Hermione dejó su bolso sobre el mostrador y encendió las luces.
—Harry ya es mayorcito para saber lo que hace, y no me molesta que lleve a otra mujer al teatro cuando yo no puedo acompañarlo.—¿Y por qué no podías acompañarlo? —exigió él con insolencia—. ¿Acaso no estáis comprometidos?
—Me dolía la cabeza —fue la respuesta de Hermione.
—¿Ya? —le espetó él, soltando una carcajada—. Pensé que eso vendría en la noche de bodas.
La joven se volvió hacia él dolida.
—¡Márchate! —le gritó—, ¡lárgate!, ¡Déjame sola!
Draco se acercó a ella, avanzando despacio. Sus movimientos estaban cargados de una amenaza sensual.
—Eso no es lo que quieres — le dijo con voz acariciadora y profunda.
Hermione tragó saliva y trató de retroceder, pero su espalda chocó con el mostrador, quedando acorralada como un animalillo.
Draco colocó sus manos sobre el mostrador, a ambos lados de ella, encerrándola. Olía a colonia y a cuero, y Hermione tuvo que cerrar los ojos para que no se deslizaran hacia el musculoso tórax que asomaba por entre los botones abiertos de la camisa.
—¿Te turba mirarme? —le preguntó Draco quedamente.
Ella abrió los ojos, y él pudo leer la vulnerabilidad que había en ellos, y también la atracción irresistible que sentía por él. Como si un imán la atrajera, Hermione bajó la vista al pecho de Draco y, aunque volvió a alzarla rápidamente, él se había dado cuenta. En silencio, retiró las manos del mostrador y desabrochó el resto de los botones, dejando al descubierto el bronceado tórax cubierto por una masa de oscuro vello rizado.
—Tócame —le dijo tomando las delicadas manos de Hermione y colocándolas contra su piel desnuda.
Ella no podía creer que aquello estuviera ocurriendo. Tímidamente comenzó a acariciarlo, y de pronto sintió que los músculos de Draco se tensaban de pura excitación, y lo oyó gemir entre dientes:
—Oh, Dios...
Hermione se puso de puntillas y sus labios se encontraron en un beso ardiente y apasionado.
Las manos de ella fueron volviéndose más audaces, enredándose en el vello del pecho de Draco, deleitándose en su calidez, y en su fuerza. De repente, él la tomó por las caderas y la alzó, colocándola sobre el mostrador y abriéndole las piernas para ponerse entre los pliegues de su falda, entre sus muslos. Sus labios descendieron, apartando la chaqueta de la joven, hasta encontrar la turgencia de un seno, y su boca se abrió, tomando el endurecido pezón a través de la tela de su blusa.
—Ev...an... no... —jadeó Hermione, estremeciéndose de placer. Sin embargo, a pesar de la débil protesta, echó la cabeza hacia atrás y se arqueó hacia él, quitándole el sombrero y agarrándolo por el cabello para mantener su cabeza contra su pecho.
—Eres mía —susurró él, mordisqueándole suavemente el pezón—, me perteneces, y no voy a entregarte a Harry.
Y de pronto volvió a sorprenderla, alzando la cabeza y apartándose para mirarla. Sus ojos descendieron hasta la tela mojada con una expresión de triunfo.
—¿Dejas que Harry te haga lo que yo acabo de hacerte? —le preguntó en un tono insolente.
Hermione casi no podía respirar. Al verlo así, con el cabello revuelto, la camisa abierta, el pecho al descubierto, los labios ligeramente hinchados por los besos... estaba haciendo que se sintiese mareada. Cuando su mente procesó lo que le había preguntado, se puso roja como una amapola. Había dejado que la tocase y la besase de un modo muy íntimo sin siquiera resistirse, y encima estaba burlándose de ella. Sintió una oleada de vergüenza.
—No, claro que no —se respondió Draco a sí mismo dirigiéndole una mirada lasciva—, nunca dejarías que otro hombre te hiciera lo que te he hecho, ni lo harás nunca.
Hermione estaba temblando, pero aquella afirmación la hirió en su orgullo. ¿Qué se creía?, ¿Que era de su propiedad? No iba a permitir que la humillara de nuevo. Se bajó del mostrador, observando azorada la mancha húmeda en su blusa mientras Draco se abrochaba la camisa.
—Devuélvele a Harry su anillo —le dijo él con una sonrisa de autosuficiencia.
Hermione se tapó con la chaqueta.
—No —contestó.
Las manos de Draco se detuvieron sobre el penúltimo botón.
—¿Qué?
Hermione fue hasta la puerta, la abrió y la sostuvo, volviéndose hacia él.
— Si lo que pretendías era demostrar que no puedo resistirme a ti, ya lo has conseguido —le dijo mirándolo a los ojos—. Ahora ya puedes irte y contárselo a Astoria para que os riáis los dos juntos, pero voy a casarme con Harry.
—¡En nombre de Dios!, ¿Por qué? —explotó él enfadado—. ¡No estás enamorada de él!
Hermione le sostuvo la mirada sin parpadear.
—Precisamente por eso —le dijo con aspereza—, porque no lo amo, porque nunca podrá hacerme tanto daño como me has hecho tú. ¿Ha quedado satisfecho tu orgullo, Draco? —le preguntó—, ¿se ha resarcido al humillarme?
Draco se quedó boquiabierto. Lo había malinterpretado por completo.
—Hermione, no he venido por eso... —comenzó.
—Quiero que te vayas.
—No lo comprendes —insistió él irritado, yendo junto a ella—, he venido a explicarte algo.
Hermione cerró los ojos con fuerza, sintiendo que no podría contener las lágrimas mucho más tiempo.
— Por favor, déjame ya, Draco, deja de hacerme daño —le suplicó—. Voy a casarme, voy a irme de Jascobsville por ti... ¿no te basta con eso?
—¿Por mí? —repitió él balbuciente, frunciendo el ceño.
Hermione abrió los ojos y alzó el rostro hacia él atormentada.
—No puedo evitar sentir... lo que siento —sollozó—. ¿Tienes que seguir castigándome por ello?
—Oh, cariño, no... —murmuró él horrorizado— Hermione, yo no he venido para hacerte daño...
—No quiero volver a verte, Draco —le dijo ella en un hilo de voz—. Por favor, márchate.
—¿Y dejar que cometas el mayor error de tu vida casándote con ese medicucho?
—Si no te marchas, gritaré —lo amenazó, sin poder detener ya las lágrimas, que rodaban por sus mejillas.—Como quieras —accedió él al fin—, pero esto no se ha acabado.
—Sí, sí ha acabado —gimió ella—. ¡Márchate!
Draco abandonó la galería furioso, pensando mil y una maneras descabelladas de arrancarla de los brazos de Harry, mientras Hermione cerraba la puerta tras de sí, y se derrumbaba sobre el frío suelo, llorando amargamente.
2/3 MARATON
Como lo prometi, ayer no termine de escribir los siguientes capitulos, pero listo :D
Maratón casi completado. Espero disfruten :D
Se vienen nuevas adaptaciones Dramione 🥰😍
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Para Ella -Dramione
FanfictionTras la gran estatura y los anchos hombros de Draco Malfoy, escondía un corazón vulnerable. Acomplejado por un episodio en su pasado, siempre evitó cierto tipo de mujeres, más no puede dejar de pensar en su vecina, diciéndose que es demasiado joven...