.
Quizás los planes de Baji para desenmascarar a Kisaki se fueron al caño con esto, pero ahora recuperó a su amigo, aún podia ingeniar un nuevo plan para acabarlo. Con el regreso del capitan de la primera division la pelea dio un gran giro, mientras Draken se ocupaba de Hanma y con Kazutora cuidando del herido, ahora los capitanes y vice capitanes eran libres de acabar con la mayoría. Claro que no duró demasiado, a los pocos minutos el sonido de la ambulancia espantó a todos, incluyendo a los espectadores, pues las mismas vendran acompañadas de alguna patrulla para controlar la situación.
Mikey, Baji, Chifuyu, Draken y Kazutora se quedaron a dar una explicación, claramente con mentiras de por medio, pero la prioridad fue acompañar a su amigo al hospital.
Durante el viaje en la ambulancia surgió la conversación, Baji cuestionó a Kazutora, quien parecía perdido en la preocupación por la rubia.
— ¿Desde cuando lo conoces? —preguntó con tranquilidad, tratando de distraerlo de la preocupación. Como si simplemente ignorase el hecho de que esa puñalada iba dirigida primeramente hacia él mismo.
— Fuimos amigos, hace un largo tiempo atrás, antes de que ocurriera aquello, antes de conocerlos a ustedes —respondió levantando la mirada hacia el azabache, sus ojos ambar reflejaban los recuerdos que le proporcionó aquella pregunta.
Una vez en el hospital, se encontraron con los otros cuatro chicos, mientras la rubia era internada en una camilla. Una enfermera se acerco a pedir sus datos, no obstante, ninguno los conocia realmente.
— ¿Pueden contactar con su familia? —les preguntó la mujer.
— Me dijo que no vive con sus padres —contesto el azabache.
— ¿Creen que en casa tenga algun número de contacto? —indagó Mikey.
— ¡Yo se donde vive! —una vez mas, el pelinegro contestó con esperanza, quizas seria de ayuda contactar con si familia. A pesar de que dicha declaración despertó la sorpresa de sus compañeros.
Kazutora se limito a asentir, no diria que ella cortó lazos con su familia, seguramente llamarian a servicios sociales y la internaran en algún lado, después de todo, aun es menor de edad. Para evitar conflictos esperó hasta que Baji los dirigiera a la puerta del lugar.
Era un complejo de apartamentos algo pequeño, pero tampoco se veía en mal estado, abrieron la puerta que estaba sin seguro. Lo primero que notó el grupo de muchachos fueron maullidos agudos, los cuales siguieron para encontrar a dos pequeños gatitos, uno negro y uno manchado, de inmediato los ojos de Chifuyu y Baji se iluminaron, cada uno tomo un gato en brazos y empezaron a acariciarlos.
— No tiene contacto con su familia — soltó de forma contundente el de ojos ambar.
— ¡¿Y por que no lo dijiste antes?! —reclamó mikey.
— Si alguien mas lo supiera sería problemático.
— ¿Que se supone que haremos ahora? —interrogó el mas alto.
Sin saber que mas hacer, todos salieron del lugar, exceptuando que ambos michachos se quedaron con los gatos, que aun lloraban de hambre. Ante la mirada juzgadora de sus amigos trataron de excusarse.
— ¡Que miran imbeciles!
— ¡Si los dejamos moriran de hambre!
Aun sin responderles, solo se limitaron a mirarlos con resignación, hasta que fueron interrumpidos por los reclamos de una señora que los observaba desde las escaleras.
— ¡Hey mocosos! ¡¿Que diablos crees que hacen allí?
La mujer alarmada se apresuro hasta los chicos.
— Ah ¡lo siento! —se disculpó Chifuyu apresuradamente.
— ¿Estan robando?
La acusación los dejó pasmados, claramente no lo pensaron de la mejor manera antes de entrar a un departamento ajeno sin permiso.
— Verá, sucedió algo con la persona que vive aqui —trató de aclarar Mikey.
La expresión de la mujer fue suficiente para indicarles a los chicos que ahora había una solución.
Satō se presentó en el hospital como tutora de la muchacha, firmó papeles y facturas que afortunadamente cubrían el seguro, quizas no fue la mejor forma de conocer a los nuevos amigos de su protegida, pero sin duda les agradecía por informarle sobre la situación. Después de todo esa nila seguia siendo un dolor de cabeza, un dolor de cabeza al que apreciaba con su corazón.
El día pasó, los chicos tuvieron que volver a casa, Baji y Chifuyu decidieron encargarse de los gatitos, ya que su amigo estaria un tiempo considerable en recuperación, necesitarian atenderlos y alimentarlos, además, podrian ser una buena compañia para Peke J.
A la mañana siguiente algunos chicos fueron a visitarlo, sin embargo aun parecia estar dormido, no hicieron demasiado, solo llegaban a preguntar si había despertado, a pesar de ello el único que se mantuvo ahí dia y noche fue Kazutora, quien seguía preocupado con la culpa carcomiendo su corazon.
Baji llegó en la mañana y también se mantuvo ahí, aun deseaba agradecerle por salvar su vida, por muy patético que fuera el hecho de que alguien mas pequeño lo salvara, aun se lo debía.
Casi al caer la noche llegaron Mikey y Draken, que al preguntar a sus amigos les informaron que aun dormía, sin embargo Mikey insistió en verlo.
La enfermera le concedió el permiso, pero solo uno podía entrar a la vez, de nuevo, gracias a su insistencia, fue el quien lo hizo. Y ahí estaba, con sus cabellos dorados iluminados por los ultimos rayos de sol, mirando hacia la ventana con aparente debilidad y confusión, se sentía extraño.
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𝙼𝚘𝚍𝚒𝚏𝚒𝚌𝚊𝚗𝚍𝚘 𝙻𝚊 𝚁𝚎𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍 [Mikey x fem oc]
FanficTodo cambió en cuanto sus ojos presenciaron como aquél chico cayó en las vías del tren, así como también fue la única en notar que todo a su alrededor cambió. Ella fue la única en notarlo, la única además de la persona que lo empujó. .・゜゜・.・゜゜・.・゜゜...