Apareciste tú //Sanwoo//

06

Me niego a hacer mi maleta y eso mis hermanos lo saben. A pesar de ello puedo ver como Ilhoon se limita a mirar mientras Wooseok llena esa maleta con mi ropa, a sabiendas de que no es una buena idea que me mude con un mafioso que podria acabar conmigo al igual que quiere matar a nuestro hermano mayor.

— No es una buena idea —repite Chanwoo —pero por otra parte si porque estarás en su casa y podrás ver y escuchar cosas que nos sirvan para destruir a la familia Choi.

— No quiero destruir a nadie, tampoco irme con él —me cruzo de brazos —Ilhoon por favor di algo, hazles entrar en razón y que se den cuenta de que es una mala idea.

Ilhoon es unicamente a quien miro mientras espero a que diga algo. Una mirada por su parte es la que me llega, no reflejando ningún tipo de emoción que me pueda dar una pista de lo que está pensando, de lo que pueda decir cuando se decida, si es que lo hace de una vez por todas.

— Woo hermanito —Wooseok sube sus manos a mis hombros —Ilhoon no quiere que vayas porque él al igual que nosotros siempre te ha protegido incluso de nuestro padre. Pero es una buena oportunidad para que te ganes su confianza, veas todo cuanto oculta y usar eso para que nuestra familia no quede bajo tierra si tiene el valor de pelear en nuestra contra. ¿Lo comprendes?

— Lo comprendo perfectamente.. ¿pero y si me mata a mi nada más llegue o mientras duermo? —se que sueno dramático pero no me importa —eso causará una nueva guerra y más si nuestro padre se entera tan solo de mi ausencia en esta casa.

— No acabará contigo —habla al fin Ilhoon —tiene una emoción especial por ti y por eso te quiere a su lado. Matarte a ti es como destruirse a si mismo y no lo hará, le conozco y se que te cuidará de todo y de todos para que nadie, ni él mismo te haga daño.

Que Ilhoon diga esas palabras me demuestra que lo que ese mafioso me contó sobre una deuda pendiente es verdad, poniéndome así tan nervioso que no puedo evitar abrazarme al más mayor de mis hermanos y suplicar que no me deje con él ya que tanto le conoce.

— Woonie yo no te mandaría allí de no ser porque confío en que ningún daño te hará —me sostiene de los hombros —puedes tener cuidado por tu parte, pero confía en mi con que no te hará daño porque de querer lo hubiese hecho cuando eras un bebe recién nacido.

— ¿Quería matarme cuando nací? —asiente —¿por qué razón iba a querer matar a un bebe que ningún mal ha hecho?

— Eso no importa ahora —habla con impaciencia —debes ir y todo cuanto sepas de él, de el San que es ahora mismo, nos lo contarás y sabremos que hacer. Tu solo vive allí como lo haces aquí, acude a tus clases y no le digas ni a tu mejor amigo que estás viviendo con él. ¿Queda claro?

La situación queda aprobada por mi hermano mayor porque así lo decide y no puedo por mi parte oponerme ni decir nada más. Tan solo aceptar este destino, lo que tengo que hacer, ir a la casa de ese mafioso que no se como será, ni que sucederá en ese lugar desde el momento en que ponga un pie en ese lugar que estoy seguro será demasiado oscuro y no en el sentido de la iluminación.

[...]

Gracias a mis hermanos que han preparado mi equipaje y a Sejun que no ha tenido más opción que traerme hasta aquí, ya me encuentro en el mismísimo infierno que será ahora mi hogar, suplicando internamente que nada malo suceda, que no me esté esperando una trampa que con tiempo haya preparado para acabar con mi vida o hacer de esta misma una pesadilla que me vuelva loco, que robe toda mi cordura.

— Me quedaré cerca para cuidarte —niego ante las palabras de Sejun —es mi deber cuidarte.

— No podrá conmigo pero si un día estoy en peligro te llamaré primero para que patees su trasero por mi —sonrío sincero —sabré cuidarme lo prometo. Recuerdo cada forma de defensa que me enseñaste Sejun, no dudaré en usarlo si es necesario aunque él esté herido.