Capítulo 23.

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Noah.

Estaba esperando el cambio de hora de las enfermeras para escapar sin ser visto, era el momento donde más movimiento hay en el hospital, además mis padres todavía estaban en mi habitación por la hora de la visita acompañados de mis hermanos. Me mostraba igual que siempre, indiferente y como si ya nada me importaba, aunque dentro mío era un león enjaulado que quería huir, en busca de su libertad. Ya que aprovechaba para irme a Alemania para saber que sucedía con Katherine, luego me quedaría en Suiza para llevar acabo mi plan. Lo siento familia por todo esto, pero es mi voluntad y ya estoy cansado de fingir que todo está bien, cuando todos sabemos que las cosas no son así.

Había recurrido a Cayden para que me ayude, uno porque nadie pensará que él está detrás de esto, seguro irán por Sasha primero y luego de darse cuenta que mi mejor amigo no estaba involucrado en esto, ya seria muy tarde para todo.

— Estás muy pensativo — dice mi padre apoyando su mano en mi hombro.

Suspiro. — Algo está sucediendo y no se que es — reconozco al mirarlo.

— ¿Qué sientes? — inquiere con su ceño fruncido.

— Algo, no se como explicarte — acoto suspirando de nuevo.

Me sentía raro, tenía una sensación en mi pecho que no podía explicar a que se parecía, solo sabía que molestaba mucho y no quería sentirla más.

— No debería decirte esto ...

— Dime — le pido.

— Me enteré por la boca de Lena que Katherine esta internada en una clínica en Berlín. Tiene depresión...

— ¿Trató de hacerse algo? — pregunto apretando con fuerza mi quijada.

Espero que no haya sido tan tonta como para tentar con su vida o estaríamos en serios problemas. La serpiente venenosa jode todo cuando quiere.

— No, bueno no se. Además de depresión tiene bulimia y anorexia. Ella dejo de comer sin darse cuenta — me cuenta tomándome por sorpresa.

— Idiota — mascullo cabreado.

— ¿,Qué harás? — pregunta.

— ¿Por qué piensas que haré algo? — inquiero desviando mi mirada para observar por la ventana.

— Porque se que lo harás, soy tu padre y además se que a pesar de todo, amas a esa chica. Puedo decirte que no vayas por tu salud, pero igual irás sin importarte nada — acota suspirando.

— Iré a verla — sentencio.

— Entonces dile eso a tu madre para que no se preocupe — me pide.

Me giro para observar a mi madre que entraba a la habitación, su guardia iba a empezar en unos minutos, pero ella estaba ahí con el asquerosa comida del hospital y una gran sonrisa en su rostro.

— Niños — habla papá llamando la atención de mis hermanos. — Saluden a su hermano, tiene que hablar con su madre — informa.

— Papá — lo detengo. — Gracias por todo, por amarme como lo haces — digo al abrazarlo.

— Siempre estaré para lo que necesites, aunque sea una locura como esta — murmura al estrecharme de nuevo entre sus brazos.

Ethan es el padre que la vida eligió para mí, no pudo tocarme uno mejor y estoy agradecido a todo lo que hizo por mi, mi madre y nuestra familia. Es el mejor papá del mundo, nadie podría refutarme esto.

Mis hermanos se despiden con una fuerte abrazo, ellos me hacen prometer que no bajaría los brazos y les miento diciendo que eso nunca sucederá. Se que son un poco chicos, pero no entienden la dimensión de lo que estoy pasando, lo que le sucede a mi cuerpo y la verdad estoy extremadamente cansado de toda esta mieda, de fingir que todo estará bien cuando no lo es.

Locura de Amor (4° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora