12

79 10 4
                                    

Es eterna la espera desde el instante en que mi hermano se ha ido en busca de Choi San, pareciendo, dándome la sensación de que nunca va a regresar, así como también de que algo peor que malo está sucediendo y esa es la razón por la cual no hay ni rastro de su presencia cerca de esta cabaña.

Apoyado en esta ventana que mantengo abierta con el único propósito de escucharles, de verles venir y de ser necesario salir para ayudar, empiezo a cansarme, a sentirme tan nervioso que no puedo contenerme más, disponiéndome a alejarme de la ventana, buscando por la cabaña algo que me pueda servir de arma.

En la habitación que yo ocupo es más que evidente que no habrá ninguna, siendo que no busco en ella, limitándome a buscar en el salón, en la cocina donde tampoco encuentro nada, ni cuchillos tan siquiera en la segunda instancia a la que se me ha ocurrido ir.

— Me matará si se entera pero es mi única opción..

Viendo su habitación tan oscura desde fuera, decidido a buscar en esta aunque esté mal que lo haga, me permito primero encender la luz. Todo está desordenado, sorprendiéndome porque así sea cuando Choi San hasta ahora siempre me ha dado la sensación de ser todo lo contrario, con la fijación de mantener cada cosa en su lugar. Adentrándome en este dormitorio me acerco hasta su cama sin hacer, levantando como buenamente puedo el colchón.

Nada. Debajo del colchón no hay nada que pueda ayudarme a menos que arranque una pata de la cama y tenga la ventaja de golpear con esta. Quitando por el momento esa idea de mi cabeza miro en la almohada, entre las sábanas, centrándome ahora en mirar en las mesitas de noche.

Miles de papeles, un mechero, como diez cajas de tabaco sin abrir, pero ningún arma. Frustrándome, negando, retrocedo unos pasos para ver donde más puedo buscar, no teniendo un lugar concreto en mente más que el armario hacia el que me dirijo.

Quiero llegar a este, abrirlo, seguir buscando, pero unos cuantos tablones en el suelo me detienen, llevándose mi pie hacia el agujero que en este momento me tiene atrapado, doliéndome el roce contra mi piel, el corte que ha abierto mis carnes sangrando ahora de forma leve, pero con un dolor intenso que quiero ignorar mientras saco mi pie y meto mis manos buscando algo en el interior de este pedazo de suelo mugroso, deteriorado por el tiempo.

Palpo vacío en cada movimiento de mi mano, no rozando más que suciedad, algún que otro bicho muerto que no quiero ni pensar que será, limitándome unicamente a buscar.

Algo diferente, grueso, es lo que toco ahora con la punta de mis dedos. Por un momento me tenso porque puede ser cualquier otra cosa. Aún así me tomo el valor para agarrarlo lo más firme posible, tirando de ello hasta tenerlo frente a mi. Respiro aliviado porque no es un animal ni vivo ni muerto sino una especie de bolsa que contiene algo, que algo protege y por la forma es lo que rápidamente reconozco al sacarlo. No se de que calibre será, pero me sirve para coger la aunque nunca haya disparado un arma, quedando bien en mi mano aunque no me guste, fijándola tan bien que no me tiembla el pulso en el momento en que me giro rápidamente, apuntando en dirección a los intrusos que a mi espalda están.

— ¡Wooyoung!

El grito de Ilhoon resuena entre todas estas paredes, haciéndome tensarme, retroceder cuando se agacha a mi lado quitándome el arma, volviendo a meterla en esa bolsa donde estaba.

— Tiene porte de mafioso desde luego —se burla San al tiempo que me pone en pie —admítelo Ilhoon. Si quisiese, Wooyoung seria un mafioso respetable, alguien de renombre al que todos temerían.

— Todos menos tu vergüenza San —me aparta de él —recoge tus cosas y las de mi hermano. Si no fuese por mi idiota estarías ahí fuera muerto y dejarías a mi hermano solo. No puede venir a mi casa ahora y te estoy confiando la vida de mi.. de mi hermano pequeño. No entiendo como puedo confiar en alguien tan idiota como tu y aún así lo hago. Recoge las cosas de Wooyoung y las tuyas. Te doy cinco minutos antes de irnos.

Apareciste tú //Sanwoo//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora