Locura de Amor (4° SAP)

Capítulo 15.

Noah.

Si había algo que me molestara de mí mismo, era esta jodida situación donde preocupaba a mis padres. Con sólo ver los ojos de mi madre, supe todo, ella se culpaba de no ver todas las señales. Lloraba a mi lado preocupada por mi salud y por lo que podría suceder si no estábamos a tiempo. No tenía miedo de morir, creo que esa sensación la perdí esa vez que con Sasha e Ignati tuvimos nuestro primer enfrentamiento con unos rebeldes que estaban en contra del legado Sokolov dentro de la mafia rusa. La adrenalina de sentir que estás al límite entre la vida y muerte es tan delgada que te sentis invencible, por eso no tenía miedo del desencadenar que podría tener mi vida.
Si el cáncer estaba de nuevo en mi vida, quería ver en que etapa estaba, si ya tenia un estado terminal, no quería vivir mis últimos días de vida en un hospital sino disfrutar ese tiempo haciendo lo que más me gusta.

No quería cambiar nada en mi rutina, pero sabía que después de esos análisis médicos tendría la respuesta a como debíamos continuar. Solo no quería volver a hacerles pasar por esto a mis padres, se que será más difícil para la familia que para mí, me siento preparado para cualquier respuesta a que nos den los doctores en unos días.

— ¿Cómo te sientes cariño? — pregunta mamá acariciando mi cabello.

— Estoy bien mamá, relájate un poco — le pido suspirando.

— ¿Cómo quieres que nos relajemos? — exclama papá. — Cuándo seas padre entenderás las cosas, no es nada lindo ver a tu hijo con un tubo en su costado donde le drenan líquido que tiene en sus pulmones, no me pidas que me relaje, porque no lo haré, Noah — agrega con una mirada cargada de reproche.

— Son unos exagerados — acoto.

— Exagerado será el correctivo que debo darte por no hacerte tus chequeo Noah, sabes lo difícil que es para mi o tu padre imaginar que la enfermedad volvió, que podemos perder a nuestro hijo por llegar tarde a un tratamiento. Somos exagerados con justas razones, siempre seremos así   — declara mamá mordiendo su labio inferior conteniendo sus ganas de llorar.

¿A quién le gusta esta situación?

Ver a mi mamá o papá de esta forma, sentir su dolor y culpa, no es nada agradable.

— Haré todo lo que los médicos digan — murmuro.

Las pruebas estarán en un par de días, por el momento debía seguir internado hasta que quiten el tubo en mi costilla. Además mi vuelta a Rusia se verá complicada por el tema que debido al derrame pleural no puedo estar a demasiadas millas de altura porque podría generar otro derrame, pero en mi otro pulmón.

— ¿Por qué están en Grecia? — consulta mi padre.

— Temas de trabajo — miento.

No podía decirle a mis padres o mejor dicho reconocer la verdadera razón  porque que estábamos en Grecia, en esta ciudad específicamente. No podía decir que estaba otra vez detrás de Katherine cuando les había prometido a ellos que no tendría nada más con ella, ya que ninguno nos hacíamos bien en el pasado.

— De pura casualidad te encontraste con tus primos — dice mi padre dándome una mirada de ya reconoce el motivo o seguiré preguntando.

— Vine por ella — reconozco suspirando.

No hay nada más frustrante que mi padre con su bichito de curiosidad, hasta no exprimir todo no dejaría de indagar.

— ¿Por Kate? — inquiere mamá.

— Si la amas no entiendo el porqué no le das el lugar que ella se merece — papá me detiene antes de interrumpirlo. — no me digas esa estupidez de la mafia porque mira a Gavriel o Gauss, tanto Alexia como Danna son mujeres que se criaron fuera de ese mundo y por amor aprendieron a sobrevivir ...