Katherine.
Esperaba un poco impaciente en mi habitación, le están haciendo análisis a Cadin no solo para saber como estaba al nacer unas semanas antes de lo previsto sino también para determinar el grado de compatibilidad que tiene con su padre y así empezar a trabajar con las células madres que se extrajeron del cordón umbilical, que será una especie de tratamiento de regeneración para estimular el trasplante de médula a Noah.
Es el día más feliz de mi vida, pero no quita que me sienta mal, preocupada e infinidades de cosas más, esperando que todo de este nuevo tratamiento nos traiga a Noah de nuevo con nosotros.Mientras estuve en trabajo de parto, no hubo muchos cambios sobre su estado general, solo estaba en un coma farmacológico, que buscaba estabilizar todo su sistema para si todo sale bien someterlo a ese trasplante.
— Hola mamá — dice una de las enfermeras entrando a la habitación empujando una cunita.
— ¿Se quedará conmigo? — pregunto ansiosa.
— El pequeño es muy saludable, aunque nació cuatro semanas antes toda la clínica está sorprendida por su perfecto estado de salud y desarrollo — asegura acercando la cunita al lado de mi cama.
— Es un guerrero — afirmo.
— Como su mamá — acota poniendo a Cadin sobre mis brazos.
— Hola mi amor, mi pequeño guerrero — murmuro observando a mi hijo.
No puedo creer que Noah y yo, procreamos un ser humano hermoso, nuestro espíritu de batalla está reflejado en nuestro bebé, Cadin, no tiene idea de lo mucho que hizo desde que esta en mi vientre.
La enfermera se toma su tiempo para explicarle la manera correcta que debo darle el pecho, el tema de sacarle los gases y otras indicaciones que me hacen sentir insegura a lo que será de mi cuando este sola lidiando con todo.
Por unos largos minutos estoy sola en la habitación contemplando a mi hijo que solo duerme en mis brazos, el mejor regalo de mi vida.
— Todas las noches soñaba contigo — le cuento mientras lo escucho quejarse. No quiero soltarlo. — en unos días vendrá papá y te conocerá, no tienes idea de lo mucho que él te ama — agrego y me quedo en silencio al ver como de a poquito abre sus ojos.
¡Grises!
Heredo ese inconfundible color de ojos, propia de la genética Meitzner. Noah siempre me repetia que imaginaba un pequeño niño rubio con unos intensos ojos grises como los míos, no se había equivocado con eso.
La puerta de la habitación se abre, sonrío al escuchar la voz de Mackenzie que les pide que hagan silencio, la veo asomarse y como sus ojos se cristalizan al vernos.
— Ansioso como su madre — es lo primero que dice mientras veo como Faith, Nick, Ellie, Julián y Dylan ingresan con muchas bolsas en sus manos.
Sin dudas Cadin será super consentido.
— Soy un sexy tío — acota Nick con una gran sonrisa.
— ¡Es precioso, Kate! — chilla Faith.
— ¡Oye el sexy tío soy yo! — se queja Dylan empujando a Nick.
— ¿Es solo mi sensación que es parecido a Noah? — pregunta Julián frunciendo su ceño.
— Para mí es parecido a Kate — comenta Ellie.
Todos jadean por la sorpresa cuando él abre sus ojos y los mira con atención.
— Mira, hijo, todos ellos son tus tíos — digo al presentarlos. — Él es Cadin — agrego diciéndoles por primera vez su nombre.
— Cadin Salvatore, nombre de todo un galán — afirma Nick divertido.
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Locura de Amor (4° SAP)
RomanceCuarta historia de la Saga Atracciones Peligrosas. ¿Qué es amar? El amor es un sentimiento supremo que una persona puede experimentar hacía alguien. Amar no solo se trata de afinidad o química entre dos personas, el amor es sentir respeto, conexión...