ENHYPEN IMAGINES AND REACTIONS

CUANDO TIENES UN ACCIDENTE (hyung line)

Situación: habías ido unos días de vacaciones, y ahora volvías a Seoul. La carretera estaba mojada debido a las fuertes lluvias, y eso hizo que el coche de delante resbalara, provocando que el tuyo chocara con él.

HEESEUNG

El chico estaba esperando en la puerta de tu casa, tal y como te había prometido, cuando recibió la llamada de tus padres.

T/ N, accidente y hospital.

Eso fue lo único que retuvo de todo lo que le dijeron, y también todo lo que pudo pensar mientras corría bajo la lluvia, intentado llegar lo antes posible al hospital.
Llegó empapado y temblando de frío, pero ni siquiera tus padres pudieron convencerlo para que fuera con ellos a por algo caliente de beber. Heeseung no se iba a mover ni un milímetro de la puerta que os separaba hasta que supieran algo de tí.
Y mientras veía a los médicos entrar y salir continuamente, con aparatos que ni siquiera quería imaginar para qué servían, su cabeza no dejaba de imaginarse todos los posibles desenlaces de aquello, cada uno peor que el anterior.

¿Qué pasaría si habías sufrido daños irreparables? ¿O si no sobrevivas?

- ¿Familiares de T/N?

Heeseung se levantó de un salto al oír al médico.

- Acompáñemen.

Tu novio fue el primero en entrar a la habitación, y se quedó completamente paralizado al verte conectada a tantas máquinas. Quería acercarse, pero temía tocar algo que no debía, y quién sabe qué consecuencias traería. Además, aún no os habían dicho cómo estabas.

- Se recuperará- como si le hubiera leído la mente, el médico os dijo que no corrías peligro, y que sólo era cuestión de tiempo que volvieras a ser la misma de antes.

Heeseung no pudo controlarlo más, y lloró de alivio y alegría, porque por un momento pensó que te iba a perder.
Algo más tranquilo, se sentó a tu lado, y acariciando tu brazo con cariño, te susurró que se iba a quedar allí hasta que despertaras.

[..]

Nunca llegarías a acostumbrarte al dolor que te suponía despertarte cada mañana. Desde que abrías por primera vez los ojos, hasta que los volvías a cerrar a la noche, hasta el más mínimo movimiento hacía que sintieras que te atravesaban mil cuchillos.

- Es normal después de haber tenido un accidente así- era lo que decía el médico.

Pues, ¿sabe qué? Pensabas Por mi puede llevarse el accidente hasta el...

- ¡Buenos días!

Y ahí estaba. Lo único que lograba que tus males se atenuaran un poco. La única persona que te sacaba una sonrisa incluso cuando estabas harta de todo y de todos.

- ¿Qué tal estás hoy?- preguntó Heeseung, sentándose con cuidado a tu lado.

- No lo sé- fue tu sincera respuesta- Me duele todo, como siempre.

- Lo sé.

Y una sombra de tristeza oscureció los ojos del chico, aunque intentó ocultarlo cambiando de tema.

- Te he traído flores, tus favoritas. Y, si quieres, puedo ir a por algo de comer.

Pero antes siquiera de que pudiera levantarse, le aferraste del brazo, haciendo caso omiso del dolor.