En un mundo en el cual la sociedad todavía no acepta la homosexualidad, era bastante difícil para ustedes mantener su relación.
Pero no hablo sobre el miedo a salir del closet y todo eso. No, no, a ustedes les importaba una mierda lo que los demás llegarán a pensar de ustedes o su relación.
A fin de cuentas lo único que les importaba era que se amaban incondicionalmente.
Lo molesto era cuando caminando de la mano por la calle, personas les gritaban cosas.
"Esas son cosas del diablo"
"Asqueroso""Los gays no deberían existir"
"Muéranse"
Eran de las cosas más recurrentes que se escuchaban en las calles una vez las veían ser acarameladas juntas.
Y ni mencionemos los comentarios misóginos y desagradables que soltaban algunos hombres, sugiriendo que les quitarían lo lesbiana o que ellos grabarían su relación para ciertas páginas para adultos.
Era verdaderamente desagradable.
Claro que tu novia varias veces dejo inconscientes a muchas de esas personas, y no muertos porque tu la detenías.Y si bien eras alguien bastante fuerte, no te gustaban mucho las peleas; podría decirse que eras una pacifista.
Pero cuando intentaban a atacar a tu seres queridos, era un caso totalmente diferente, y mucho peor si el ataque iba a tu novia.
Nunca permitirías que algo le pasara.
Estaban caminando por el centro de la ciudad, Senju te había insistido que la acompañaras, porque había robado la tarjeta de su hermano y quería consentirte comprándote ropa, y obvio también comprar ropa para ella.
Y con insistir me refiero a que te dio un beso y simplemente aceptaste.
Eras fácil de convencer si es que de ella se trataba.
- ¡Vamos, vamos! Todavía quedan algunas tiendas que quiero ver - caminaba entusiasmada mientras te agarraba de la mano.
- Linda...- hablaste calmada - Baja un poco el ritmo por favor - le pediste.
A lo que, claramente, ella lo hizo de inmediato.
Podría decirse que ambas eran simps de la otra.
Senju retrocedió unos pasos, se puso a tu lado y te dio una sonrisa.
- Esta bien- simplemente respondió
- Gracias- te acercaste y le besaste la mejilla- ¿Quieres comer algo? Escuche de un café bastante bueno por aquí cerca.
Empezaste a ver por todos lados hasta que viste el local.
- Oh, es ese - sonreíste y te giraste para ver a tu novia - Siéntate en esa banca y espérame aquí ¿Si? Iré a ver si hay lugar - le diste un beso y eso basto para que acatará tu orden como una niña buena.
Con todas las bolsas de las compras, fue y se sentó en la banca que indicaste.
Ya sentada observaba como te ibas alejando hasta entrar en el local.
Soltó un suspiro y luego sonrió, verdaderamente estaba enamorada, te amaba.
Fuiste y todavía eres su rayito de sol.
Cuando apenas te conoció cayó por ti, estando a tus pies.
Y hablo metafórica y literalmente.
Van a la misma escuela juntas, empezando preparatoria se conocieron.
Nueva escuela, nuevo curso, nuevas clases.
El primer día, en el descanso, estaba bajando las escaleras y te vio pasar por el pasillo.
Se embobo tanto mirándote que se distrajo y termino pisando mal un escalón, lo cual termino en ella de rodillas frente a ti.
La vergüenza que sintió ese día es inexplicable.
No le había pasado nunca, siempre tuvo muy buen equilibro y no se distraía fácil, por lo que no supo como reaccionar.
Por otro lado, tu te preocupaste y rápidamente te agachaste a su altura.
Le preguntaste y dijiste algunas cosas.
Cosas que Senju no escucho o ignoro por estar admirándote y pensando en lo bonita que eras.
- ¿Segura que estas bien? - logro escuchar saliendo del trance.
- A-ah si, si, estoy bien - hablo sonrojada intentando pararse.
Lo cual fallo, cayéndose nuevamente, porque se había lastimado las rodillas y le dolía estar de pie.
- Sube - le dijiste dándole la espalda.
Senju te miro con duda.
- Vamos sube, te llevare a la enfermería - le sonreíste.
Y con esa sonrisa fue suficiente para que hiciera lo que le pediste.
En el camino se presentaron y descubrieron que estaban en el mismo año pero en diferentes clases, la única suerte fue que los salones estaban al lado.
Una vez en la enfermería, la sentaste en una de las camillas, y al no estar la enfermera, tu agarraste las cosas y empezaste a curarla.
- Yyy listo - sonreíste pegando la ultima bandita de corazones y estrellas en su rodilla.
- Muchas gracias - te agradeció sonrojada.
Bueno, en realidad estuvo sonrojada la mayor parte del tiempo.
- No es nada - le regalaste un linda sonrisa.
A partir de ese día se volvieron inseparables, porque claro, al ser todo nuevo, ninguna conocía a nadie más.
Con el tiempo se fueron convirtiendo más y más cercanas y bueno, terminaron siendo novias.
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Tokyo Revengers one shots
FanfictionDonde la lectora y x personaje pasan por diferentes situaciones que terminan siendo amorosas... o no, quien sabe. VA A HABER SPOILERS DEL MANGA.